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HORACIO SERPA

Yo no soy el Allende colombiano

6 de julio de 1998

En entrevista con SEMANA, el candidato liberal Horacio Serpa Uribe responde a quienes cuestionan su seriedad en materia económica.
Semana: Algunos analistas aseveran que su triunfo en la primera vuelta electoral contribuyó a generar incertidumbre y desconfianza en los mercados financieros y a alimentar la disparada de las tasas de interés esta semana. ¿Cuál cree usted que fue la incidencia de los resultados electorales sobre la economía del país?
Horacio Serpa: Me parece perversa la especie que han empezado a difundir los enemigos de mi candidatura en el sentido de que mi triunfo el pasado domingo, que fue contundente, y mi eventual triunfo el próximo 21 de junio ha desquiciado la economía colombiana. Eso no es cierto. En primer lugar porque todo el que sabe de economía conoce las razones de las dificultades que se observan actualmente en la economía nacional. Primero, la crisis asiática y su efecto sobre la economía mundial han afectado el desarrollo de la economía nacional. En segundo término, la violencia hace rato que viene ocasionando efectos complejos en la economía colombiana. En tercer lugar, es evidente que hay un déficit fiscal que ha venido lesionando la economía desde hace un buen rato. Pero por sobre todo hay un desequilibrio en la balanza de pagos hace seis o siete años, lo cual tiene una grave incidencia sobre la situación actual. En algunos círculos de la burguesía nacional y en algunos sectores empresariales me están colocando como el Allende colombiano. Yo no soy el Allende colombiano, soy una persona muy sensata que he asumido este reto para ofrecerle al país estabilidad y para brindarle satisfacción a las dificultades que vive nuestra patria y no para aumentárselas. Por lo tanto esas acusaciones me parecen una estrategia electorera de los pastranistas.
Semana: Usted reconoce que hay unos desequilibrios importantes en la economía. Específicamente ¿cómo, cuándo y de qué magnitud va a ser su ajuste fiscal?
H.S.: Lo primero que hay que aclarar es que el desequilibrio fiscal del país no es tan catastrófico, por lo menos en la actualidad, como nos lo quieren presentar. El déficit fiscal consolidado es ligeramente superior al 2,5 por ciento del Producto Interno Bruto. Hay algunas inquietudes sobre lo que pueda pasar en el inmediato futuro si no se hacen ajustes. Yo sí me propongo a este respecto hacer reformas. No voy a hacer medidas de choque porque no las aguanta el país, porque el que paga el pato de esos choques es el pueblo y yo soy un defensor del pueblo.
Semana: Pero, concretamente, ¿qué va a hacer?
H.S.: Primero, la paz. Estamos gastando 5 puntos del Producto Interno Bruto en atender los problemas de orden público. Así es que la resolución del conflicto generaría unos ahorros importantes en materia de gasto público. Voy a tener una disposición muy severa con el contrabando. El contrabando le quita a la economía fiscal 600.000 millones de pesos al año. Voy a proponer que a los evasores de impuestos se les castigue con cárcel. Voy a adelantar una política austera en lo que tiene que ver con el gasto público. Yo no soy un despilfarrador, al contrario, yo lo que he demostrado en mi vida es un comportamiento austero que pienso desarrollar en el gobierno. Yo voy a propugnar porque haya una disminución en las tasas de crecimiento del gasto público, pero no lo voy a acabar porque en este país hay muchos necesitados. No voy a acabar con las transferencias pero voy a propugnar para que sean bien invertidas. No voy a acabar los fondos de cofinanciación pero sí voy a devolverlos a su auténtica filosofía de atender necesidades regionales y no convertirlos en auxilios políticos. Mi objetivo es que al final de mi gobierno el déficit del sector público consolidado esté en 2 por ciento del Producto Interno Bruto y no en 6,0 por ciento que es el desfase anticipado si continúan las tendencias actuales.
Semana: ¿En ese sentido está usted dispuesto a recortar la burocracia estatal?
H.S.: Por supuesto. La magnitud de los recortes tiene que ser objeto de un análisis detallado cuando esté en el gobierno. La descentralización del gasto ordenado por la Constitución no ha sido correspondida por un recorte en las estructuras del gobierno central.
Semana: Muchos observadores lo acusan de que como Ministro del Interior no fue lo suficientemente firme en las negociaciones salariales con los empleados del Estado. ¿Cómo va a manejar su gobierno esas negociaciones?
H.S.: Lo primero es que yo garantizo que bajo ninguna circunstancia dejaré que los salarios de los trabajadores aumenten por debajo de la inflación. Sin embargo yo defenderé siempre los intereses de la Nación sobre la base de no perjudicar los salarios de los trabajadores. El pato de la austeridad no lo pueden pagar solamente los de abajo. A mí me critican por no haber logrado sacar un aumento del 13 por ciento en los salarios de los trabajadores para 1997. Con una inflación del 21 por ciento en 1996 ese aumento era irrisorio. Voy a llamar a una concertación nacional entre el sector público, los empresarios y los trabajadores que permita reducir los niveles de inflación. Nuestro objetivo es lograr reducir la inflación a un dígito al final de mi mandato en colaboración con el Banco de la República.
Semana: ¿Cuál será su política en materia cambiaria?
H.S.: Lo primero que hay que decir es que el tema cambiario no lo maneja el presidente de la República sino la Junta Directiva del Banco de la República, y yo soy partidario de mantener la independencia del Banco de la República, garantizando que haya relaciones adecuadas entre la Junta y el equipo económico del gobierno. Yo apoyo la política actual del Emisor de mantener la banda cambiaria y estoy convencido de que el ajuste fiscal de mi gobierno generará la tranquilidad necesaria para reducir la presión sobre el peso.
Semana: ¿Hay conciencia en la campaña de que en los mercados internacionales el nombre de Horacio Serpa genera cierta resistencia?
H.S.: Hay conciencia de que los pastranistas han estado haciendo actividades dirigidas a generar desconfianza en mi candidatura a nivel internacional. Esta es una malévola persecución electoral que afecta la imagen del país.
Semana: ¿Qué propone su gobierno en materia de política petrolera?
H.S.: Yo estoy plenamente de acuerdo con las determinaciones tomadas el año pasado por Ecopetrol en el sentido de mejorar las condiciones de inversión para las multinacionales petroleras en el país.
Semana: ¿Piensa revisar el modelo de apertura?
H.S.: Por el desequilibrio en la balanza de pagos es posible que toque recurrir a algunos ajustes en materia de aranceles. Cuando visualizo medidas de este tipo pienso fundamentalmente en el sector agrícola.
Semana: ¿Qué piensa usted de la propuesta de Andrés Pastrana de otorgar exenciones tributarias a las empresas que generen empleo?
H.S.: Lo que propone el doctor Pastrana es rebajarles los impuestos a los ricos, es decir, reducir los ingresos de la Nación en un momento en que hay un déficit fiscal, y además rebajar el IVA. Ese es el ajuste fiscal del doctor Pastrana.