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"FUE EL PEOR NEGOCIO DE MI VIDA"

ENTREVISTA: EDUARDO MESTRE

3 de noviembre de 1986

"Fue el peor negocio de mi vida" Recien desempacado de su viaje a Alemania, el parlamentario y candidato a designado, Eduardo Mestre Sarmiento, acepto en forma exclusiva recibir a SEMANA en su apartamento, para hacerle frente a las acusaciones que se le han hecho en los últimos días sobre sus supuestos vinculos con el señor Gilberto Rodriguez Orejuela.

SEMANA: Doctor Eduardo Mestre, usted afirmó que sus únicas relaciones con el señor Rodríguez Orejuela, fueron las que normalmente tiene un banquero con un cuentacorrentista. El diario El Tiempo afirma que los documentos recientemente revelados contradicen esta afirmación. ¿Es eso cierto?
EDUARDO MESTRE SARMIENTO: No. No la contradicen. El cuentahabiente de una institución bancaria no sólo tiene derecho a llevar una chequera, sino a recibir del banco todos los servicios: sobregiros créditos ser atendido con cartas de crédito sobre el interior y el exterior. El Banco de los Trabajadores me había hecho esos servicios antes de Rodríguez, durante Rodríguez y después de Rodríguez. Y no era el único banco que me los había hecho. Desde 1975 hasta hoy, he recibido créditos del Banco de Colombia, de la Caja de Crédito Agrario, del Banco de Occidente, del Banco del Comercio, del Banco Cafetero y del Banco Mercantil.

S.: La impresión que ha quedado es que las relaciones comerciales no fueron solamente entre Eduardo Mestre y el Banco de los Trabajadores, sino entre Mestre y quien fuera durante algunos años propietario del mismo, el señor Gilberto Rodríguez Orejuela. Eso fue especialmente cierto en el caso de la compra de acciones de la Corporación Financiera de Boyacá, ya que en una asamblea del año 1984, las acciones de Eduardo Mestre y de Gilberto Rodríguez fueron representadas por la misma persona, como si los intereses de ambos estuvieran vinculados...
E.M.S.: La señora Gloria de Bustamante, que fue la que me representó en esa asamblea, es la hermana de la señora tesorera general de la Nación y miembro de una de las familias más queridas y estimadas de Bucaramanga. Y cuando Javier Bustamante, que es el presidente de la corporación, también de Bucaramanga, me llamó para que le diera el poder a dicha señora, yo no vacilé en entregárselo. Lo que yo no sabía era qué otros poderes le habían dado. No recuerdo exactamente en qué epoca fue esa asamblea pero tengo la idea de que yo estaba en el exterior. Respecto del crédito, el banco de los Trabajadores, efectivamente, nos ofreció a algunos de sus clientes, hacernos préstamos para adquirir acciones de la corporación. Por esas acciones he pagado impuestos toda mi vida. Aquí consta (la muestra) en mi última declaración de renta, entregada en junio de 1986: por un millón setenta acciones, por valor de 10 millones 707 mil pesos, pagué 614 mil pesos por concepto de impuestos. ¿Y sabe cuánto dieron de dividendos? 481.851 pesos. Escasamente el 4%. Es el peor negocio que hecho en mi vida.

S.: ¿Fue entonces usted el testaferro del Banco de los Trabajadores en esa operación, ya que el Banco no podía realizarla directamente?
E.M.S.: Si hubiera sido testaferro, no entiendo entonces por qué el banco no me ayuda a pagar los impuestos. Aún más, ofrecí esas acciones en venta hace dos meses, porque necesito la plata para una tierra que compré en Bucaramanga, y no he logrado que me las compre nadie. Es la sexta vez que trato de ponerlas en venta.

S.: Pero lo que confirma la teoría de que usted fue testaferro, es que finalmente el crédito quedó a cargo de las droguerías de los Rodríguez.

E.M.S.: Yo pagué el valor de esa carta de crédito que me otorgó el banco con la venta de un lote, de propiedad de la firma Ursan Ltda. Sobre este punto, el superintendente bancario primero delegado me hizo después unas glosas, que yo expliqué satisfactoriamente, hasta el punto de que el termina ofreciéndome excusas y además aprueba que me posesione como presidente de la junta directiva de la Corporación Financiera de Boyacá.

S.: ¿Cómo fue la operación del lote? Es decir, ¿cómo terminó la deuda a cargo de los Rodríguez?
E.M..S.: Yo hablé con mis socios de Ursan y ellos le ofrecieron en dación en pago al Banco de los Trabajadores ese lote. Pero había serios problemas por las daciones en pago; entonces los Rodríguez, que eran los dueños del banco, decidieron comprar ese terreno, que estaba ofrecido al banco. Cómo lo pagaron, yo no tengo ni idea. Lo único que sí, es que el pagaré me lo mandaron cancelado del banco.

S.: ¿Pero en esa compraventa del lote, no hay un negocio personal de Eduardo Mestre con los Rodríguez?
E.M.S.: No. En primer lugar, Ursan es una firma distinta a Eduardo Mestre.

S.: Pero el lote había entrado en la negociación para resolver una deuda de Eduardo Mestre...

E.M.S.: Pero yo les pagué a los socios de Ursan. Ahora, a mí me tachan por haber recibido unos créditos del Banco de los Trabajadores. ¿Por qué no publican la lista de todos los colombianos que recibieron créditos del mismo banco? Y también deberían contar quiénes pagamos y quiénes no pagaron. Porque en Colombia hay 200 mil millones de cartera vencida que seguramente no tienen garantías reales. ¿Cómo se va a convertir en motivo de crítica a un ciudadano, el haber recibido unos créditos y el haberlos atendido? Además, no fue el único préstamo que recibí en el Banco de los Trabajadores, ni el primero, porque he recibido muchos más: antes de Rodríguez y después de Rodríguez.

S.: Pero, ¿por qué pensó el banco en usted para el negocio específico de la compra de acciones en la Corporación Financiera de Boyacá?
E.M.S.: Porque yo era muy buen cliente, simplemente. Además, la Superintendencia fue la que promovio ese negocio.

S.: Pero recordemos que la Superintendencia de esa época era bastante irregular.

E.M.S.: Eso no es culpa de Eduardo Mestre Sarmiento. La única fórmula para comprar esas acciones era a través de esas cartas de crédito, y por eso fueron abiertas. Me parece, además, que esas acciones son una mercancía. O si no, ¿qué son?

S.: Pero si desde 1976 esa operación figuraba como irregular, porque estaba prohibido utilizar el ahorro privado que manejan los bancos para adquirir acciones en entidades financieras, ¿cómo acepta meterse en ese negocio?
E.M.S.: Yo sé que uno no puede alegar la ignorancia de la ley, pero lo que yo pensaba de la operación, lo dije entonces en la carta al superintendente bancario primero delegado. La carta de crédito la emite es el banco. Si a mí me hubieran dicho que diera un aval bancario, yo hubiera aceptado cualquier cosa. El banco tiene un departamento jurídico y la Superintendencia vigilaba la operación.

S.: Entonces, ¿cree usted que todo esto es un montaje con intenciones políticas?
E.M.S.: Sí, y lo triste de esto es que no se sabe qué puede esperarle a un país, que hace eso para lograr unos objetivos políticos, en este caso la no elección de designado de Eduardo Mestre.

S.: ¿De dónde salieron los documentos en los cuales se basa la información de El Tiempo?
E.M.S.: Hay una afirmación del superintendente en la que sostiene que de la Superintendencia no salieron los papeles, y yo le creo. Pero en cambio, desde hace meses me vienen llamando a mí a decirme que hay miembros de la junta directiva del Banco de los Trabajadores detrás de mis cuentas en ese banco.

S.: Independientemente de los argumentos técnicos, está el argumento moral. Con respecto a Rodriguez existió un antecedente muy publicitado en su época, que fue el caso del ex alcalde Diego Pardo Koppel.
E.M.S.: Ese caso fue muy distinto.
A Diego Pardo lo tumbaron, porque hizo una declaración en contra de los intereses colombianos. Lo hubieran tumbado igual si en vez de Rodríguez hubiera sido otra persona. Yo sé mucho de ese caso por otra cosa que se les ha olvidado, y es que yo soy el único senador de Colombia que ha presentado una ponencia que valga la pena en contra del narcotráfico. Y después del prestamo, ¿oye? Además, en octubre y noviembre de 1982 yo fui el ponente del Tratado de Asistencia Legal Mutua con los Estados Unidos y lo logré sacar del Senado. El Tiempo, inclusive, lo dice en un editorial. Pero volviendo a mi proyecto, en la administración Betancur se dejó morir. En las noventa páginas que lo conformaban está consignado mi pensamiento sobre el narcotráfico. Y otra cosa quiero recordar: Carlos Lehder pagó páginas en los periódicos colombianos contra dos personas: Virgilio Barco y yo. Recibirle los avisos a Carlos Lehder no era delito. Pero en cambio, ¿sí es delito recibir préstamos de un banco y pagarlos?
S.: Usted parece ser la víctima de una cadena de infortunios que comenzaron el día en el que Barco no lo nombró ministro, cuando la verdad es que usted fue decisivo en su triunfo presidencial. Y no puede uno menos que unir esa descabezada, a las acusaciones de los últimos dias...

E.M.S.: Yo me remito a lo que dijo el Presidente, porque al Presidente hay que creerle lo que dice. Y el Presidente dijo que no había habido veto. Además, me ofreció la Embajada en Venezuela, y las razones que me dio para hacerlo me enaltecen. Yo no las cuento, que las cuente él.


S.: Además de las relaciones comerciales con Rodríguez, ¿ha tenido usted relaciones sociales con él?
E.M.S.: ¿Qué es relación social? ¿Ir a un coctel? Rodríguez tiene una cosa interesante, y es que todos sus negocios son vigilados por el Estado. Las emisoras requieren un permiso del Ministerio de Comunicaciones; para poner una farmacia hay que hacer trámites ante la Secretaría Regional de Salud Pública. O sea, es una persona que ha tenido que presentarse ante el Estado todos los días, para que le aprueben sus negocios. Mientras Rodríguez estuvo en la presidencia del Banco de los Trabajadores, hizo muchas reuniones sociales, y a muchas de ellas yo fui.

S.: ¿Le donó plata para su campaña parlamentaria?
E.M.S.: No. Además, mi campaña política es en Santander.
S.: Pero, entonces, ¿no es amigo personal de Rodriguez?
E.M.S.: Durante los 4 años que estuvo de presidente del Banco de los Trabajadores, yo fui amigo suyo y nunca lo he negado. ¿Es que acaso un gerente de banco le presta a un enemigo?
S.: ¿Y el concepto del "modelo 82" no lo inhibió nunca en esas relaciones?
E.M.S.: Yo no sé nada del "modelo 82". Yo lo único que sé es que la solicitud que los Estados Unidos presenta para la extradición de Rodríguez es del año 84.

S.: Pero para ese entonces, ya sé comentaba públicamente que Rodríguez tenia vínculos con el narcotráfico.

E.M.S.: Resulta muy complicado basarse en los chismes de las personas.
S.: Usted estaba obligado a cuidarse mucho, porque tenía una carrera política por delante.

E.M.S.: ¿Cuidarme de qué?
S.: Pues de tener relaciones con al guien de quien se decía que estaba relacionado con el narcotráfico.

E.M.S.: Yo lo que hice fue ir a un banco a pedir un préstamo.

S.: Pero es que ese banco era del señor Rodríguez.

E.M.S.: Y los otros bancos, ¿qué? También porque Michelsen salió con problemas, ¿los tenían los clientes del Banco de Colombia?
S.: La diferencia está en que Michelsen no es narcotraficante.

E.M.S.: La relación mía fue solamente con el banco.

S.: Eso, que probablemente no sería problema para cualquier ciudadano, sí lo es para alguien que suena para designado.

E.M.S.: Yo personalmente creo que no, pero desde luego, me remito a lo que digan mis colegas del Parlamento. Y, además, con ese mismo argumento, ningún abogado podría ser Presidente de Colombia, porque los penalistas defienden es a los delincuentes.

S.: Después de este episodio, ¿Eduardo Mestre Sarmiento continúa en su carrera por la Designatura?
E.M.S.: Yo no he tramitado ninguna ambición personal. El doctor Durán Dussán fue al día siguiente de la elección del doctor Barco a visitarlo, para decirle que tenía aspiraciones a la Designatura. Yo no he ido nunca a donde el Presidente con ese efecto. Desde hace 3 meses yo le he estado diciendo más bien, que escoja él el candidato a designado. Por lo que a mí respecta, me apoya un número considerable de parlamentarios, y ellos serán quienes digan la última palabra.