Por un país más responsable

En más de 20 años de funcionamiento, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos (Invima) se ha encargado de controlar la calidad y seguridad de las tecnologías y productos de uso humano. Su misión está orientada a proteger y promover la salud de la población mediante la gestión del riesgo, asociado al consumo y uso de alimentos, medicamentos, dispositivos médicos, cosméticos, productos de aseo e higiene personal, entre otros.

Entre las múltiples funciones de la entidad está enfrentar el fenómeno de la ilegalidad, luchar contra el contrabando y la falsificación de todas las tecnologías y productos de su competencia,  y educar a la ciudadanía sobre las indicaciones de uso y consumo de estos recursos.

Para analizar este tema, la revista SEMANA y el Invima realizaron en octubre pasado el foro ‘Contrabando y falsificación: retos en materia sanitaria, ¿cómo enfrentarlos?’. Durante este encuentro, Blanca Elvira Cajigas de Acosta, directora del Invima, resaltó que con la Fiscalía, la Policía y la Dian han trabajado conjunta y coordinadamente en operativos para combatir la ilegalidad en fábricas clandestinas de alimentos, medicamentos, dispositivos médicos, principalmente.

Señaló que con el rediseño del Invima se creó la Unidad de Reacción Inmediata (URI), dependencia que apoya la lucha contra la ilegalidad y la gestión territorial con la puesta en marcha de procesos articulados con autoridades responsables del control  de este fenómeno.

En este foro los expertos concluyeron que es necesario adelantar campañas de educación sanitaria para mejorar la cultura de los consumidores, quienes finalmente compran tecnologías y productos más baratos sin tener en cuenta los riesgos y efectos negativos ni su procedencia.

En noviembre, SEMANA y el Invima llevaron a cabo un nuevo foro en Cali, ‘Salud, belleza y estética: ¿estamos actuando como una sociedad responsable?’. Se destacó que el 85 por ciento de los problemas en procedimientos estéticos obedecen al mal uso de tecnologías y productos relacionados con belleza. Las conclusiones de los expertos estuvieron dirigidas hacia el papel de los prestadores de servicios de salud y pacientes ante este tipo de prácticas en Colombia.

Ernesto Barbosa, secretario ejecutivo nacional de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, hizo un llamado a los especialistas a no practicar procedimientos estéticos innecesarios. Resaltó el alto riesgo de la práctica de procedimientos con biopolímeros, de la que mucho se ha hablado en los últimos tiempos: “Un biopolímero nunca sale completamente del cuerpo y al ser de difícil extracción puede traer consecuencias como alergias, infecciones, fibrosis, migración del producto, lesiones en la piel y hasta deformidades”, señaló.

Con estos dos foros se hizo un llamado a los consumidores, comercializadores, productores y autoridades para que desde su competencia asuman responsabilidades, se fortalezcan los flujos de información y continúen aunando esfuerzos para proteger la salud y el bienestar de los colombianos.
Finalmente, Blanca Elvira Cajigas invitó a la ciudadanía a usar y consumir responsablemente las tecnologías y productos que requieran para su bienestar y goce, resaltando igualmente la importancia de denunciar ante el Invima y demás entidades los casos de ilegalidad de  los cuales tengan conocimiento.

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