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Golpe titánico

Un operativo descubrió hasta dónde llega la alianza entre paramilitares y narcotráfico en algunas partes del país.

5 de diciembre de 2004

Las relaciones entre grupos de paramilitares y narcotraficantes han sido un tema de permanente debate en el país. Sin embargo, los pormenores de cómo era la relación de 'negocios' entre paras y narcos ha sido durante muchos años un misterio rodeado de especulaciones. La semana pasada un operativo dejó al descubierto que, en algunos lugares del país, la relación entre esas dos organizaciones delictivas es más estrecha de lo que se creía y va más allá del simple cobro de 'impuestos' a los capos, como lo han sostenido públicamente varios comandantes de las AUC.

La operación de las autoridades que dejó al descubierto esos detalles desconocidos de los verdaderos vínculos entre paramilitares y narcotraficantes fue bautizada con el nombre clave de 'Titán'. Se inició hace más de un año, cuando investigadores de la Policía y la Fiscalía comenzaron a realizar pesquisas sobre las oficinas de cobro de diversos grupos de narcotraficantes en Valle, Nariño, Cundinamarca, Antioquia y Santander.

Durante meses agentes y fiscales se dedicaron a establecer el funcionamiento, los contactos, las fachadas y los modus operandi de esas oficinas. Los seguimientos a cada uno de los encargados les permitieron a los investigadores descubrir que, a diferencia de lo que se creía, no sólo estaban al servicio de capos como Wilber Alirio Varela, alias 'Jabón', sino que también trabajaban con diferentes bloques de las autodefensas, principalmente el Bloque Libertadores de Sur -BLS-, una de las estructuras que pertenece al Bloque Central Bolívar -BCB-.

Una oficina de cobro de la mafia tradicionalmente cuenta con un brazo armado, conformado por sicarios, y lo que se conoce como una estructura financiera encargada de recolectar el dinero producto del tráfico de drogas y lavarlo a través de diferentes inversiones y empresas fachada. Lo que comprobaron policías y fiscales es que los paras, con el beneplácito de los narcos, utilizaban esa red que ya estaba en funcionamiento e incluso ampliaron los 'servicios' que ofrecían al cobro de extorsiones a quienes señalaran los paramilitares. Descubrieron que, por ejemplo, una de las oficinas de 'Jabón' en Cali manejaba las finanzas de uno de los comandantes del BLS que opera en Nariño. Éste les enviaba el dinero del 'impuesto' que cobraba, en dólares, a traficantes en la zona limítrofe con Ecuador. Cuando el efectivo llegaba, los encargados de las oficinas utilizaban sus intermediarios en casas de cambio y transferían el dinero hacia otras ciudades como Medellín o Bucaramanga. Allí, otra 'sucursal' de la oficina recibía el dinero en pesos y lo invertía en empresas fachada.

Durante el año que duró la investigación se descubrió la totalidad de los integrantes de la red, conformada por miembros activos de los paramilitares y lugartenientes de la mafia. Entre el jueves y el sábado de la semana pasada equipos de policías, fiscales y miembros de la Armada allanaron 113 viviendas y negocios en 10 ciudades y arrestaron a las 44 personas que la conformaban. Sin duda, el operativo fue de gran importancia. No sólo por tratarse del primero de este estilo sino porque realmente produjo evidencia concreta de vínculos cercanos de paras y narcos en diversos lugares del país.