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El oficial retirado estaría planeando su colaboración con la Fiscalía con miras a una rebaja de pena. | Foto: Archivo SEMANA.

INVESTIGACIÓN

El sorpresivo traslado de González del Río

El controvertido oficial (r) fue llevado de urgencia, de la cárcel La Picota, a los calabozos del búnker de la Fiscalía. ¿Por qué?

21 de mayo de 2014

El controvertido coronel retirado del Ejército Róbinson González del Río, protagonista del escándalo por gestionar contratos desde su celda en una cárcel militar en Bogotá, tuvo una visita inesperada en la tarde del viernes pasado en su sitio de reclusión en la cárcel La Picota.

Hasta allí llegó un grupo especial del Inpec con la intención de hacer efectivo su traslado a los calabozos del búnker de la Fiscalía. Fuentes de la entidad aseguran que desde la dirección del organismo se comunicaron con el penal y, sin dar mayores explicaciones, dijeron que González debía ser trasladado por razones de seguridad y que debía estar listo porque en cuestión de horas pasaban por él.

En efecto, el operativo se realizó de manera vertiginosa y en cuestión de 30 minutos el oficial retirado fue recluido en los calabozos del búnker, justo en frente del denominado hacker Andrés Sepúlveda.

Semana.com conoció con fuentes de la Fiscalía que González del Río estaría dispuesto a colaborar dentro de su proceso por la muerte de dos campesinos que están catalogados como falsos positivos. Pero eso no es todo. González tiene otros problemas porque la Unidad de Derchos Humanos de la Fiscalía verifica a fondo su vinculación con por lo menos otras 50 ejecuciones extrajudiciales, todas en el occidente del país.

Este portal conoció que el oficial estaría en capacidad de contar lo que sabe sobre el tema de los falsos positivos en el anterior gobierno, lo mismo que en los negocios de altos oficiales del Ejército a los que, incluso, él tenía acceso para adelantar gestiones non sanctas

González es el mismo a quien las autoridades le interceptaron comunicaciones en las que realizaba escandalosas gestiones con un magistrado del Consejo Superior de la Judicatura, con el fin de que su proceso pasara de la justicia ordinaria a la penal militar.

De lo que cuente González del Río y de lo que pueda demostrar dependerá que la Fiscalía abra un nuevo capítulo del horror de los falsos positivos y de los grandes negocios oscuros en las filas castrenses.