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Guerra a fondo

Expertos reunidos en Miami recomendaron a Colombia tomar más en serio la lucha contra el terrorismo.

15 de abril de 2002

Durante dos dias se reunieron en Miami expertos colombianos y estadounidenses para discutir “la ambigua guerra colombiana”. En la conferencia, organizada por el Centro Norte-Sur de la Universidad de Miami y el War College del Ejército de Estados Unidos, se habló con sorprendente franqueza acerca de lo que se percibe como la gravísima situación de Colombia enfrentada a la vez a la insurgencia armada y al crimen transnacional sin herramientas estratégicas claras para enfrentarlos. Obviamente, el fondo del encuentro era debatir cuál sería la mejor manera en que Estados Unidos puede apoyar al gobierno colombiano.

Aunque no se presentaron conclusiones formales hubo mayores consensos alrededor de cinco puntos centrales:

1. No tiene sentido seguir prohibiendo que la ayuda estadounidense sólo pueda usarse contra el narcotráfico y no contra la guerrilla. Esta distinción carece aún más de lógica estratégica después de los acontecimientos del 11 de septiembre y de la ruptura del proceso de negociación del gobierno de Pastrana con la guerrilla de las Farc.

2. Colombia necesita una estrategia política integral para ponerle fin al conflicto armado que involucre el esfuerzo del Estado y de la sociedad. Dicha estrategia también ayudaría a definir mejor una política de Estados Unidos hacia Colombia. De todos modos, cualquier opción de buscar una salida negociada pasaría por lograr una asimetría suficiente en favor del Estado colombiano que obligue a las otras partes a una salida negociada. Colombia hoy estaría lejos de poder lograr esto.

3. Una política colombiana de seguridad deberá asumir de una vez por todas que es urgente destinar mayores recursos a las entidades con que el Estado libra esta batalla. En lo estrictamente militar, Colombia deberá destinar no sólo los recursos presupuestales para aumentar en más del doble el número de combatientes efectivos. También deberá iniciar una “verdadera revolución en las relaciones cívico militares”, como lo dijo uno de los expositores, incluyendo temas como el servicio militar universal y obligatorio y un mayor liderazgo de los dirigentes civiles para perfilar la estrategia de seguridad del Estado. Se deberá fortalecer la Policía Nacional y su capacidad de controlar efectivamente las poblaciones en todo el territorio. Para lograr esto se recomendó el incremento en el pie de fuerza de Ejército y Policía, un aumento sustancial en el número de helicópteros, que deberían pasar de los cerca de 50 actuales a más de 500. Se planteó la idea de armar a la población rural para que se defienda de las guerrillas, argumentando que fue una táctica exitosa en Centroamérica. No obstante varios participantes cuestionaron esta medida para el caso colombiano.

4. Para muchos de los conferencistas el problema colombiano no es ni las drogas ilícitas, ni las guerrillas o las contraguerrillas, sino la debilidad institucional del Estado. “Garantizar la seguridad por medio de la autoridad del Estado es la condición necesaria para el éxito del Plan Colombia”, dijo uno de los participantes. Y para alcanzar este objetivo de una gobernabilidad legitima y efectiva se requerirá que el Estado desmantele los grupos alzados en armas y reconstituya su poder soberano.

5. Quedó en claro que lo que haga Estados Unidos frente a Colombia dependerá, primero, de lo que Colombia misma logre. En muchas de las exposiciones se notó un espíritu crítico según el cual los líderes colombianos no están asumiendo con el suficiente compromiso la solución a sus problemas. Segundo, la política estadounidense frente a Colombia dependerá, obviamente, de sus nuevas prioridades en materia de seguridad luego de los atentados del 11 de septiembre. No se abandonará la lucha contra las drogas pero ésta pasa a segundo plano frente a la guerra contra el terrorismo a nivel global. Y Colombia, con tres grupos dentro del listado de terroristas del Departamento de Estado, se constituye en un problema de seguridad para todo el hemisferio. Esto puede significar nuevas limitaciones pero también nuevas oportunidades para Colombia al momento de definir una política estratégica nacional dentro de esta nueva realidad.



Colombia´s "ambiguous war": towards a multidimensional way-out . Ponencia de Hernando Gómez Buendía