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El jefe de la delegación del Gobierno, Humberto de la Calle (centro), acompañado del equipo negociador en la Habana, Cuba, este 24 de febrero. En su orden (izq. der.) Sergio Jaramillo, alto comisionado para la Paz; Nigeria Rentería, el general Jorge Enrique Mora, María Paulina Riveros y el general Óscar Naranjo | Foto: Ofician del Alto Comisionado para la Paz.

PROCESO

“FARC no pueden ser jueces de las FF. MM.”

La delegación del Gobierno en la Mesa de conversaciones le exige a la guerrilla ponerse “seria” porque ,de lo contrario, “aleja” el propósito de alcanzar la paz

24 de febrero de 2014

El Gobierno les habló durísimo a las FARC. A través de su delegación en la Mesa de Conversaciones, la administración del presidente Juan Manuel Santos les exigió “no comentar el acontecer diario en Colombia” para evitar un ruido que afecta al proceso que busca una salida negociada al conflicto armado. En una de sus más severas declaraciones públicas le insistieron a la guerrilla en que por esta línea que vienen “alejan” el país de lograr “el propósito” de la paz. En concreto, le dijeron a la insurgencia que sea “seria”.

Los representantes del presidente en La Habana recordaron que precisamente están allí para “en un marco de respeto y compromiso” avanzar “en los diálogos”. “Para eso y para nada más estamos aquí”.

De ahí que hayan sido enfáticos en afirmar que no están en Cuba “para comentar el acontecer diario en Colombia”. Los delegados gubernamentales recordaron que “desde el comienzo de este proceso el Gobierno ha insistido en la necesidad de separar lo uno de lo otro”.

“Por eso, dijeron, no aceptamos que desde este espacio donde buscamos construir un acuerdo de paz que lleve a la reconciliación de los colombianos, las FARC, como lo han hecho el día de hoy (lunes), se presenten como si fueran los jueces de las instituciones de Colombia y en particular de nuestras Fuerzas Militares”.

Las declaraciones fueron hechas por el jefe negociador del gobierno en la Mesa de Diálogos, Humberto de la Calle, acompañado por primera vez por todos los integrantes de la delegación: Sergio Jaramillo, Nigeria Rentería, el general Jorge Enrique Mora, el general Óscar Naranjo y María Paulina Riveros

Para los delegados del Gobierno es claro que “nuestros problemas los resolverán nuestras instituciones, en democracia”. Y, aseguraron, que los inaceptables señalamientos de las FARC con su dedo acusador, en nada contribuyen a los esfuerzos de paz y por el contrario, nos alejan de este propósito.

“Las permanentes descalificaciones a personalidades y expresidentes tampoco son el propósito de estos diálogos y crean un pésimo ambiente entre los colombianos para avanzar en los esfuerzos de paz”.

Los representantes del Estado en La Habana argumentaron que “nosotros también podríamos hacerlo, pero no queremos ni vamos a caer en ese juego: esa no es nuestra función como Delegación en la Mesa de Conversaciones. No nos parece ni útil ni serio proceder de esa manera”.

Insistieron en que si las FARC quieren participar del debate público, lo que deben hacer es avanzar rápidamente hacia un acuerdo para terminar el conflicto y dar muestras concretas de compromiso con los valores y los procedimientos de la democracia.

Y, además, manifestaron que querían aprovechar esta oportunidad para hacerles un reconocimiento a las Fuerzas Militares y de Policía de Colombia por su sacrificio y su compromiso diario con la seguridad de los colombianos, y también por su respaldo al camino de diálogo en busca del fin del conflicto que estamos transitando.

“Como ha dicho el presidente Santos, son los soldados y los policías de Colombia los más interesados en que llegue la paz a nuestro país. No pasa un día en La Habana sin que nosotros, los delegados del Gobierno, pensemos en ellos. Porque es también por ellos y para ellos que estamos aquí”.

Los representantes del Gobierno, por último, aseguraron que querían aclarar, “como lo hemos dicho tantas veces, que ni la estructura ni la las funciones de nuestras Fuerzas Militares hacen parte de la agenda del Acuerdo General, y no las vamos a discutir en La Habana. Serán el Gobierno y los colombianos quienes, de llegar a un acuerdo final, decidan en democracia qué Fuerzas Militares requiere el país para el posconflicto”.

El jefe de los negociadores de paz del Gobierno de Colombia, Humberto de la Calle, reiteró: “Como lo dije en la última declaración que hice aquí en La Habana al final del pasado ciclo de conversaciones, nuestro trabajo está inspirado en el liderazgo presidencial, que es fiel reflejo de una política de gobierno unificado alrededor de la búsqueda del fin del conflicto, la construcción de la paz y el anhelo supremo de la reconciliación”.

En la mañana de este lunes, en una declaración leída en La Habana por 'Pablo Catatumbo', alias de Jorge Torres Victoria, en el Palacio de Convenciones de La Habana al inicio del vigésimo primer ciclo de negociaciones de paz con el Gobierno, las FARC denunciaron “el escándalo de corrupción” en las Fuerzas Militares colombianas, focalizado, según la guerrilla, “en las rémoras y no en los tiburones”.

“Los grandes negociados están en las alturas, en la adquisición de maquinaria bélica y tecnología militar, en los millones de dólares de la maldita ayuda militar estadounidense y en los 27 billones de pesos que el presupuesto nacional del 2014 destina para la guerra, en los jugosos e insondables fondos secretos que alimentan la guerra sucia y en los grandes sobornos de las trasnacionales a quienes han regido los destinos del país”, según los guerrilleros.