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Martes 26 de septiembre 6:00 a.m.

Fiscal General prepara revolcón en la entidad

Dos semanas después del escándalo por la contratación de un ‘brujo’ para que le hiciera seguimiento a varios funcionarios de la entidad, los más inmediatos colaboradores del Fiscal Mario Iguarán presentaron su renuncia.

26 de septiembre de 2006

La reacción fue en cámara lenta. 15 días tardó el fiscal Mario Iguarán para exigirle la renuncia a sus más inmediatos colaboradores, entre ellos el vicefiscal Armando Otálora. A pesar de la gravedad de los hechos -seguimientos de información y análisis de inteligencia a varios funcionarios y a periodistas bajo la atenta nota de un brujo- solo hasta este lunes se dieron los primeros síntomas del esperado revolcón.

Tanto Otálora como la directora de Fiscalías, Jani Jalal, presentaron su renuncia en las últimas horas por solicitud de Iguarán, quien extendería los relevos hasta algunas direcciones nacionales y administrativas.

Armando Otálora, hombre clave de la entidad con la segunda nómina más grande del país- abandonaría el cargo después de un año de trabajo en el que tuvo un papel protagónico en las últimas dos semanas. En este lapso públicamente dijo que la fiscalía no tenía ninguna evidencia acerca de la participación de militares en los montajes, luego dijo en el Congreso que sí había evidencias y posteriormente volvió a guardar silencio.

Esa montaña rusa de información se explica por la tremenda interinidad en que entró la fiscalía tras las revelaciones de la revista SEMANA en las que se daba cuenta de las acciones de un síquico -Armando Martí- quien tenía acceso a información privilegiada de la relaciones de la cúpula en la Fiscalía, interceptaciones a las líneas telefónicas de funcionarios públicos, políticos y periodistas, y hasta en la vida privada del propio fiscal.

SEMANA hizo pública esta información en su edición del 10 de septiembre. Sin embargo, el escándalo que en cualquier otro momento hubiera provocado un cisma en la institución fue opacado porque coincidió en su momento con otro hecho también de enorme gravedad: las revelaciones de que un grupo de militares había fabricado montajes de actos terroristas previos a la posesión del presidente Uribe.

Sin embargo, en la misma semana fueron filtrados a varios medios de comunicación los documentos secretos del síquico en los que se daba cuenta de sus extrañas actividades. Martí por su propia cuenta decidió salir ante los micrófonos para decir que esas actividades las hacia por su “amigo Mario”.

SEMANA tenía desde un principio este documento pero se había abstenido de publicarlo debido a que hay varios apartes en donde se menciona la vida privada de personajes públicos. La divulgación por todos los medios tuvo consecuencias demoledoras para una opinión publica que en este año ha sido sacudida por las infiltraciones de los paramilitares en el DAS, los montajes del Ejército y otros escándalos en la Policía. Por eso, se esperaba que el fiscal Iguarán reaccionara con prontitud y firmeza. Pero hizo lo contrario: asistió a un homenaje de políticos donde lo exorcizaron con polvos de la comunidad indígena wayúu y salió de nuevo al exterior (cuando se produjo el escándalo estaba en Estados Unidos) lo que hizo crecer en su contra el vendaval de criticas.