Carrusel de evidencias en la Fiscalía de Cali

Desde hace varios meses la Dijín, en coordinación con la propia Fiscalía, viene realizando una investigación que sacudirá a esa entidad en la capital del Valle.

Se trata de la desarticulación de una presunta red dedicada a sustraer y vender, al mejor postor, las pruebas materiales de procesos judiciales que se guardan en el almacén de evidencias de la Fiscalía, que funciona en unas bodegas en el norte de Cali.

Por ese hecho fueron capturadas dos personas, padre e hijo. La primera aprehensión se hizo hace un par de meses y afectó a uno de los custodios del almacén de evidencias de la entidad, pero en el momento de su detención ya no laboraba en la Fiscalía. La otra captura ocurrió este jueves e involucró a su hijo, a quien se acusa de receptación.

El caso es llevado por un fiscal de la Unidad de Delitos contra la Administración Pública, desde la capital del Valle.

Para tener una idea del escándalo, es similar a lo que sucedía con las armas ilegales incautadas en Cali, que luego salían por la puerta de atrás de la armería de la Tercera Brigada para ser usadas en nuevos crímenes.

Fuentes cercanas a la investigación por el carrusel en la Fiscalía confirmaron que entre las pruebas sustraídas por el jefe de almacén de evidencias están varios de los computadores y celulares incautados en el escándalo por el fraude electoral en el Valle del Cauca.

Como se recordará, en julio del 2012 se realizaron elecciones atípicas en ese departamento para elegir gobernador, pero el mismo día de las votaciones fueron capturadas 10 personas, entre funcionarios y exfuncionarios de la Registraduría, y personas ligadas a la campaña del candidato del MIO, Francined Cano, protegido del exsenador Juan carlos Martínez Sinisterra, hoy preso por presuntos nexos con narcotraficantes.

Ese proceso hoy tiene tras las rejas a varios exfuncionarios de la Registraduría y en juicio al exsenador Martínez, pero los fiscales que investigan ese y otros fraudes electorales en el país están preocupados porque entre las evidencias sustraídas del almacén, hay varios elementos considerados claves para la investigación.

Además, en el transcurso de las pesquisas contra el carrusel de las evidencias de la Fiscalía, se descubrió que otros elementos de casos judiciales igualmente importantes fueron robados.

“Son muchas las evidencias desaparecidas de otros procesos; eso nos da a entender que no es una red que busca afectar un caso en particular, sino que se trata de manzanas podridas dentro de la entidad, que se venden al mejor postor”, argumentó una fuente oficial que pidió omitir su nombre.

Ese hecho motivó que se abriera otra investigación más compleja y no se descarta que más funcionarios o exfuncionarios de la Fiscalía resulten salpicados.

Las autoridades esperan que las dos personas detenidas hasta hoy se acojan a un principio de oportunidad y con ello se develen otros implicados de este escándalo que ya sacude a una de las entidades más prestigiosas de la capital del Valle.