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| Foto: Semana.

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La ofensiva del Gobierno para salvar la reforma de la salud

El ministro de Salud afirmó que la reforma busca ‘enmendar los errores históricos’.

5 de noviembre de 2013

En rueda de prensa los ministros de salud, Alejandro Gaviria; Hacienda, Mauricio Cárdenas; Educación, María Fernanda Campo, y del Interior, Aurelio Iragorri, se dirigieron a la opinión pública este 5 de noviembre para hacer énfasis en lo que, en palabras de Cárdenas, es una reforma que ha sido “tergiversada”.

Uno de los puntos álgidos para el gremio de la salud y el cual ha motivado protestas en todo el país es el de la formación académica y la remuneración a los médicos especialistas. Al respecto, Gaviria aseguró que “con la reforma, por sugerencia de la misma comunidad médica, aumentamos los cupos (para las especialidades)… se contempla remunerar a los residentes en los hospitales, (cobrar) matrículas más bajas y procesos de selección más transparentes”.

Con respecto a las críticas recibidas por el gremio tras afirmar que los “pocos especialistas cobran mucho por su trabajo (hasta 25 millones de pesos)”, el ministro de salud comentó que “en ningún momento hablamos de ponerles topes (a los salarios) de los especialistas. Tampoco se ha dicho que vayamos a cerrar los hospitales públicos. Con el ministro de Hacienda, buscamos garantizar la sostenibilidad de los hospitales (que están) en alto riesgo financiero”.

Por ahora, se instrumentará lo que llamó una “solución transitoria al inyectar 120.000 millones de pesos en las próximas semanas para pagar las deudas. Pero ese porcentaje es pequeño… para resolver todo necesitamos la reforma”.

Gaviria también habló de otra de las quejas que ha manifestado tanto el sector de la salud como otros opositores a la reforma, y es el papel de las gestoras de salud, figuras que reemplazarían a las Empresas Sociales del Estado (EPS), en el manejo de los dineros de la salud: “El objetivo no es fortalecer las EPS, de hecho, lo que hacemos es quitarles el manejo de los recursos y someterlas a mayor vigilancia y (estas) no serán viables si no dan resultados”.
 
Por su parte, el ministro del Interior aseguró que “no se quiere beneficiar intereses particulares… La opinión pública no puede dejarse engañar por tergiversaciones que (los) quieren convencer de que es una mala reforma. Se necesita la reforma para salvar financieramente a los hospitales”.

Por otro lado, Gaviria hizo énfasis en los cuatro ejes que motivan su proyecto: subsanar los problemas financieros del sector, “que no dan espera”; la necesidad de ampliar el plan de beneficios para reducir la necesidad de que los colombianos recurran a la tutela; la formalización de los trabajadores de la salud “por mandato de la Corte Constitucional”, y la redefinición del sistema a través de la concentración de los recursos en un fondo llamado 'Salud Mía'.

También advirtió que sigue abierto al diálogo: “Me he reunido sistemáticamente con las universidades, las asociaciones… y surgió una alternativa que contempla la creación de un sistema nacional de residencias médicas”, cuyos detalles estarían pendientes por concretar con el Ministerio de Educación. Precisamente, la ministra Campo afirmó que el propósito de este sistema es que se convierta en “órgano máximo constituido por representantes de los ministerios de Salud y Educación, del sector académico, las IPS, egresados de las especializaciones y representantes de estudiantes para avanzar en los problemas y carencias”.

La ministra también celebró la eliminación del artículo que otorgaba a hospitales la capacidad de expedir títulos de especialidades, ya que “vulnera la autonomía de las universidades y lo previsto en la Ley 30 de 1992”.

Así mismo, Campo afirmó que “se requieren más especialistas… el objetivo es fortalecer los procesos de articulación entre los sectores salud y educativo; revisar los sistemas de admisión y fortalecer las alianzas entre las universidades y las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS).

Por su parte, Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda, señaló que la deuda estimada de las EPS con los hospitales asciende a cerca de dos billones de pesos, y “esta situación crítica se debe a que el sistema no funciona. La reforma busca resolver problemas estructurales, crear mecanismos fiscales y presupuestales. Ha habido interesados en tergiversar la realidad para descarrilarla”.

En respuesta a las múltiples críticas que ha recibido la ley debido a que la normatividad es una reforma estructural, mas no de fondo, el ministro del Interior afirmó que “no es improvisada, es estudiada. No habrá un proyecto de ley perfecto, pero este se acerca sustancialmente a lo que queremos (y ) es solucionar la atención en salud de colombianos”.

El ministro de Salud explicó que “debe haber una coherencia mínima entre los recursos que financian el sistema y lo que ofrecemos”, y que el plan de beneficios aumentará a medida de que aumenten los recursos. Finalmente, Iragorri aseguró que “el Congreso tiene oportunidad de cerrar con broche de oro estos años de Gobierno”.

Por el momento, mientras la ley que reformaría el sistema de salud en Colombia sufre modificaciones a medida que transita por los entes legislativos, la resistencia de los diferentes actores del sector es la mayor prueba que enfrenta el proyecto estrella del Ministerio de Salud del gobierno Santos.