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| Foto: AFP

HISTÓRICO

Cartagena palpita la histórica firma de la paz

Colombia vive en este momento uno de los capítulos más importantes de su historia. Juan Manuel Santos y Timoleón Jiménez sellan un conflicto de 50 años y más de 200.000 muertos.

26 de septiembre de 2016

El presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las FARC están a minutos de firmar este lunes, con un balígrafo, el acuerdo para poner fin a más de medio siglo de violencia en Colombia, que ahora tendrá el desafío de incorporar a los rebeldes a la vida civil mientras continúa su lucha contra el narcotráfico y el paramilitarismo.

En Cartagena, sede de la ceremonia que tendrá por protagonistas a Santos y Rodrigo Londoño, alias Timochenko, algunas calles amanecieron cortadas y se incrementó la seguridad para proteger a los 15 mandatarios y decenas de personalidades de todo el mundo que asistirán al evento.

El acuerdo será rubricado ante unos 2.500 invitados a quienes se les pidió vestir de blanco como símbolo de paz en una jornada en la que también se rendirá homenaje a las víctimas del conflicto armado.

El acto será a puerta cerrada aunque se esperan fiestas en todo el país. También algunas protestas del Centro Democrático, en campaña por el No en el plebiscito del próximo 2 de octubre, cuando los colombianos tendrán la posibilidad de rechazar o avalar el acuerdo.

En una muestra de fuerte respaldo al acuerdo, la canciller europea Federica Mogherini anunció el lunes que la Unión Europea eliminó de la lista de organizaciones terroristas a las FARC.

"Estamos dispuestos a brindar nuestro apoyo político y a partir de hoy suspendemos a las FARC de nuestra lista de terroristas", señaló la funcionaria en un video grabado y subido a su cuenta de Twitter.

Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que se encuentra en Cartagena, dijo que su país estudia una medida similar.

Un rato antes y durante una ceremonia litúrgica que contó con la mayoría de quienes participarán como testigos de la firma del pacto, el cardenal Pietro Parolín reconoció el desafío por venir. "Todos los que estamos aquí somos conscientes de que estamos a final de una negociación y el inicio de un proceso que requiere de todos los colombianos", dijo.

Parolín destacó que el perdón y la reconciliación están en el centro de los valores cristianos. "La violencia y el conflicto son evitables", agregó el cardenal.

En la primera fila de la iglesia adornada con flores blancas estuvieron Santos; el mandatario cubano, Raúl Castro -anfitrión por casi cuatro años las negociaciones-; su colega chilena, Michelle Bachelet, y el rey emérito de España, Juan Carlos.

La rúbrica será realizada con un "balígrafo", un bolígrafo hecho con una bala usada.

Presidentes en la ciudad amurallada

Los presidentes e invitados a la firma de la paz se dieron un baño de popularidad el lunes por la ciudad amurallada. El centro histórico estuvo cerrado mientras por sus calles se paseaban las personalidades del mundo que se volcaron a Colombia para ser testigos de un evento histórico.

Un cordón de hombres vestidos de blanco custodiaba las calles. Lujosos carros blancos entraban por la muralla. Decenas de camarógrafos, reporteros gráficos y periodistas flanqueaban las cuatro esquinas del Hotel Santa Clara. La expectativa la rompió el cardenal Parolín. Fue el primero en salir por la puerta principal y no podía pasar inadvertido con su sotana negra y su capelo de cardenal color obispo. Se fue caminando hasta la iglesia San Pedro Claver. A paso lento, respondiendo preguntas de los periodistas.

La primera emoción de los curiosos la arrancó el ecuatoriano Rafael Correa. Aplausos que saludó con sonrisa y el brazo levantado cuando le dieron la bienvenida. "No conozco Cartagena. Es la primera vez", confesó mientras caminaba junto a vecinos del sector que trataban de llevarse una foto como recuerdo.

Los invitados nacionales fueron eclipsados. Ban Ki-moon también salió del Hotel Santa Clara. Luego Koffi Annan, el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, y el de Costa Rica, Luis Guillermo Solís.

A Kerry, el secretario de Estado norteamericano, se le escapó un saludo en ‘espanglish‘: "Muchas Thank you".

*Con información de AP