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El alcalde Petro a su llegada a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado. | Foto: Cortesía. El Tiempo.

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Guerra abierta entre Petro y el Gobierno Nacional por las basuras

Las relaciones del Alcalde Mayor con el Ejecutivo central alcanzan un estado de deterioro sin precedentes. Asegura que "lo chuzaron" y que, además, "allanaron" al Acueducto.

21 de noviembre de 2012

Justo en el momento en el que los colombianos miraban con inquietud el delicado estado de las relaciones bilaterales con Nicaragua por el fallo de La Haya, explotó en el corazón del país una guerra de consecuencias imprevisibles entre la Alcaldía Mayor de Bogotá y el Ejecutivo. La razón del problema pasa por la recolección de basuras. Gustavo Petro pretende ponerle punto final al esquema de concesiones por uno en el que la Empresa de Acueducto se convierta en el único operador.
 
Sea cual sea la decisión, está en juego el aseo de una ciudad de ocho millones de habitantes y en el que las partes juegan contra el tiempo pues el Alcalde tiene la convicción de que todo será diferente a partir de este 18 de diciembre.
 
El punto de quiebre de esta confrontación se produjo este miércoles. ¿Por qué? La alta consejera presidencial Gina Parody dijo en la mañana que la Superintendencia de Servicios, la Comisión de Regulación de Agua (CRA) y la Superintendencia de Industria y Comercio, pueden intervenir en caso de que se presenten dificultades en la prestación del servicio de aseo en Bogotá, a partir del 18 de diciembre, cuando la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) empiece a recoger las basuras, como está contemplado por la Administracion Distrital.
 
Tras el anuncio, funcionarios de estas entidades se hicieron presentes en la sede de esta Empresa para evaluar si tiene la capacidad técnica para afrontar el reto y si no entraría en posición dominante, como lo han dicho ante las denuncias.
 
El hecho no fue interpretado por Petro como una "inspección" legal sino como un "allanamiento". Para una persona que como Petro sufrió en carne propia los abusos de los allanamientos en sus tiempos de insurgente y del Estatuto de Seguridad, ¿el término podría ser excesivo por su significado? No. Para él era ajustado a lo que estaba ocurriendo porque de inmediato se trasladó al Acueducto y con megáfono en mano convocó a los ciudadanos para defender el Acueducto. No fue solo sino que ordenó a todo su gabinete acompañarlo. "Convoco la ciudadanía democrática y progresista de Bogotá a defender su patrimonio común: la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá".
 
Paradójicamente, en el mismo día en que la canciller María Angela Holguín anunciaba que le escribiría a la OEA contándole el injusto recorte al mapa de Colombia con el fallo de La Haya, Petro también invocó al mismo organismo. "Como garante de los derechos del país, la Alcaldía de Bogotá pedirá la vigencia de la Carta democrática de la OEA ante los acontecimientos en la ciudad", trinó.
 
Además, en su más fuerte ofensiva contra el Gobierno Nacional desde que tomó posesión de su cargo, hace casi un año, acusó, entre otras cosas, al ejecutivo central de "chuzarle" el teléfono y dejó entrever que se oponían a su plan de recolección de basuras por favorecer a bandas criminales de extrema derecha. "El paso que ha dado la Superintendencia sobre la EAAB es definitivo. Están defendiendo la mafia paramilitar".
 
Por si fuera poco, el alcalde hizo un llamamiento a sus seguidores políticos para que rodearan al Acueducto, y según él, la reacción fue de "miles" de personas que en la tarde noche de este miércoles se concentraron en el edificio ante el intento de "despojo" por parte del Gobierno Nacional. "Todo el gabinete queda convocado a permanecer en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá", insistió.
 
Los momentos de tensión aumentaron porque al Acueducto no llegó sólo el gabinete de la Alcaldía sino también sindicalistas de la empresa y algunos recicladores. El propio secretario privado de la Alcaldía, Jorge Rojas, afirmó que "se movilizan recuperadores ambientales y población dedicada a reciclaje en defensa de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá". Casi de manera simúltanea arribó el Esmad (Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía). El alcalde ordenó su retiró y el respeto por los manifestantes.
 
¿Obró mal el Ejecutivo en este caso? Para algunos analistas sí. "El Gobierno Nacional arma show en Bogotá. Así hubieran sido de gallitos para defender San Andrés. ¡Quieren tapar el mar con el Acueducto!", escribió la politóloga Claudia Lopez. "Si Santos o sus funcionarios quieren gobernar Bogotá que ganen las elecciones. ¡No se metan a la brava como rufianes. Bogotá se respeta!”, agregó.
 
Es complejo establecer cómo va a terminar esta situación, sin embargo, está claro que se trata del peor conflicto institucional entre la Alcaldía y la Presidencia en la historia reciente de Bogotá. Una guerra abierta que explotó en el corazón del país justo en el momento en que la mayoría miraba hacia el mar Caribe.