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| Foto: SEMANA

JUSTICIA

General señala a subteniente por crimen de niños en Arauca

El testimonio de un alto oficial hunde al subteniente Raúl Muñoz, principal sospechoso del crimen de los niños de Arauca, y abre interrogantes sobre responsabilidades de otros superiores

2 de febrero de 2012

El general Rafael Alberto Neira, excomandante de la décimo octava Brigada del Ejército, señaló ante la justicia al subteniente Raúl Muñoz Linares como el principal sospechoso de la violación y el crimen de tres menores en Arauca.
 
El caso, como se recuerda, estremeció al país en octubre del 2010, cuando se tuvo noticia de que en Tame (Arauca) una niña de 14 años y sus dos hermanitos, de 9 y 6, habían desaparecido de su casa ubicada en el caserío Caño Tembladores, a pocos metros del campamento temporal de brigada móvil 5, de la cual hacía parte el subteniente Muñoz.
 
El militar, que fue detenido y procesado por el crimen de los tres niños, así como de la violación de otra menor en la misma zona, aseguró entonces a sus superiores que sí tuvo relaciones con las niñas, pero ha negado ser el homicida. El caso venía siendo conocido por la juez María Constanza Gaona, quien fue asesinada en marzo pasado. Desde entonces el expediente se trasladó a Bogotá, adonde el jueves compareció el general para poner contra la pared al subteniente.
 
Neira, con documentos en mano, hizo ante la juez de conocimiento un relato minucioso de los hechos y los hallazgos que implican a Muñoz. El general arrancó su exposición aclarando que la Brigada 5 Móvil no estuvo nunca bajo su mando sino del general Javier Fernández Leal, comandante de la Octava División, tal como se registra en un oficio que exhibió en el estrado
 
Aún así, en el 2010 Neira adelantó las primeras pesquisas y trasladó sus hallazgos a la Fiscalía en un informe que también fue descubierto en la audiencia.
 
El documento detalla que Neira ordenó sacar de la zona a la Brigada móvil 5 y que una vez tuvo reunidos a los hombres en el batallón de Arauca, procedió entrevistarlos: "Como respuesta al acercamiento que tuve con los soldados, se presentaron ante mí oficina los soldados profesionales Cardona Arias y Cardona Cardona, de la brigada móvil 5, con el fin de manifestar conductas anormales del subteniente Muñoz".
 
"Los soldados manifestaron que aproximadamente 15 días antes, el subteniente salió del área del vivac con su fusil de dotación y un machete, tardó algunas horas y llegó mojado, algo agitado y ansioso, y que ordenó al peluquero de la unidad que le cortara el cabello hasta quedar rasurado. Poco tiempo después se acercó una señora en busca de la unidad militar para realizar acusaciones de posible violación de su hija menor por parte del uniformado", agregó.
 
Esta delicada acusación, por una parte, pone Muñoz a como “ausente” de su guarnición justo en el momento y en la zona donde se denunció la violación de una menor. Y por otra parte, abre el interrogante de responsabilidad: ¿Por qué el comandante de la Brigada Móvil 5 no investigó y tomó correctivos frente a la situación? Si al final la justicia encuentra que Muñoz violó a esa menor y –dos semanas después–, violó y asesinó a otra niña y a sus dos hermanitos, se concluirá que esa omisión significó un atroz crimen que se pudo haber evitado.
 
Sobre el asesinato de los tres menores el 14 de octubre del 2010 también habló el general Neira. Con mapas y coordenadas precisó que la Brigada Móvil 5 ese día se hallaba instalada en un punto a 430 metros del lugar del crimen.
 
Narró que ese día, "el soldado profesional Saavedra (brigada móvil 5), quien se encontraba de centinela, observó que el subteniente Muñoz Linares salió del sector aproximadamente hacia las 12:10 horas del día, con su fusil de dotación y un machete, de acuerdo con la información suministrada por los soldados el oficial retornó hacia las 15:30 horas cuando el comandante del Batallón de Combate Terrestre N°45 se encontraba realizando el programa radial con el comandante a la Brigada Móvil 5, señor coronel Freddy San Miguel Guzmán, quien es su comandante natural".
 
Añadió que, en esa oportunidad, "el señor mayor James Alberto Granada (comandante del Batallón 45) le llamó la atención por salir solo y sin medidas de seguridad. Los soldados manifestaron que el subteniente Muñoz regresó mojado, muy ansioso e interesado en ubicar agua para lavar sus pertenencias, cuestión que realizó bañándose el cuerpo".
 
La situación coincide en tiempo y lugar con el crimen. El general Neira recordó que trasladó todos sus hallazgos a la Fiscalía. El alto oficial, que se retiró del servicio en diciembre pasado, respondió decenas de preguntas que le formularon las partes en la audiencia.
 
Pero además de los testimonios, a Muñoz lo sindica una prueba técnica contundente: hay rastros de su semen en el cuerpo de la menor de 14 años asesinada. Ante esta evidencia, el subteniente afirma que las menores eran 'novias'. El viernes se continuará escuchando otros testimonios.