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| Foto: SEMANA

JUSTICIA

El día que Martín Sombra se declaró víctima de las Farc

El también llamado “carcelero de las Farc” aseguró que por haber sido reclutado a temprana edad, como muchos exguerrilleros, no tuvo otra opción de vida.

23 de junio de 2017

Uno de los miembros más poderosos de las Farc, que durante nueve años estuvo preso, recibió este jueves su boleto hacia la libertad. El también llamado ‘Carcelero de las Farc’ llegó a amansar tanto poder en el grupo guerrillero que alcanzó a ser integrante de su Estado Mayor.

Fue el hombre que estuvo al tanto del secuestro de los mayores “trofeos” políticos de las Farc: Ingrid Betancourt, el general Luis Mendieta, Jorge Eduardo Géchem, el de la hoy congresista Clara Rojas y su hijo Emmanuel.

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Ely Mejía Mendoza, conocido con el alias de Martín Sombra, fue uno de los primeros jefes guerrilleros encarcelados que se acogió al marco jurídico de Justicia y Paz y protagonizó varios eventos de reconciliación con sus víctimas cuando estuvo en cautiverio. Clara Rojas alguna vez dijo que lo vio muy conmovido cuando él le ofreció su perdón por lo que le hizo cuando él la tuvo cautiva en el monte. 

Mientras avanzaba el proceso de paz de las Farc y también la justicia que iba a definir el futuro de los jefes guerrilleros, Sombra lideró en cautiverio un movimiento de exguerrilleros de diferentes grupos considerados por los mismo jefes guerrilleros como “traidores de las Farc”, con el fin de que los acogiera el marco de Justicia Especial para la Paz, JEP, que estaba siendo diseñado en La Habana.

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Lo que más llamó la atención es que en las reiteradas cartas enviadas al gobierno y a la comunidad internacional, una de ellas a la que SEMANA tuvo acceso, se declaró víctima del grupo guerrillero en el que estuvo por más de 40 años. Según Sombra, muchos -como él- fueron reclutados a muy temprana edad sin darle otra opción de vida.

“Queremos hacerle saber a la comunidad internacional que nosotros nos consideramos víctimas del Secretario de las Farc. Varios de los hoy negociadores a muchos nos reclutaron a muy temprana edad, entre los 12, 13 y 15 años (...) Son los jefes negociadores actuales los que en primer lugar deben responder por los delitos nuestros por línea de mando. Ellos nos enseñaron y ordenaron”, dice en la carta que firma a nombre de los demás exguerrilleros.

Lea la carta completa