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Luis Francisco Bohórquez , del Partido Liberal, va adelante en las encuestas a la Alcaldía de Bucaramanga. Es el candidato sucesor del alcalde Fernando Vargas.

POLÍTICA

Hegemonía en peligro

Los candidatos liberales llevan la delantera en las campañas para la Gobernación de Santander y la Alcaldía de Bucaramanga, pero no tienen nada asegurado. Sus rivales acortan las distancias y la competencia está muy reñida.

27 de agosto de 2011

Santander es uno de los bastiones liberales de Colombia. En los últimos años, el departamento y su capital, Bucaramanga, han sido gobernados por abanderados del trapo rojo, Horacio Serpa y Fernando Vargas, ambos muy bien calificados. La encuesta más reciente de Ipsos-Napoleón Franco para la gran alianza de SEMANA, RCN Radio, La FM, RCN Televisión y Vanguardia Liberal corrobora que en Santander y Bucaramanga el peso del voto partidista y liberal es mucho mayor que en el resto del país. Lo paradójico es que la continuidad de ese partido no está asegurada y se podría repetir el capítulo que ya vivió el departamento ocho años atrás, cuando los liberales perdieron ante el ascenso de Convergencia Ciudadana, el movimiento político fundado por el coronel Hugo Eliodoro Aguilar y el senador Luis Alberto Gil, hoy conocido como el PIN. Aunque las cabezas del PIN están actualmente fuera de concurso, porque fueron condenados por sus vínculos con el paramilitarismo y sus seguidores están divididos, los candidatos liberales enfrentan hoy duras competencias de otras fuerzas.

La encuesta (cuya versión completa se puede ver en Semana.com) revela que hay un empate técnico entre Luis Francisco Bohórquez, del Partido Liberal, y Martha Pinto de De Hart, de La U y del Partido Conservador: si las elecciones fueran hoy, el 19 por ciento votaría por Bohórquez y el 16, por De Hart. Ocupa el tercer lugar -con 6 por ciento- el candidato del PIN, Celestino Mojica. A pesar de que Bohórquez ha sido diputado, secretario de Gobierno y hasta gobernador encargado, y Martha Pinto fue ministra de Comunicaciones del gobierno de Uribe y gerente de Camacol, ambos tienen un índice de desconocimiento alto entre los encuestados (71 por ciento).

A Celestino Mojica lo conocen un poco más. Es un joven liberal disidente que encontró acogida en el grupo político del senador Luis Alberto Gil y ocupa una de las curules del PIN en el Concejo desde hace años. Ha sido uno de los opositores del alcalde Vargas y, según la encuesta, tiene la imagen más negativa de los tres aspirantes. No obstante, si él se retira de la campaña y adhiere a cualquiera de los otros dos aspirantes, puede marcar una diferencia. Entre los políticos del PIN no hay consenso: lo más probable es que el sector de Aguilar apoye a Pinto y el grupo de Gil se incline por Bohórquez.

La elección de Bohórquez como candidato liberal causó una tormenta en el partido. Según el portal Votebien.com, hubo más de treinta precandidatos liberales, entre los que no se encontraba Bohórquez, quien en realidad buscaba la Gobernación para sacarse el clavo compitiendo contra el hijo del exgobernador Aguilar, ante quien perdió en 2003. Pero el partido tenía otros planes para Bohórquez: la candidatura a la Alcaldía. La mayoría de los jefes políticos liberales terminaron apoyándolo y, desde que ganó el aval, Bohórquez ha estado haciendo acuerdos programáticos con el Partido Verde, Cambio Radical, el Polo y otros partidos más pequeños. El polémico movimiento USB (Unidad Social de Bucaramanga), integrado por exfuncionarios públicos con poder en las instituciones descentralizadas y cercanos al senador Iván Moreno, también apoya su candidatura.

Después del Liberal, La U es la segunda fuerza de Bucaramanga. Pinto no solo es la candidata del partido del presidente Santos -quien tiene una imagen favorable en la ciudad-, sino también del expresidente Uribe, quien ha dicho públicamente que si es necesario, viajará a Bucaramanga para hacer campaña con ella. También cuenta con el beneplácito de la clase dirigente, el voto de opinión y gran parte de los gremios, entre ellos el palmero, pues su esposo -César de Hart- es uno de los empresarios de palma más importantes del país.

El reto para cualquiera que gane la elección es continuar con las obras que le quedaron incompletas al alcalde Vargas, recientemente destituido e inhabilitado durante diez años por la Procuraduría debido a que no cumplió con las reglas de contratación pública. Entre las obras pendientes están las siguientes etapas del sistema de transporte Metrolínea, la construcción de puentes, avenidas, conectores y el arreglo de la malla vial. Después de la inseguridad en la ciudad (en donde hay altas tasas de hurto y fleteo), la movilidad y el tráfico son los mayores problemas que afectan a los bumangueses. El colapsado basurero Carrasco es una bomba de tiempo que tampoco da espera y afecta no solo a Bucaramanga, sino también a los municipios apéndice que integran hoy la gran zona metropolitana: Piedecuesta, Girón y Floridablanca. La defensa del páramo de Santurbán y de las cuencas hídricas que alimentan el acueducto de Bucaramanga también será una de las batallas que heredarán el próximo alcalde y el futuro gobernador.
En la batalla por la Gobernación, Luis Fernando Cote Peña es el candidato oficial del Partido Liberal y también tiene el endoso de casi todos los demás partidos. El Conservador, Cambio Radical - en donde también militó anteriormente-, el Partido Verde, el Polo, la USB, sectores de La U y también del PIN han llegado a sumarse a su causa y Cote los ha recibido con los brazos abiertos. También utilizó esta filosofía para construir su plan de gobierno. A través de comités temáticos participativos llamados 'Cotes', se reunió con todos los sectores sociales que quisieran aportarle ideas a su hoja de ruta.

Sin embargo, la presencia de todos los partidos tampoco le asegura la victoria. Cote fue secretario de Gobierno y alcalde de Bucaramanga hace 13 años, y después fracasó en dos candidaturas a la Cámara y al Senado, por lo cual algunos piensan que es mal candidato.

Además Richard Aguilar, el hijo de 29 años del coronel y exgobernador Hugo Aguilar, ha resultado mejor candidato de lo que esperaban sus contendores. Richard dejó su cargo como cónsul en Chile y regresó al país luego de que la Procuraduría inhabilitó a su papá por veinte años por

vínculos con el paramilitarismo. Eso no parece importarles a miles de santandereanos que marcharon en Bucaramanga el pasado 8 de julio para demostrarle su respaldo luego de que el coronel fue capturado. Desde la tarima, ubicada en pleno Parque Santander enfrente de la catedral, Richard le pidió a la multitud que se arrodillara a orar por su papá, y la gente obedeció. Ese acto público fue al mismo tiempo el bautizo y presentación en sociedad de Richard como heredero político de su padre. "Mi papá es un Álvaro Uribe a nivel departamental", dice Richard, orgulloso. La publicidad de su campaña, calcada de la que utilizó su padre hace ocho años, es tan abundante que hay denuncias sobre violación de topes y ríos de dinero en su campaña. Él lo niega. Su candidatura está avalada por firmas, pero cuenta con el respaldo de sectores de La U y del PIN y tiene acogida en la región de Suaita, de donde son los Aguilar, pero también en otras zonas del departamento en donde el coronel, famoso porque como policía cazó al capo del narcotráfico Pablo Escobar, tiene buen respaldo por sus logros en seguridad y por haber atraído el turismo con la construcción del Parque Chicamocha.

La estrategia de Aguilar es construir su campaña sobre los aciertos de su papá y con promesas para enfrentar los problemas que afronta el departamento: las dificultades de orden público (hace 15 días fueron secuestrados tres contratistas de Ecopetrol cerca de Puerto Wilches), la falta de celeridad para reconstruir las carreteras que quedaron destruidas por el invierno y la solución del conflicto social que golpea a los campesinos y pescadores por la construcción del megaproyecto hidroeléctrico de Hidrosogamoso. La apuesta de Cote Peña es insistir en la consolidación de la institucionalidad que el departamento recuperó con Serpa a la cabeza y continuar su legado. Por eso estas elecciones serán en realidad entre el coronel Aguilar y el gobernador Serpa.
 
Ficha técnica. Persona natural o jurídica que la realizó: IpsosNapoleón Franco, inscrito ante el Consejo Nacional Electoral. Persona natural o jurídica que la encomendó: RCN TV,RCN Radio, La FM, Vanguardia Liberal y revista SEMANA. Fuente de financiación: RCN TV, RCN Radio, La FM, Vanguardia Liberal y revista SEMANA. Grupo objetivo: Hombres y mujeres, mayores de 18 años de edad, habitantes de Bucaramanga. Tamaño de la muestra: 602 encuestas reales, 602 encuestas ponderadas por nivel socioeconómico, género y rangos de edad, con base en información del Censo Dane 2005 con proyecciones de población 2011. Técnica de recolección de datos: Mezcla de entrevista personal y telefónica en hogares, con cuestionario estructurado de aproximadamente 15 minutos de duración. Las entrevistas en hogares de estratos 1 al 3 se realizaron de forma personal; las entrevistas en hogares de estratos 4 al 6 se realizaron telefónicamente. Tipo de la muestra: Muestreo no probabilístico aleatorio estratificado, por conglomerados. Preguntas concretas que se formularon: Ver cuestionario anexo. Tema o temas a los que se refiere: Conocimiento e imagen de personajes; intención de voto; clima de opinión y principales problemas de Bucaramanga. Fecha de realización campo: Del 19 al 21 de agosto de 2011. Candidatos o personajes por los que se indagó: Álvaro Uribe; Celestino Mojica Peña; Fernando Vargas Mendoza; Juan Manuel Santos; Luis Francisco Bohórquez Pedraza; Martha Elena Pinto de De Hart. Margen de error observado: Para el total de la muestra, 4,0 por ciento, con 95 por ciento de confianza para fenómenos de ocurrencia del 50 por ciento; para la submuestra de votantes el margen de error es del 5,4 por ciento con 95 por ciento de confianza para fenómenos de ocurrencia del 50 por ciento. Área / Cubrimiento: Área urbana de Bucaramanga.