Home

Nación

Artículo

TRAGEDIA

Fiscalía busca a dueño del bus de tragedia en Fundación

Alfredo Esquela es investigado por el delito de homicidio simple agravado. Desde cuando sucedieron los hechos se desconoce su paradero.

27 de mayo de 2014

Desde cuando ocurrió la tragedia en Fundación (Magdalena) en la que murieron 33 niños, la Fiscalía le sigue la pista al propietario del vehículo donde sucedió el hecho. De Alfredo Esquela no se sabe nada, sólo que desapareció y que jamás volvió a frecuentar los lugares a los que solía ir en Barranquilla y Santa Marta. 

Luis González, director seccional de Fiscalías, aseguró que contra el propietario del vehículo un juez emitió una orden de captura por su presunta responsabilidad en el delito de homicidio simple agravado. 

"Miembros del CTI y de la Policía Nacional están buscando a Alfredo en los diferentes sitios que conocíamos que habitaba o frecuentaba y hasta el momento no ha sido posible su captura”, aseguró González al tiempo que le pidió a la ciudadanía informar el paradero de Esquela si lo conocen.

Por el hecho, ya fueron enviados a la cárcel por orden de un juez con medida de aseguramiento el conductor Jaime Gutiérrez y el pastor Manuel Ibarra. Ninguno de los dos aceptó cargos individuales por las muertes de cada uno de los niños.

El abogado de los dos hombres aseguró que sus defendidos nunca tuvieron la intención de causarles daño a los menores y que sólo realizaban una actividad de evangelización donde también los alimentaban y educaban.

La Fiscalía pidió una condena de 60 años para Jaime Gutiérrez y aseguró que el Estado también tiene responsabilidad en los hechos.

Los investigadores que están al frente del proceso establecieron que el conductor llevaba sobrecupo en un vehículo al que sólo le cabían 24 personas.

Según las informaciones que entregó Gutiérrez a las autoridades el día del accidente, él realizó cuatro viajes por todo el municipio de Fundación, recogiendo niños para llevarlos a la iglesia Pentecostal Unida. En total, había transportado un total de 180 menores.

En los recorridos el motor bus se le apagó en tres oportunidades por fallas en el suministro de gasolina. El conductor acostumbraba llevar en la cabina del automotor una 'pimpina' de gasolina de cincoa siete galones, mediante la cual trataba de reactivar el funcionamiento del carburador. En una de esas veces, la gasolina se derramó. Fue por ello que cuando en el último y desafortunado recorrido una chispa saltó y ya tenía abonado el terreno para la tragedia.

Gutiérrez alimentaba de carburante el motor por gravedad mientras los pasajeros permanecían apiñados en el interior del automotor. Quien lo acompañaba en esta fatal travesía es Manuel Ibarra, responsable de la iglesia en cuanto al transporte de los menores.

Según informó la Policía, el conductor no poseía licencia de conducción. El vehículo tampoco tenía seguro obligatorio y menos revisión tecnico-mecánica. Además, en multas, Gutiérrez debía al momento de los hechos 405.889 pesos.