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Carlos (i), Jennifer Paola Duarte Marín (c) y Ana María Muñoz Duarte (d) esperan el domingo, en Villavicencio, la llegada del intendente de la Policía Nacional Carlos José Duarte, secuestrado por las FARC en julio de 1999 durante la toma de la guerrilla al poblado de Puerto Rico. | Foto: EFE/Mauricio Dueñas

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Familias de secuestrados esperan liberaciones, entre nervios y tensión

El escenario en el que los cautivos recobrarán su libertad después de más de una década en poder de la guerrilla será Villavicencio, la ciudad en la que residen seis de las diez familias.

Albert Traver, agencia Efe
1 de abril de 2012

Las familias de los últimos diez uniformados en manos de las FARC consumen con "tensión y alegría" las horas previas a las liberaciones de estos policías y militares previstas para el lunes y el miércoles.

Una de ellas es la del intendente de la Policía Nacional Carlos José Duarte, secuestrado por las FARC en julio de 1999 durante la toma de la guerrilla al poblado de Puerto Rico, en la llanura.

Su hija, Jennifer Duarte, explicó que ella y su hermano, Carlos Andrés, que tenía tan solo 9 meses cuando el uniformado fue secuestrado por las FARC, harán una carrera cuando el padre baje del helicóptero "para ver quién llega primero a abrazarlo".

"Son etapas muy diferentes: yo quiero revivir los recuerdos que tengo de mi papá, en cambio él (Carlos Andrés) quiere empezar a vivir con su papá", explicó Jennifer.

Carlos Andrés era tan solo un bebé cuando ocurrió aquella tragedia y hoy confesó a EFE que no fue sino cuando cumplió 5 o 6 años cuando tomó conciencia de la situación en la que se encontraba: "Yo antes sabía que él no estaba, pero pensaba que estaba de viaje".

Respecto a sus sensaciones ante la inminente liberación del intendente de la Policía, su hijo reconoció que existe dentro suyo un "sentimiento raro" por el hecho de "conocerle y guardarlo en la memoria por primera vez".

"Es un sentimiento que no creo que conozcan muchos porque es esperar a un padre que no conozco", confesó.

Durante estos 12 años y medio de cautiverio la familia se expandió y Jennifer dio a luz a Ana María que, con 3 años, aguarda con ilusión y mucha expectación la llegada del abuelo.

"El centro de atención seguramente que va a ser ella, su nieta hermosa que le manda mensajes con canciones que ya lo deben tener como una gelatina", indicó Jennifer, mientras la pequeña abrazaba y besaba un retrato de Carlos José uniformado.

Después de tantos años Jennifer conoce bien el funcionamiento de la guerrilla colombiana y confía en que los uniformados serán libres en las próximas horas: "Cuando las FARC anuncian algo, lo cumplen, puede que se demoren o que hayan aspectos ajenos a ellos como matanzas de líderes y guerrilleros, pero lo cumplen".

Pese a esa confianza, a la familia de Carlos José le acechó la preocupación cuando el pasado lunes el Ejército mató a 36 guerrilleros en un bombardeo cerca, precisamente, cerca de Villavicencio.

"Las FARC nos dejaron muy claro que si el Ejército llegaba a estar muy cerca, la orden era fusilarlos y ese fue nuestro temor, ya que todo el mundo lo sabe y el Ejército debe prever que si ya faltan dos días, han de estar cuidándolos en vez de estar buscándolos y que les puedan matar", señaló Jennifer, crítica con algunas actuaciones del Ejército.

Está previsto que recobren la libertad en las próximas horas los militares Luis Alfonso Beltrán Franco, Luis Arturo Arcia, Robinson Salcedo Guarín y Luis Alfredo Moreno Chagüeza.

Con ellos, también deberán recobrar la libertad los policías César Augusto Lasso Monsalve, Jorge Trujillo Solarte, Jorge Humberto Romero, José Libardo Forero y Wilson Rojas Medina, además de Carlos José Duarte, todos secuestrados entre 1998 y 1999.
 
EFE