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Según Montoya, su injerencia no fue distinta a la de asistir al acto de desmovilización de ese bloque guerrillero en Alvarado, Tolima. | Foto: Archivo SEMANA

JUDICIAL

General Montoya rechaza las acusaciones de Restrepo

El alto oficial dice que no tuvo injerencia en la desmovilización del frente Cacica La Gaitana de las FARC.

15 de octubre de 2014

Horas después de las acusaciones en su contra, el general Mario Montoya asumió su propia defensa y negó que él hubiera tenido alguna injerencia en la desmovilización del falso frente de las FARC Cacique La Gaitana.

El señalamiento fue hecho en la mañana de este miércoles por quien fuera alto comisionado de paz durante el gobierno de Álvaro Uribe, Luis Carlos Restrepo. En diálogo con Blu Radio, después de más de dos años y medio evadiendo la justicia colombiana, dijo que él no era responsable de una falsa desmovilización de 62 guerrilleros de las FARC en el 2006, sino que recibió la información de la cúpula de las Fuerzas Armadas, en particular de su entonces máximo comandante, Mario Montoya.

Por eso, Restrepo pidió a la cúpula del momento que “asuma sus responsabilidades si hubo un fallo en inteligencia” para determinar cómo los supuestos guerrilleros, en realidad civiles, montaron una desmovilización ante los medios nacionales y extranjeros.

Montoya respondió. Pero no lo quiso hacer él directamente, sino a través de su abogado, quien dijo a Semana.com que “respecto a las afirmaciones del comisionado, se debe dejar en claro que el general Montoya recibió el comando general del Ejército el 25 de febrero del 2006, es decir, días antes de la desmovilización, que se realizó el 3 de marzo del mismo año”.

Según el oficial, no tuvo injerencia distinta que asistir al acto de desmovilización de ese bloque guerrillero en Alvarado, Tolima.

Pero quizá los hechos demuestran lo contrario. Periodistas que investigaron el asunto en ese momento aseguran que el general Montoya, incluso, era el más entusiasmado con esa desmovilización. Tanto, que días después de ésta hizo ronda de medios para defenderla. “Esa deserción masiva se constituyó en el más duro golpe a la guerrilla en los últimos años”, dijo.

Pero también los archivos periodísticos lo contradicen. El 11 de marzo del 2006, en la revista SEMANA, aparece una declaración del alto comisionado y el general Montoya en la que se refirieron a Raúl Agudelo, alias ‘Olivo Saldaña’, quien organizó la desmovilización, como “un colaborador del Estado”.

Luis Carlos Restrepo dijo que “el señor Agudelo es un colaborador del Estado y gran impulsor de las políticas de desmovilización”, mientras que el general Mario Montoya se refirió a él como “un hombre con el que venimos trabajando”. Es decir, con esta declaración se supone que el entonces comisionado y el general conocían a los protagonistas y los pormenores de esa desmovilización.

No obstante, y luego de descubierta la farsa de ‘Saldaña’ y de ‘Biófilo’, el joven con cola de caballo que fue presentado como jefe político de la compañía, el general Montoya y sus oficiales de inteligencia reconocieron que no verificaron los antecedentes de la aeronave (entregada por ellos en el momento de la desmovilización), a pesar de que era la primera vez que oían hablar de que la guerrilla tuviese este tipo de recursos.

Y es que, en su momento, la desmovilización del frente de La Gaitana tuvo elementos bastantes estrambóticos: los supuestos desmovilizados llegaron estrenando camuflado, sus armas eran relucientes, el pelo de la mayoría era bien cuidado, las manos de la mayoría eran impecablemente limpias –un hecho contrario a la dureza de la vida en el monte–, hubo la entrega de un avión y se presentó como una evidencia de la desmovilización en la que estaban las FARC.

El caso fue objeto de una investigación judicial que evolucionó en la salida de Restrepo del país. “Yo no estoy clandestino, mi situación es perfectamente conocida por el país donde estoy e incluso a nivel internacional. Se trata de una persecución política. El gobierno colombiano intentó en dos ocasiones que Interpol librara una circular en mi contra. No lo logró”, afirmó Restrepo en la entrevista.

Y ahora el defensor de Montoya insiste: “El oficial no tenía ningún tipo de conocimiento ni manejo de los aspectos puntuales de esa desmovilización y mucho menos de los antecedentes, como para determinar si era verdadera o falsa”.