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Gina Parody vs. José Obdulio

Gina Parody asocia a Uribe con el paramilitarismo y José Obdulio Gaviria la insulta y la llama gay. ¿En qué terminó esta pelea política de la semana?

11 de julio de 2015

Todo comenzó cuando la actual ministra de Educación trinó: “Los vínculos entre paras y uribismo fueron evidentes siempre… a los paras les dieron un acuerdo de amigotes con impunidad, sin justicia y con beneficios para narcos” y “los paras estuvieron en el Congreso y en Palacio con Uribe”. A esto le respondió José Obdulio Gaviria en los siguientes términos: “Lagarta rica y gay es una ‘estadista santista’. Lagarta pobre y heterosexual es una ‘pobre politiquera’”.

La acusación de Gina era políticamente imprudente y la de José Obdulio, insultante y discriminadora. Asociar a Uribe con los paramilitares ha sido un recurso rutinario entre los antiuribistas. Es cierto que muchos políticos uribistas han terminado tras las rejas por sus vínculos con las autodefensas, sin embargo, había dos razones por las cuales Gina Parody no debía decir lo que dijo. Primero, porque no es una particular,  ni siquiera una congresista, sino una ministra del gobierno de Juan Manuel Santos. En esa condición cualquier pronunciamiento suyo podría ser interpretado como una posición oficial.
Segundo, porque aunque en la política casi todo vale, la deslealtad es siempre mal vista. Esa última postura sin embargo peca de excesivo pragmatismo. Gina fue uribista hasta que partió cobijas con Uribe por el tema del manejo que ese gobierno le estaba dando a los paramilitares. Tenía apenas 30 años y era la niña consentida del presidente más popular de la historia reciente. Con esa valiente decisión Gina demostró su carácter y que tenía futuro en la política. Lo que para algunos es visto como deslealtad para otros es una posición ética.

El trino parece haber sido más una iniciativa personal que una posición de gobierno. En términos políticos el momento no era muy inoportuno. El expresidente Uribe había hecho una propuesta sobre las posibles condiciones en las que él estaría de acuerdo con el proceso de paz. Aunque no eran totalmente viables sí contenían elementos que mostraban no un rechazo, sino una posición constructiva. El propio Humberto de la Calle había reconocido esto y por primera vez en mucho tiempo se sentía una posibilidad de acercamiento entre el gobierno y la oposición. Todo esto coincidía con el llamado de los países garantes a desescalar el conflicto y a acelerar la búsqueda de un cese al fuego bilateral verificable. También, con el anuncio de las FARC de la reanudación de su tregua unilateral por un mes. Ante esas circunstancias coyunturales de relativa reconciliación nacional es difícil creer que el gobierno tuviera la intención de darle un portazo a Uribe.

Pero bastante más grave es lo que le hizo José Obdulio Gaviria a Gina Parody. En Colombia siempre ha habido una tradición de respeto por la vida privada de los personajes públicos. Meterse con la orientación sexual de la gente es considerado un tabú. En Estados Unidos y en los países anglosajones se asume que la conducta privada puede influir en la conducta pública. En los países latinos no, así mientras presidentes y ministros gringos o ingleses pueden caer por alguna infidelidad, en países como Francia eso nunca sucedía. El affaire del presidente Hollande con la actriz Julie Gayet fue un escándalo no tanto por el adulterio sino por el oso que hizo del presidente de la República fugándose del Eliseo en una moto con blue jeans y casco.

Y en lo que se refiere a la orientación sexual, ese tabú existía en el pasado pero en el mundo contemporáneo ha ido desapareciendo. Hace 20 o 30 años la homosexualidad todavía se ocultaba y al ser clandestina se decía que podía dar pie a chantajes y extorsiones. En Inglaterra ser homosexual era un delito hasta 1968. Hoy en día la orientación sexual es un hecho neutral a tal punto que el presidente de Luxemburgo está casado con su pareja, lo mismo que el alcalde de Berlín y el embajador de Estados Unidos en España. En Colombia, Felipe Zuleta fue un pionero en esa materia y su opción de vida es respetada unánimemente. Más recientemente, Claudia López y Angélica Lozano han hecho pública su relación y aunque todavía no se ha medido el efecto electoral de esto, los pronósticos de esa actitud frentera son muy favorables.

Gina Parody siempre ha separado su vida privada de su vida pública y siempre se le había respetado. Por eso el trino agresivo de José Obdulio marcó a la vez un hito y una regresión en las reglas del juego político. Sin duda alguna le hace mucho daño al agresor. Tan es así que él mismo lo borró al darse cuenta de la reacción que produjo, y le pidió perdón a Parody.

Aunque en esta controversia política no hubo ganador, una cosa es un ataque político imprudente, y otra una violación flagrante a la intimidad con tono de discriminación. Lo segundo, sin duda, es mucho más grave.