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| Foto: Archivo particular

JUSTICIA

Así funcionaba la 'casa estudio' que le allanaron a la senadora electa Aída Merlano

Según la Fiscalía, el sistema de compra de votos era tan sofisticado que utilizan calcomanías con códigos bidimensionales para identificar y rastrear a los líderes de la compra de votos. El sufragio se habría pagado a 40.000 pesos con derecho a auxilio de transporte de 5.000 pesos. Autoridades hallaron armas y millonarios fajos de dinero.

13 de marzo de 2018

El personal que trabajaba en la casa blanca del barrio El Golf de Barranquilla lucía camisetas de color fucsia y negro con el logo Aideísta de Corazón. El interior de la vivienda –desde donde la representante conservadora, Aída Merlano Rebolledo, comandó su estrategia para saltar de la Cámara al Senado– estaba dotada con un completo sistema de vigilancia con cámaras de seguridad instaladas en todos los rincones. De muros para afuera, los líderes que servían a esta campaña eran identificados y rastreados a través de un mecanismo de calcomanías bidimensionales QR. 

Todo este sistema de monitoreo que montó la campaña de la representante a la Cámara sirvió para que este domingo, los investigadores de la Policía y la Fiscalía siguieran, como si estuvieran frente a un reality, cada una de las escenas delictivas que ocurrieron al interior de la vivienda. Lo que la Fiscalía concluye es que desde aquí se dirigió un sofisticado sistema de compra de votos, que en total habría desembolsado 6.000 millones de pesos.

Cajas enteras con documentos, testigos y las reveladoras imágenes de las cámaras dan cuenta de la forma en que desde el centro de operaciones se tejió una red de líderes a cargo de comprar sufragios en las regiones. La trazabilidad de su gestión quedaba registrada en dos formatos: las actas de compromiso y el seguimiento a cada votante. 

Para verificar que se hubiera sufragado en un puesto específico, la campaña pedía los certificados de votación y, sobre estos, grapaba un papel con código QR, que llevaba el dato del municipio y el nombre del líder al que se le atribuía el voto. De esta forma, se garantizaba que el dinero entregado al comprador correspondiera con el número de votos ofrecido por el líder a la campaña.

La Fiscalía calcula que por voto pagaron 40.000 pesos más el derecho a un subsidio de transporte por 5.000 pesos. Y los encargados de recoger los sufragios eran premiados con una comisión de éxito. 

Sin embargo, los 73.250 votos que pusieron a la hoy representante Merlano en el Senado podrían salirle más caros. Detrás de los montos desembolsados para compra de los sufragios y del montaje tecnológico que desplegaron, la Fiscalía cree que se oculta una estrategia para el lavado de activos, tesis sobre la cual trabajan los investigadores a toda marcha. 

En rueda de prensa, el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, anunció que fueron legalizadas las capturas por el delito de corrupción al sufragante de Edwin Rafael Martínez Salas, ingeniero de sistemas; Jefferson Jesús Viloria Mieles, auxiliar de sistemas; María Camila Valencia Lugo, encargada de redes sociales; Everlin Carolina Díaz Díaz, jefe de marketing y pedagogía a electores, y Vanessa Victoria Merlano Rebolledo, asesora de la campaña. Esta última, hermana de Merlano, es por ahora la persona de más alto nivel vinculada a la campaña capturada, ya que la senadora electa deberá ser investigada por la Corte Suprema de Justicia. 

Por denuncias ciudadanas, las autoridades allanaron este fin de semana la campaña, en donde fueron hallados 9 computadores, 268 millones de pesos en efectivo y 4 armas de fuego (2 revólveres, 1 escopeta y 1 pistola). Solo una de las armas tenía salvoconducto a nombre de Aída Merlano. También fueron econtradas cajas con certificados electorales; fotocopias de cédulas de ciudadanía, documentos y planillas electorales; listados con nombres de votantes y líderes que estaban organizados presuntamente para la compra de votos; formatos firmados para certificar el compromiso de compra de voto y organigramas detallados de seguimiento y operación.

En los últimos minutos a través de su cuenta de Twitter, la veeduría del Partido Conservador anunció una investigación a la senadora Merlano. Sin embargo, por la contundencia de las evidencias, la que tendrá la última palabra sobre si existe o no una conducta penal reprochable de la electa senadora será la Corte Suprema de Justicia. 

El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, informó que los computadores y demás evidencias recaudadas le están dando serias luces a los investigadores sobre el origen del dinero por lo que las indagaciones seguirán, aunque la eventual responsabilidad que le corresponda a la congresista será asunto de la Corte Suprema a donde la Fiscalía ya remitió una copia del expediente. Entre tanto, un juez de garantías de Barranquilla legalizó las capturas y programó para el próximo miércoles la continuación de la diligencia judicial contra el grupo de colaboradores de Aída Merlano. Hasta ahora la electa senadora no se ha pronunciado sobre el allanamiento y los hallazgos en su sede de campaña.