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Con la columna de opinión de Serpa hace crecer la tensión entre Vargas Lleras y los liberales. | Foto: Archivo SEMANA

POLÍTICA

“Vargas Lleras es sólo el cajero del banco”

Horacio Serpa, jefe del Partido Liberal, vuelve a lanzar dardos, críticas e ironías al vicepresidente. Reconoce que hay mucho inconformismo con el funcionario.

23 de noviembre de 2015

Cuando quedaron despejados los vientos de divorcio entre el presidente Juan Manuel Santos y el vicepresidente Germán Vargas Lleras, el Partido Liberal expuso oficialmente su “incomodidad” con el segundo a bordo del Gobierno.

El veterano senador Horacio Serpa, jefe del Partido Liberal, dedicó una columna en el portal olapolitica.com al vicepresidente, a quien no sólo acusó de “clientelista”, sino que lo señaló de ser el responsable de “fracturar” la Unidad Nacional.

Serpa, entre otras, acusa a Germán Vargas Lleras de romper todas las reglas de equilibrio e igualdad en la política, y de no gustarle el proceso de paz. Por eso, le dice al presidente Santos que el Partido Liberal sí es incondicional y está jugado con el propósito de su gobierno, de entregar un país en paz y en reconciliación.

Serpa inicia ironizando a Vargas Lleras. “Todos creíamos que era el hombre de la chequera”, dice, pues se le ha visto, sin descanso, recorriendo toda la geografía del país llevando cheques, apropiaciones presupuestales, promesas de grandes inversiones públicas y esperanzas de redención social que incluyen casas gratis, acueductos, alcantarillados y carreteras. “Todo un bacán de la inversión estatal, entregado, de cuerpo y alma, al desarrollo de las regiones y a la supuesta recuperación de los pobres”.

Se refiere a Vargas como “el dadivoso funcionario” que fue “especialmente diligente” durante la pasada campaña electoral. “Con razones valederas se argumentó que con desparpajo adelantó una estrategia para conseguirles votos a los candidatos de su partido político (Cambio Radical), quienes lo acompañaban jubilosos a aquellos aquelarres clientelistas”, recuerda.

Sobre el episodio del jalón de orejas de Santos a Vargas Lleras hace dos semanas, en el que estuvo trenzado un dirigente liberal como Amylkar Acosta, Serpa consideró que “más vale tarde que nunca”, que el mandatario haya aclarado quién es el dueño de la chequera. “Al doctor Vargas le estaba pasando lo del cajero del banco que se creía dueño de la plata, hasta que llegó el gerente. Ahora le toca aceptar que no es el mandamás, sino uno más”.

El jefe del liberalismo considera que ahora cuando le quitaron la chequera al vicepresidente, “tal vez le quede tiempo para pensar en la paz, para tratar de entender lo que se está haciendo en La Habana y para ser siquiera un poquito solidario con el principal programa del presidente. ¿Será que el doctor Santos nunca le ha dicho nada a su subalterno?”

Y es que según el veterano congresista, las actitudes oficiales de Vargas Lleras, los “desaires públicos a mucha gente, sus desapacibles comentarios políticos privados que transmiten sus interlocutores corregidos y aumentados, han causado desagrado entre los aliados del gobierno y están lesionando la integridad de la Unidad Nacional. En el Partido Liberal hay inconformismo y muchos nos preguntamos, ¿así, la Unidad Nacional, para qué?”

Serpa asegura que la paz que “no le gusta a Vargas” pero que compromete a los liberales hasta la coronilla. “Sepa el señor presidente que en esta materia estamos y estaremos firmes, solidarios, colaboradores, entusiastas, hasta el final. El Partido Liberal, sin esguinces, sin condiciones, con responsabilidad, apoya la paz de Santos. De ahí en adelante tocará volver a mirar”.

La enemistad política de Serpa y Vargas Lleras no es reciente. Se remonta al lejano 2002. En ese entonces Serpa era el candidato presidencial del Partido Liberal durante la primera campaña que lo enfrentó a Álvaro Uribe. Vargas Lleras, que era uno de los dirigentes liberales de mayor proyección, decidió abandonar el oficialismo liberal y unirse a la campaña de Uribe. Desde entonces parece que las heridas aún no han cicatrizado.

Por eso en septiembre del año pasado, cuando fue nombrado jefe de la dirección Liberal, Serpa hizo un anuncio que probablemente cayó mal en Vargas Lleras, quien durante cuatro años había propiciado acercamiento entre liberales y Cambio Radical. Serpa anticipó que los rojos tendrían candidato presidencial propio en el 2018 y le advirtió a Vargas que no le entregaría al Partido Liberal.

En la pasada campaña volvieron a tener diferencias. La principal, el apoyo de Cambio Radical a Enrique Peñalosa a la Alcaldía de Bogotá, cuando había una especie de acuerdo tácito entre los partidos de la Unidad Nacional de acompañar al liberal Rafael Pardo. Además, fue Serpa quien en campaña le pidió al presidente Santos atajar al vicepresidente.

La tensión entre Vargas Lleras y los liberales no es nueva. Pero cada día que pasa crece ante el futuro escenario del 2018. Los liberales apuestan por Humberto de la Calle, el jefe negociador, y hacerle imposible a Vargas su camino a la Presidencia, carrera en la cual está en la primera grilla de partida.