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Una falla geológica y las fuertes lluvias obligaron a evacuar a todo el caso urbano de Gramalote en diciembre del 2010. | Foto: AP.

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Gramalote, a la espera de un alcalde

El Gobierno llama la atención para que se nombre un mandatario en propiedad en este municipio que, así como Bogotá, tiene una alcaldesa encargada. La terna fue entregada por el partido Conservador apenas esta semana.

5 de mayo de 2011

El próximo 17 de mayo los habitantes de Gramalote cumplirán cinco meses lejos de este pueblo destruido por una falla geológica y por el fuerte invierno del 2010. Además de quedarse sin iglesia, sin convento ni viviendas, tampoco tienen un alcalde elegido en propiedad.
 
Al igual que ocurre con Bogotá, tras la suspensión de tres meses del alcalde Samuel Moreno, habitantes y Gobierno están a la espera de la elección del nuevo mandatario, que debe ser elegido de una terna que, para este caso, es propuesta por el Partido Conservador.
 
“Es importante que se nombre el alcalde rápidamente para continuar con el proceso. Necesitamos a alguien en propiedad tomando decisiones de la mano del departamento y del gobierno nacional”, destacó Beatriz Uribe, ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, encargada de dirigir el proyecto de reconstrucción del municipio.
 
Hace exactamente un mes, el gobernador de Norte de Santander designó a Rosa Helena Escalante alcaldesa encargada y en reemplazo de Rafael Celis Rincón, a quien le fue declarada nula su elección.
 
Aunque todos los municipios tendrán nuevos mandatarios a partir del primero de enero del 2012, para el Gobierno es clave contar con un alcalde en propiedad que esté al frente de la dispendiosa tarea de brindar ayuda humanitaria a las 1.100 familias damnificadas y de la etapa del diseño de lo que será la reconstrucción completa del pueblo.
 
Según conoció Semana.com, la terna fue enviada este miércoles a la Gobernación del departamento, que deberá elegir entre Juan Pablo Orejuela Sandoval, Luz Dary Sánchez Sánchez y José Francisco Blanco Arévalo.
 
La reconstrucción “podría demorar todo el Gobierno”
 
Definir dónde se fundará el casco urbano de Gramalote ha sido una tarea compleja. Por solicitud de los habitantes, el terreno se busca dentro de los límites del municipio.
 
Expertos de INGEOMINAS analizan la calidad técnica de los suelos de tres lotes y, según los resultados, la decisión se podría tomar en las próximas semanas. “Pero decidiremos cuando tengamos la total certeza. Tomará largo tiempo, que nos llevará buena parte, si no, todo el Gobierno”, agregó Uribe.
 
“Una vez esté el lote -explica la ministra-, empieza la fase de diseño de Gramalote. Estamos haciendo consultas permanentes con la comunidad. Hay un colegio muy grande por hacer, una iglesia, una estación de policía y un convento”.
 
La iglesia será la primera edificación en ponerse en pie, y de ahí, según explicó la ministra, se construirá el casco urbano. Luego, en conjunto con el Ministerio de Agricultura, se trabajará en la zona rural.
 
El comité intersectorial, creado por decreto, para la reconstrucción de Gramalote se reunió por primera vez el lunes de esta semana. En esa reunión se firmó el convenio con la Fundación Servicio de Vivienda Popular (SERVIVIENDA), de los jesuitas, que asumirá el trabajo de desarrollo de programas integrales de vivienda.
 
“No es sólo construir casas”, dice Uribe. Hay que garantizar la disponibilidad de agua, el acceso a servicios básicos, la construcción de vías secundarias y terciarias que lo conecten con el país y le permitan su desarrollo productivo, especialmente en el sector del café.
 
Después de la masacre de Bojayá (2 de mayo del 2002), la de Gramalote es la nueva experiencia que tiene el país para trasladar un pueblo. En el municipio chocoano, la experiencia de reconstrucción y reasentamiento tardó cuatro años.
 
Gramalote es la gran prueba, pero no será la única. La lista de pueblos que se podrían trasladar crece: Útica, en Cundinamarca; Santa Ana, en La Mojana, Sucre, y algunos municipios podrían tener la misma suerte.