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Gustavo Petro y Bacatá. | Foto: Archivo Semana

DISTRITO

Las explicaciones de Petro por la muerte de la perrita Bacatá

Organizaciones protectoras de animales habían solicitado a la Alcaldía que aclarara la muerte del animal.

6 de julio de 2015

Bacatá, una perrita callejera y criolla que se había convertido en el símbolo de la protección animal en la Administración Distrital, murió este sábado como consecuencia de un enfrentamiento con otra canina, mientras estaba en manos de su cuidadora.

Hay versiones que hablan de que el animal, que saltó a la fama cuando el mandatario local la acogió en el Palacio Liévano, falleció por una enfermedad no tratada. De ahí que el gobierno de Gustavo Petro tuvo que salir, de manera insólita, a aclarar los hechos.

Sin embargo, dicha actitud reticente contrastó con la exhibición mediática que se montó cuando Petro, en su primer mes y medio de mandato, la presentó en rueda de prensa e, incluso, la cargó en su regazo para las cámaras. Este lunes se limitó a señalar que la mascota adoptada había muerto desangrada y que, en su opinión, todo se trató  de "un descuido".

Brevemente detalló que la pelea entre las dos perras tuvo lugar en la residencia de la cuidadora, en el suroccidente de la ciudad, adonde la llevaba los fines de semana. La otra canina, que vive allí, desgarró mortalmente una vena del pescuezo de Bacatá.

La exigencia de conocer los detalles del deceso del animal vino no sólo de las volátiles redes sociales sino también, precisamente, de diversas organizaciones defensoras de animales que han acompañado al alcalde en decisiones como la ‘jubilación’ de más de 2.000 caballos usados para jalar pesadas carretas o la prohibición de las corridas de toros en la capital.

Pese a que este último veto fue revocado por la Corte Constitucional, se trata uno de los logros palpables de esta Administración Distrital, mientras los animalistas son todo un filón político para un alcalde que representa varios de sus intereses.

“Bakatá (lo escribe así un comunicado oficial), como se informó plenamente, pernoctaba los fines de semana en la casa de su cuidadora, en el suroriente de la ciudad, donde fue agredida mortalmente por la otra canina”, explicó finalmente este lunes el Distrito, acerca de lo que terminó siendo un sensible fallecimiento.

El can había sido recuperado de la calle por la Alcaldía Mayor, tras haber recibido malos tratos, al punto de que se halló que su cola se fracturó en varias partes. De ahí que se convirtiera en toda una insignia en contra del abuso contra los animales.

El cuerpo inerte de Bacatá será cremado y sus cenizas serán silenciosamente esparcidas en los jardines internos del Palacio de Liévano, en pleno ocaso del gobierno que ayudó a relucir en sus inicios.