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| Foto: SEMANA

JUSTICIA

Familia de grafitero insiste en manipulación de escena del crimen

El patrullero de la Policía Wílmer Antonio Alarcón fue acusado de homicidio por su presunta responsabilidad en el asesinato del joven grafitero Diego Felipe Becerra. Su defensa pidió la nulidad.

7 de mayo de 2012

Por el caso del joven grafitero Diego Felipe Becerra, la Fiscalía le imputó al patrullero de la Policía Wílmer Antonio Alarcón el delito de homicidio agravado. Los hechos ocurrieron el 19 de agosto del 2011, cuando resultó muerto el joven Diego Felipe Becerra, de 16 años.
 
La abogada de la familia, Myriam Pachón, dijo que presentará más de 50 pruebas documentales y testimoniales en contra del patrullero.
 
La defensa del patrullero de la Policía Wilmer Antonio Alarcón pidió la nulidad de la imputación, argumentando violación al debido proceso, lo que fue considerado como una maniobra dilatoria por parte de la parte acusadora.
 
Por el caso, el patrullero Alarcón tiene medida de aseguramiento ordenada el 7 de febrero.
 
En el caso también se indaga si se alteró la escena del crimen, presunción por la que la Procuraduría investiga a altos mandos de la Policía Metropolitana.
 
El pasado 26 de abril había fracasado la conciliación entre la familia del joven y un conductor de bus de servicio público, Jorge Narváez, quien dijo que la noche de la muerte de Becerra este lo había intentado atracar, pero luego cambió su versión y aseguró que el asalto fue un día antes.
 
En esa diligencia se buscaba que el conductor se retractara públicamente para retirarle la acusación de falso testimonio, pero no se logró llegar a un acuerdo.