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| Foto: Archivo SEMANA

ENTREVISTA

‘Pastor Alape’: Había guerrilleros inconformes con el cese

El negociador de las FARC en La Habana contó que muchos de sus hombres reclamaron a sus comandantes por la orden de no atacar.

24 de junio de 2015

El comandante de las FARC 'Pastor Alape' afirmó en entrevista con la AP que el presidente Juan Manuel Santos hizo una desacertada evaluación del alto al fuego unilateral decretado por la guerrilla en diciembre, escaló la guerra y agregó tensión a las conversaciones que podrían llevar a la paz en Colombia

"La magia para la paz es que detengamos ese proceso de estar matando", dijo 'Pastor Alape', miembro del secretariado de las FARC.

Aunque las conversaciones entre el Gobierno y las FARC que se desarrollan en La Habana desde el 2012 nunca fueron fáciles, actualmente atraviesan un momento crítico, luego de que los rebeldes levantaron el cese al fuego unilateral a finales de mayo por la muerte de 27 de guerrilleros en ofensivas de los militares.

"Frente a cómo generar hechos de confianza para el país, tomamos la decisión del cese unilateral indefinido. El Gobierno no hace una evaluación acertada de compromiso de paz" y aprovechó la tregua para avanzar militarmente y atacar a la guerrilla, señaló Alape

La tregua de las FARC se anunció el 20 de diciembre y fue levantada el 22 de mayo, tiempo en que la guerrilla demandó una actitud recíproca que Santos rechazó tajantemente.

Según la Fundación Paz y Reconciliación, dirigida por el analista León Valencia, durante los cinco meses que duró la tregua unilateral las FARC participaron en más de 90 acciones armadas, pero 79 fueron respuestas a ataques del Ejército y la policía y sólo 12 por iniciativa guerrillera.

Para Alape, nombre de guerra de Félix Antonio Muñoz Lascarro, llegó incluso a haber reclamos entre los guerrilleros ante los jefes por la actitud de no atacar ante la ofensiva militar.

"Había una inconformidad de muchos guerrilleros: 'Estamos en una tregua unilateral y el enemigo está avanzando', decían. Las tropas rebeldes reclaman a los comandantes si iban a permitir que el Ejército los matara sin defenderse", explicó Alape.

Nacido en 1959 en Santander, hijo de familia campesina, Alape se incorporó a las FARC en 1979.
De hablar pausado y mirada incisiva, el comandante tomó relevancia en las filas rebeldes a lo largo de los años y en los últimos tiempos tuvo más presencia en los medios de comunicación tanto por incorporarse al diálogo en Cuba como por aparecer cordialmente en una foto con el general Rubén Alzate antes de su liberación en el 2014.

El militar cayó en las manos de los rebeldes cuando a finales del 2014 transitaba en una embarcación casi sin custodia por zonas rebeldes. Los guerrilleros lo entregaron semanas después en son de paz.

La detención del general generó la primera crisis seria que vivieron las conversaciones en La Habana. "Cuando se dan los hechos del general Alzate inmediatamente se levanta la mesa (por parte de Santos). El Gobierno rompe su propio esquema de que nada tenía que repercutir en la mesa", comentó Alape.

Hasta a hora las partes lograron medidas concretas como el desminado conjunto de poblados y un plan para que la guerrilla retire a los menores de edad de las filas, pero desde hace un año parecen estancados en el punto sobre el resarcimiento de las víctimas.

Auspiciadas por Cuba y Noruega, las conversaciones en La Habana se basan en un acuerdo preestablecido de seis ítems de los cuales en lograron convenios parciales en tres: Problemas de la tierra, combate al narcotráfico y participación política.

Alape rechazó la propuesta del senador y también de exguerrillero Antonio Navarro Wolf, quien pidió realizar un referéndum y poner plazos al proceso que se desarrolla en Cuba.

"Frente a esa iniciativa hay mucha suspicacia, ¿a quién se le está haciendo el favor con esa papeleta?", se preguntó Alape. "¿Para qué vamos a engañar al país, a nosotros mismos y decir en esta fecha tenemos un acuerdo?"

Alape también prefirió ser cauto sobre los encuentros con el enviado del presidente estadounidense para las conversaciones de paz, Bernard Aronson, en las semanas pasadas.

"Acordamos que se mantenía confidencial -expresó Alape sobre las conversaciones con Aronson-. Es importante que Estados Unidos esté acompañando la solución del conflicto en Colombia porque Estados Unidos ha sido un protagonista de primera línea en Colombia y eso implicaría o lo obliga que desde el punto de vista político asuma una responsabilidad".

Además indicó que un positivo gesto de Washington sería permitir de alguna forma la presencia del comandante guerrillero 'Simón Trinidad', preso en Estados Unidos luego de haber sido extraditado desde Colombia.