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| Foto: Daniel Reina

CONMEMORACIÓN

"Gané diez años más de vida"

Javier Gutiérrez perdió su pierna derecha y la izquierda solo le causa dolor. A pesar de eso, trabaja 8 horas de pie en la misma cocina que casi le quita la vida.

2 de febrero de 2013

Pasó 18 meses en una cama, casi siete años incapacitado y se sometió a 26 cirugías y más de 700 terapias. Lo único bueno que le ha dejado esto es que pudo ver crecer a sus hijos. Hoy trabaja más de ocho horas de pie, sobre una pierna de titanio, en la misma cocina que por poco lo mata. Cuando la bomba estalló, la campana extractora le cayó encima y le destrozó las piernas. Ni la amputación de la derecha, ni las fracturas de la izquierda lo hicieron sentir tan desesperanzado como el día en que, tres meses después de estrenar una prótesis (el momento más feliz en estos diez años), le dio osteomielitis en el muñón. Para tratarlo le dieron unos antibióticos tan fuertes que pensó que no solo perdería las piernas, sino también los dientes.


A pesar de los dolores que sufre, Javier Gutiérrez hace chistes sobre su condición. “Ando montado en un Mercedes Benz”, dice al enseñar su pierna metálica. El humor le ha hecho la recuperación más llevadera, porque la quietud física y mental era desesperante. Hoy dice que es un privilegio volver a pensar en las lechugas que necesita un banquete para 1.000 personas. “Amo tanto la cocina que me gustaría morir en ella”, le dijo a alguien antes de que ocurriera la tragedia. Hoy no se atreve a repetir esas palabras, aunque siguen siendo ciertas.