Home

Nación

Artículo

| Foto: Fotomontaje SEMANA / Superintendencia y Congreso Visible

NACIÓN

¿Se enredó el nombramiento de la nueva supernotariado?

Todo estaba listo este lunes, para que el ministro de Justicia, Enrique Gil Botero, diera posesión a la nueva superintendente, Yolanda Bazán Achury. El tema quedó aplazado por ahora.

14 de agosto de 2017

Yolanda Bazán, una abogada especialista en derecho comercial, público y constitucional, que fue diputada por Santander y representante a la Cámara desde 1998 hasta 2002, estaba lista para recibir la designación y con ello uno de los cargos más importantes y apetecidos del sector público.

Pero una investigación del diario El Espectador truncó, por ahora, la posibilidad de Juana Yolanda Bazán de hacerse al cargo. Un ‘fantasma’ del pasado reapareció, con lo que quedó mal parada ante la opinión y, seguramente, en Palacio.

La investigación relata cómo el 30 de junio de 1980, la dirección del Incora en Santander adjudicó un predio baldío de 35 hectáreas a Enrique Pérez Barrera, denominado El Descanso, situado en Las Pampas del municipio de Puerto Wilches, en Santander.

Puede leer: Supernotariado, la joya que perdería Cambio Radical

Ahora se sabe que, distinto a lo que se supondría, Pérez no era un campesino que tendría derecho a esa adjudicación, sino un presunto comerciante de tierras que, de tiempo atrás, había sido el beneficiario del otorgamiento de otros predios en Puerto Wilches. “Algunos de esos baldíos, después los vendió. Es decir, se benefició económicamente de terrenos que debían, en teoría, acortar la brecha social con los campesinos”, dice uno de los apartes del artículo periodístico.

Según el registro de Instrumentos Públicos de Barrancabermeja, Pérez protocolizó dicho bien el 19 de septiembre de 1980. La sorpresa ahora radica en que siete meses después este le vende la propiedad a Bazán por 250.000 y ella, el mismo día, la vende a la empresa Bosques de Santander en 648.000 pesos.

Si bien la cifra llama la atención, el asunto planteó un interrogante pues no es claro cómo apareció el nombre de la designada superintendente involucrado con un bien de la Nación entregado a una persona para su explotación y que posteriormente terminó en manos de una empresa en cuestión de un día.

“Documentos internos de Bosques de Santander demuestran que esos baldíos se habían negociado antes de que le fueran adjudicados al supuesto campesino Enrique Pérez Barrera. El acta del 18 de junio de 1980 de la junta directiva de la compañía revela que la empresa Bosques de Santander estaba interesada en la compra del predio El Descanso y que para ello estaban adelantando los trámites de titulación en el Incora. Doce días más tarde, el 30 de junio de 1980, el Incora le entregó el inmueble a Pérez Barrera (…) Según la Ley 135 de 1961, Pérez Barrera no podía ser beneficiario de otros baldíos si ya le habían otorgado un predio rural”, dice la investigación.

Un detalle que deberá ser revisado con lupa por los organismos del Estado porque ese baldío, a la luz de las normas, no tenía por qué terminar en manos de una empresa para su explotación.

El tema no es de poca monta si se tiene en cuenta que es precisamente la Superintendencia de Notariado y Registro la que desde hace muchos años, ha venido luchando frontalmente contra el negocio de los bienes baldíos en distintas regiones del país. De hecho, la cifra más conservadora advierte que esa entidad ha recuperado cerca de 1 millón de hectáreas en los últimos años.

La venta de este predio, que hoy tiene en entredicho la posesión de la nueva superintendente de Notariado, tiene otra consecuencia: el tema político. Hoy las miradas vuelven sobre Cambio Radical de donde salió el nombre de Juana Yolanda Bazán. Algunos ven esto como bandazo más de este grupo político que en el pasado fue fuertemente cuestionado por haber entregado avales a dos gobernadores en La Guajira, Oneida Pinto y Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez , que terminaron enredados en líos judiciales.

Desde la dirección del partido han dicho que el nombre de la exrepresentante Bazán no resultó de una decisión de partido, sino de un acuerdo entre los senadores que pusieron sobre la mesa una terna. La aparición de Juana Yolanda en esa terna, según fuentes políticas, se habría dado gracias a los movimientos del senador de Cambio Radical Bernabé Celis.

Ante la polémica desatada por la publicación de El Espectador ayer Bazán afirmó en varios medios radiales, entre ellos RCN, que “eso ocurrió hace 36 años, yo era una estudiante de Derecho que trabajaba en un bufete de abogados, ahora creo recordar el negocio, me puse a investigar y ellos estaban tratando de hacer una sociedad (los abogados del bufete) para un desarrollo empresarial, no recuerdo muy bien cuándo firmé, pero parece ser que ellos me pidieron el favor de que les suscribiera esa firma, de esa escritura de compra venta para posteriormente generar un informe de desarrollo empresarial con pequeños agricultores”, afirmó.

“Yo encuentro que la ley no tenía ninguna prohibición para venderle a un particular, ni a una cooperativa, la prohibición era para venderle a una empresa, y ellos estaban en el proyecto de desarrollar esa empresa, de pequeños agricultores de Puerto Wilches, a la conclusión que llego es que ellos (los abogados del bufete) me solicitaron el favor de suscribir esa escritura para posteriormente pasarla a Bosques de Santander”, dijo Bazán en LA FM.

Le puede interesar: Los muertos registran propiedades y piden exoneración de impuestos en Soledad

La designada superintendente también aclaró que no cometió “ningún delito, ni fue con un narcotraficante o paramilitar o cosa por el estilo, el notario fue el encargado de revisar y dar fe que la transacción fue legal, yo no estaba interesada con anterioridad en ese negocio”, manifestó en esas emisoras.

Fuentes del Ministerio de Justicia, cartera de donde depende la supernotariado, han dicho que el ministro de Justicia está muy molesto, además de sorprendido, con las revelaciones en torno a Juana Yolanda Bazán, quien no se pudo posesionar este lunes como estaba previsto.