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Luis Eduardo Garzón insiste en que, a pesar del tamaño de la bancada verde, esta tiene un papel protagónico en el Congreso. Con un discurso urbano, los verdes buscan fortalecerse en las elecciones locales y regionales de 2011.

ENTREVISTA

"Hay partidos más partidos que el nuestro"

Lucho Garzón, presidente del Partido Verde, habla del futuro de la colectividad y del gobierno de Juan Manuel Santos.

9 de octubre de 2010

SEMANA: ¿Cuál es la posición del Partido Verde frente a los temas centrales de la agenda legislativa?

Luis Eduardo Garzón:
Acompañamos la ley de tierras y la ley de víctimas, y, al igual que el gobierno, creemos que deben ser complementarias. Frente al tema de regalías, defendemos el principio de equidad y creemos que sin quitarles prioridad a los departamentos productores de recursos naturales, los que no lo son también deben recibir regalías. Por esa razón, y a pesar del debate interno, le dimos ponencia positiva. Sin embargo, nos preo-cupa que el gobierno no ha dicho de dónde saldrá la plata para financiar la ejecución de sus reformas. No dejaremos de ayudar, pero advertimos que hay que aclarar de dónde saldrán los recursos.

SEMANA: ¿Entonces, el Partido Verde definitivamente no está en la oposición?

L.E.G.:
El estatuto de la oposición no nos aplica a nosotros sino al Polo Democrático. Nuestra política es 'independencia con deliberación', y la definió Mockus el 20 de julio. No queremos ser cooptados con burocracia ni tener un discurso panfletario. Tenemos posiciones críticas frente a algunos temas. Creemos, por ejemplo, que la reforma a la salud que presentó el gobierno no garantiza derechos ciudadanos y se limita a soluciones fiscales.

SEMANA: ¿No es difícil mantener el entusiasmo de la militancia sin estar del lado del gobierno o en el de la oposición?

L.E.G.:
Sí, es difícil. Cuando uno va a un partido Millonarios-Santa Fe no le hace barra al árbitro, y nosotros estamos haciendo un ejercicio para demostrar que en la política, como en el fútbol, el papel del árbitro es definitivo. Es que debe trabajar en función de que se juegue limpio y se defiendan los derechos de los jugadores y los ciudadanos. Queremos romper la lógica según la cual la gente habla de los árbitros solo si son malos.

SEMANA: ¿Ve diferencias entre Santos-candidato y Santos-presidente?

L.E.G.:
En la política colombiana se graduó el cinismo. Aquí se ganan las elecciones con una agenda y se gobierna con otra. Con mucho respeto al presidente Santos, creo que ha sido algo cínico: ganó con la agenda de Uribe y comenzó a gobernar con la agenda de sus contradictores.

SEMANA: ¿Qué opina de que la agenda liberal tenga tanto peso?

L.E.G.:
Me parece bien. Aunque más que novedosas, casi todas las propuestas de Santos son autocríticas del gobierno de Uribe. Cuando se promueve un estatuto anticorrupción es porque hubo corrupción. Cuando se habla de hacer una reforma política es porque esta no se hizo. Cuando se habla de reforma a la justicia es porque no hubo justicia. Cuando se habla de hacer una ley de seguridad social es porque no hubo ley de seguridad social. Y cuando se habla de generar seguridad urbana es porque no hubo seguridad urbana. Esas reformas son un corte de cuentas de Santos con el gobierno anterior. Y en ellas hay que acompañar al Presidente porque está reinstitucionalizando el país que se desinstitucionalizó en los últimos ocho años.

SEMANA: ¿Qué diferencia ve entre Santos y Uribe?

L.E.G.:
A Santos le tocaron temas propios de una agenda posfeudal y de sentido común, como reparar a las víctimas, restituir a los despojados y promover alguna equidad. Después de la agenda feudal de Uribe, en la que se privilegiaban los terratenientes y se trataba con asistencialismo a los pobres, Santos promueve una idea semejante a la Revolución en Marcha (de Alfonso López Pumarejo).

SEMANA: ¿Coincide el Partido Verde con ese proceso?

L.E.G.:
Sí. Hay cosas que nos gustan. Por ejemplo, que el presidente Santos haya roto la lógica de las transacciones y haya nombrado a su gabinete con criterios de meritocracia.

SEMANA: A pesar de su heterogeneidad, ¿puede hablarse de una bancada verde?

L.E.G.:
La democracia es deliberante pero no homogénea. En el Partido Verde hay debates, como el de regalías entre los senadores Jorge Londoño y Félix Valera, que tienen posiciones diferentes: el último controvierte el proyecto del gobierno. O el que hay entre la senadora Gilma Jiménez y la representante Ángela Robledo sobre la idea de darles cárcel a los adolescentes que cometan delitos. Este partido no tiene disciplina para perros y se construye sobre diferencias. Al fin y al cabo, los verdes son una fusión de tendencias: el peñalosismo, el mockusismo, el luchismo, la militancia del antiguo Opción Centro y ahora el fajardismo. No creo en los consensos paralizantes. Para tomar decisiones están los argumentos y las votaciones, y, a pesar de su tamaño, nuestra bancada tiene un papel protagónico en el Congreso.

SEMANA: ¿Cómo ve el anuncio de Uribe de intervenir en la campaña de 2011?

L.E.G.:
Uribe anticipó su regreso porque percibe que su agenda se perdió. Creyó que Santos iba a ser empleado suyo, pero ahora ve que Santos está haciendo su propio nicho. Hay tensiones que el Presidente y el ex presidente buscan disimular. La relación entre Uribe y Santos es como la del príncipe Carlos y Lady Di: todo transcurre en aparente calma hasta que de pronto explota de la peor manera posible.

SEMANA: ¿Qué pasa con el Partido Verde?

L.E.G.:
Todo el mundo mira al Partido Verde, pero ¿qué pasa con el resto de partidos? El liderazgo liberal está embolatado, el Partido Conservador depende de que Uribe le pedalee su agenda, la U está llena de contradicciones… ¡Que no nos hablen de partidos, porque están más partidos que nosotros!

SEMANA: ¿Cuál es la estrategia verde para las elecciones de 2011?

L.E.G.:
Movilizar este país sobre la base de dos activos: la gestión de cuatro ex alcaldes y la participación de los jóvenes en las decisiones políticas. No haremos el ritual político de los demás, como pelear por los avales y por los puestos en las listas, etcétera. Los liberales y los conservadores tratan de rehacerse. Los primeros, en la agenda santista, que es profundamente liberal. Los segundos, con la agenda uribista, que privilegia a los terratenientes y desprecia los procesos urbanos. Nosotros no estamos en esas lógicas.

SEMANA: Usted insiste en que el uribismo purasangre está reaccionando frente al proceso reformista…

L.E.G.:
Sí. A la derecha uribista, que defiende un ideario feudal del siglo XVI, no le gusta el reformismo de Santos. Además, a diferencia de Uribe, este es un burgués formado. En Colombia estamos en una discusión similar a la del siglo XVII: los coletazos del feudalismo luchando contra el ascenso de la burguesía.

SEMANA: Según usted, hay una campaña de desprestigio contra el Partido Verde.

L.E.G.:
Sí. Algunos quieren minar la enorme confianza que nos hemos ganado. Por eso hay debates ficticios, como el que se armó sin razón a Sergio Fajardo por haber recibido honorarios del partido y no de empresarios o particulares. O como el que trataron de hacer poniendo afiches contra mí en el centro de Bogotá o criticando la alcaldía de Peñalosa. El rumor en Colombia se volvió política de Estado.

SEMANA: ¿Quién promueve esos rumores?

L.E.G.:
Yo creo que J.J. Rendón desde que es Ph.D en rumorología y asesora a la U. Con él, en Colombia ganó el cinismo. En el Partido Verde no estamos acostumbrados a eso y soñamos con volver digna la política a costa de argumentos. Ojalá los autores de los rumores fueran capaces de firmarlos.

SEMANA: ¿Han pensado reevaluar la política de alianzas del Partido Verde?

L.E.G.:
Consideramos que no somos los únicos honestos y que no podemos estigmatizar a los demás. Debemos acercarnos a otras miradas políticas, amarillas, rojas, etcétera, Pero, por ahora, la prioridad es consolidar el verde-verde.

SEMANA: ¿En qué anda Antanas Mockus?

L.E.G.:
Ahora nos está proponiendo la 'Operación Gacela', para hacer consultas entre los tenderos de muchos municipios y definir quiénes podrían ser candidatos a las alcaldías. Es el creativo de este proyecto.

SEMANA: ¿Es posible recuperar la ola verde?

L.E.G.:
Hoy estamos con la tranquilidad de la laguna, pero volveremos a las olas del mar. No lo haremos siendo opositores per se, pero tampoco entregándonos ciegamente al proyecto Santos. El unanimismo se escribe con U de Uribe. Y esa vocal así, excluyente, en Colombia ha hecho mucho daño. n