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| Foto: Andrés Gómez Giraldo

ENTREVISTA

“Fui víctima de un engaño”

Pedro Gómez aclara cuáles han sido sus nexos comerciales con Marco Antonio Gil, alias el Papero.

6 de abril de 2013

SEMANA: ¿Cómo conoció usted al Papero?

Pedro Gil:
 En primer lugar quiero aclarar que yo no conocí a nadie llamado el Papero, sino a un empresario llamado Marco Antonio Gil. El apodo del Papero y toda la historia que hoy está en los medios no lo conocí sino hasta ahora.


SEMANA: ¿Y cómo se le presentó el señor Gil a usted entonces?

P. G.: Como un propietario de algunos predios apropiados para desarrollos arquitectónicos importantes. Ese precisamente es mi negocio. Unirme con gente que tenga la tierra para hacer proyectos basados en la experiencia y trayectoria de Pedro Gómez y compañía. 

SEMANA: Pero usted dijo que había investigado sobre él. ¿Eso obedeció a alguna sospecha? 

P. G.: No, en lo más mínimo. Nosotros por principio indagamos los antecedentes y las calidades de todas las personas que nos ofrecen predios. La del señor Gil se hizo con todo el rigor en aquellas áreas en donde se desempeñaba: en Corabastos, entre los floricultores y en el sector financiero. Los resultados de la investigación fueron totalmente positivos. También comprobamos que no había ningún proceso policial ni judicial en su contra.

SEMANA: ¿Pero cuál fue su impresión? 

P. G.:Yo solo lo conocí después de todo el proceso que acabo de mencionar. Los funcionarios que lo llevaron a cabo me lo presentaron. Me pareció una persona normal, tal vez poco refinada, pero de buenas maneras.  

SEMANA: ¿Hasta dónde llegó su relación personal con él?

P. G.:
No he tenido ninguna relación personal con él, solo profesional. Luego de sucesivas aproximaciones, llegamos a entendimientos y a constituir sociedades para construir dos proyectos, uno en Bogotá y otro en Villavicencio. Todo esto se realizó en múltiples reuniones de trabajo con los diversos profesionales de la arquitectura y la ingeniería.  Esas reuniones se llevaron a cabo en un ambiente cordial, marcado por mucho respeto del señor Gil hacia la empresa y hacia mí. 

SEMANA: Durante esos años de lazos comerciales con el señor Gil, ¿llegaron a sospechar de conductas como las que han aparecido últimamente?

P. G.:
No. Por el contrario, repito, aparecía siempre como una persona muy correcta y muy cumplida. Su aparición en la lista Clinton fue una sorpresa enorme para todos nosotros. Él, en la única reunión  que tuvimos después de la noticia, nos juró ser inocente, pero nosotros procedimos de inmediato y sin contemplaciones a liquidar los negocios que teníamos con él y con su familia, naturalmente protegiendo los derechos de los compradores de los proyectos que estaban en curso.

SEMANA: Se ha dicho que usted o Pedro Gómez y Cía. fueron socios de la señora del general Buitrago.  

P. G.: Eso es totalmente falso.  No soy ni fui socio de esta señora, ni siquiera la conozco, solo ahora sé de su existencia por las noticias.  

SEMANA: ¿Es normal que ustedes investiguen los antecedentes de los propietarios de las tierras que utilizan?

P. G.:
Sí. Cuando el oferente de tierras no es una persona ampliamente conocida por nosotros siempre procedemos a investigar sus antecedentes, y ha habido varios casos en que por simples dudas sobre la naturaleza de los negocios de los propietarios de la tierra, desistimos de los proyectos.  Especialmente, en algunas ciudades y regiones del país se debe investigar con lupa para no incurrir en errores de esta naturaleza. 

SEMANA: ¿Cuál ha sido la reacción de sus socios y compradores en la empresa con motivo de estas noticias?

P. G.:
Muy positiva. No han dejado de repicar los teléfonos de amigos, socios y compradores de locales y viviendas que nos expresan su solidaridad y nos reiteran su confianza total. La gente me conoce y entiende que fui víctima de un engaño.