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Andrés Pastrana y Cesar Gaviria | Foto: Semana

POLÉMICA

“Pastrana respira amargura y resentimiento”: Gaviria

César Gaviria respondió a la acusación que lanzó Andrés Pastrana, quien lo señala de ser eslabón perdido del proceso 8.000.

29 de noviembre de 2013

El expresidente César Gaviria no fue indiferente frente a las acusaciones que recibió por parte de Andrés Pastrana, quien en su libro Memorias Olvidadas, el cual presentó en la noche del jueves en Bogotá, lo señaló como el “eslabón perdido del proceso 8.000”.

Por el contrario, Gaviria le habló con dureza a Pastrana. No solo lo trató de loco, amargado, resentido y mentiroso, sino que aprovechó para recordarle algunos detalles del contenido de los polémicos narco-casetes a los que precisamente Pastrana no hizo referencia en sus Memorias olvidadas.

Uno de ellos, que en las grabaciones entre Miguel Rodríguez Orejuela, jefe del cartel de Cali, y el periodista Alberto Giraldo, se menciona el ingreso de dineros del narcotráfico a las dos campañas presidenciales, y no sólo a la de Ernesto Samper. “El contenido las cintas refería a una significativa contribución del cartel de Cali a las dos campañas presidenciales, la del candidato Samper y la del candidato Pastrana”, le recordó Gaviria.

La versión de Pastrana, según la cual Gaviria conocía con anterioridad las grabaciones, es para el expresidente liberal “totalmente falsa e ilógica” y sobre ella, Pastrana no aporta detalles de ninguna naturaleza. “El doctor Pastrana respira amargura y resentimiento, no aporta pruebas sino afirmaciones mentirosas”.

Para Gaviria el cuento del “eslabón perdido” obedece al remordimiento que a su juicio debe sentir Pastrana “por no haber tenido el coraje” para poner en conocimiento de los electores las grabaciones antes de las elecciones presidenciales de 1994, y no con posterioridad al certamen electoral, como en efecto lo hizo.

Tengo la conciencia tranquila sobre la rectitud de mi conducta, y no estoy seguro de que algún día no aparezcan la prueba que vinculen a la campaña de Andres Pastrana con el cartel de Cali como lo mencionan las grabaciones.

Gaviria recordó este viernes que conoció las grabaciones sólo hasta el momento en que Pastrana se las presentó en la Casa de Nariño, cuatro días antes de la segunda vuelta de las elecciones del 94. Gaviria las puso en conocimiento de las autoridades de inteligencia para que adelantaran el cotejo de voces, y sólo en la madrugada del viernes antes de las elecciones se comprobó que en realidad una de las voces correspondía a la de Miguel Rodríguez Orejuela. Así se lo informó a las dos campañas presidenciales, tanto la de Pastrana como la de Samper, y posteriormente ordenó el traslado de esa prueba a la Fiscalía para que adelantara la investigación. Pastrana había asegurado que nunca se le informó sobre la veracidad de las grabaciones y que sólo Samper fue quien tuvo conocimiento del cotejo de voces.

En ese momento, el viernes antes de las elecciones, Pastrana convocó una rueda de prensa en la que desafió a Samper en el sentido de que si se comprobaba que alguna de las dos campañas hubiera recibido dineros del narcotráfico, que si alguno de los dos candidatos había recibido financiación del narcotráfico, tendría que renunciar a su elección como presidente. Sin embargo, Gaviria hizo un apunte “no recuerdo si el doctor Pastrana informó a los periodistas que las cintas referían a acusaciones a las dos campañas y no solamente a la del presidente Samper”.

Eso sí, Gaviria aclaró que con posterioridad, la investigación adelantada por el fiscal general Alfonso Valdivieso no encontró pruebas de que las campaña de Pastrana hubiera recibido dineros del narcotráfico, como sí sucedió en el caso de Samper. Sin embargo, Gaviria dijo que no estaba seguro de que algún día “no aparezca la prueba que vinculen a la campaña de Andres Pastrana con el cartel de Cali como lo mencionan las grabaciones”.

Pastrana también había salpicado a Rafael Pardo, en ese entonces ministro de Defensa de Gaviria. El expresidente conservador lo acusó de haberle propuesto un pacto de silencio para que no se revelaran las grabaciones de los narco-casetes.

Pastrana se refirió a una reunión en la casa del propio Pardo. El hoy ministro de trabajo controvirtió al expresidente al señalar que la versión sobre ese presunto pacto es una falsedad que sólo pretende hacerle daño al expresidente Gaviria. “Mal podría proponer un acuerdo de no decir nada cuando ya había hecho esa divulgación a los organismos de seguridad”.

Esta nueva controversia no dejó indiferente al jefe de Estado, Juan Manuel Santos, quien trató de mediar en esta nueva confrontación al reclamar cordura a los dos expresidentes. “Invito comedidamente a los expresidentes a que depongan sus odios y rencores, y nos dediquemos más a pensar en el país y en su futuro”, trinó el mandatario desde su cuenta en Twitter.

Y el otro expresidente involucrado en esta controversia, Ernesto Samper, también salió en defensa de Gaviria, de quien dijo: “Procedió correcta y oportunamente en el manejo de la narco-obsesión de Andrés Pastrana”.

Esta nueva controversia sólo deja en evidencia que el fantasma del proceso 8.000 aún parece vigente en la política colombiana, y ahora vuelve a ser tema de controversia entre los pesos pesados de los partidos tradicionales, precisamente meses antes de una nueva confrontación electoral.