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Guaviare: un indígena muerto y siete en estado grave tras beber licor artesanal

Los aborígenes ingirieron chicha preparada con plátanos que, al parecer, estaban contaminados con un glifosato esparcido sobre plantaciones de mata de coca cercanas a la comunidad.

16 de enero de 2012

Una indígena del sur de Colombia murió y al menos siete quedaron en estado grave tras consumir un licor artesanal preparado con plátanos sobre los que, al parecer, cayeron residuos de una fumigación aérea de cocales, informaron las autoridades locales.

Otros aborígenes, en número no conocido todavía, también se intoxicaron con la bebida, que ingirieron el domingo por la tarde durante una reunión en La Reforma, asentamiento del pueblo de los cubeos en la zona selvática de la población de Calamar.

La secretaria de Gobierno y de Salud de esta localidad del departamento del Guaviare, Liliana Rodríguez, dijo a EFE por teléfono que la intoxicación masiva se presentó de 15 a 20 minutos después de que los indígenas consumieron el licor.

Los aborígenes ingirieron chicha preparada con plátanos, agregó la funcionaria, e indicó que, según la máxima autoridad del asentamiento, el capitán Emilio Gutiérrez, sobre el producto había caído, al parecer, glifosato que había sido esparcido sobre plantaciones de mata de coca de los alrededores.

Según la versión de Gutiérrez, los cocales fueron fumigados el pasado miércoles por avionetas de la Policía Nacional, responsable de la erradicación de cultivos ilícitos por intermedio de su Dirección Antinarcóticos (DIRAN).

Los indígenas "manifiestan que ayer (domingo) hace cuatro días se hicieron algunas fumigaciones alrededor del asentamiento que también afectaron sus cultivos de pancoger, entre ellos de plátanos", dijo Gutiérrez.

La funcionaria municipal añadió que "como vieron (los indígenas) que los plátanos se maduraron muy rápido, los bajaron y con esos plátanos hicieron la chicha que consumieron".

Una comisión de bomberos que viajó en la noche de este domingo a La Reforma trasladó al hospital de Calamar a los siete intoxicados graves, lo mismo que a la víctima fatal, para efectos de la necropsia legal.

Una segunda misión partirá este lunes al lugar, que dista del caso urbano casi cuatro horas, por vía fluvial, el río Unilla, para verificar la situación de sanidad en el asentamiento y, también, las posibles afectaciones por la aspersión de glifosato.

La secretaria de Gobierno y de Salud dijo que los aborígenes suministraron a los intoxicados una bebida preparada con dulce de cañas de azúcar y jabón para que expulsaran el licor aparentemente contaminado.

EFE