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Orlando Sierra, subdirector del diario La Patria de Manizales, asesinado en 2002. | Foto: La Patria

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¿El crimen del periodista Orlando Sierra quedará en la impunidad?

Así pregunta el diario 'La Patria' en su editorial por la absolución del político Ferney Tapasco.

26 de diciembre de 2013

A propósito de que un juez de Risaralda absolvió al político de esa región Ferney Tapasco, sindicado de instigar el asesinato del subdirector del diario La Patria (Manizales) Orlando Sierra, no pocas organizaciones periodísticas se han manifestado en rechazo por esta decisión. El diario La Patria, en su edición de este jueves publicó un impresionante editorial donde, entre otras cosas, se pregunta si en este doloroso episodio para el periodismo colombiano ocurrido hace 11 años ¿ganará la impunidad?


Lea la editorial a continuación.

¿Ganará la impunidad?

Cuando se creía que el caso del asesinato del periodista Orlando Sierra se convertiría en ícono de justicia en Colombia y que dejaría atrás la impunidad que históricamente se ha impuesto como la constante en los casos de crímenes en contra de miembros de la prensa, la determinación del juez único penal especializado de Pereira de absolver al exdiputado caldense Ferney Tapasco González, frente a ese asesinato, marca un nuevo golpe en contra del periodismo colombiano y su vocación a favor de la verdad.

Además de resultar desconcertante la determinación del juez, es bastante llamativo que se la haya guardado durante todo el año para soltarla exactamente en plena Navidad, cuando la posibilidad de reacción de la opinión pública es naturalmente más apagada, pues la mayor cantidad de la gente se encuentra con la mente puesta en las celebraciones de fin de año, y los estamentos judiciales, en general, se encuentran en su tradicional vacancia. No parece serio que las cosas ocurran de esta manera.

De acuerdo con el juez, su decisión está basada en la ausencia de pruebas contundentes para poder condenar al exlíder político, quien permanece recluido en la cárcel La Picota de Bogotá, debido a que otras instancias judiciales sí le pudieron comprobar hace algunos años que Tapasco tenía estrechas relaciones con jefes paramilitares de la región.

Evidentemente, muchos testimonios clave para sustentar las acusaciones en contra del político fueron imposibles de consignar y tomar en cuenta, debido a que cerca de 11 testigos fueron asesinados cuando se disponían a rendir sus declaraciones. También es llamativo que varios testigos que señalaron en un momento la autoría intelectual de Tapasco González se hayan retractado luego y que eso haya querido ser mostrado como prueba de la inocencia del implicado.

A punto de cumplirse 12 años del crimen, la actual situación deja un pésimo antecedente para la prensa que se atreve a investigar y a denunciar los abusos de quienes ejercen el poder valiéndose de métodos ajenos a la ley. Lo más grave es que no se tuvieron en cuenta declaraciones tan contundentes como la de la hija del periodista, quien le dijo a Especiales Pirry, de RCN, que su padre le expresó poco antes del atentado: "Si me llega a pasar algo algún día, sepa que sólo hay una persona que quisiera hacerme daño.

Se llama Ferney Tapasco. Repita el nombre, repita el nombre".

Contrario a lo que piensa el juez, cuyo dictamen es de primera instancia, la Fiscalía y la Procuraduría han presentado argumentos suficientes para buscar que este proceso termine con un fallo muy diferente. Por eso, lo que esperamos es que esas dos entidades se decidan a presentar sus apelaciones y, de esa manera, tratar de corregir el rumbo de las decisiones. No sería justo que nos siga ganando la impunidad: Según la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), de 140 periodistas asesinados en Colombia desde 1977, prescribieron las investigaciones de 62 casos, y sólo 19 personas han sido condenadas por tales crímenes.

Además, en las investigaciones quedó fuertemente sustentada la vinculación de la política y el crimen en el corregimiento de Arauca (Palestina), hace unos 20 años, donde los únicos beneficios eran para la organización electoral de Tapasco González, denuncias en las que se empecinó el periodista y que causó que varias veces fuera agredido de palabra, cuando menos, por el líder político. El solo hecho de que el arma homicida haya pertenecido a un escolta suyo debería tener un mayor peso para la justicia. En el caso del asesinato de Orlando Sierra son muchos los caminos que conducen hacia el mismo punto, lo cual parece ser desconocido ahora. Esperamos que, al final, gane la justicia.