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Hoyo 19

Se avecina un debate sobre las canchas de golf del Club Campestre de Medellín: ¿parque público o conjunto residencial?

30 de marzo de 2003

Si por el Country Club de Bogotá llueve, en el Club Campestre de Medellín no escampa. En Bogotá las últimas administraciones han emprendido una cruzada por convertir las dos canchas de golf del Country Club en un enorme parque público en el norte de la capital. Ahora en Medellín, tanto políticos locales como importantes urbanistas, se alistan para dar la batalla que impida que los 18 hoyos de golf del Club Campestre, ubicado en el exclusivo sector de El Poblado, terminen convertidos en un gran complejo residencial de más de 400 apartamentos.

Este club está ubicado en el sur de la ciudad, una zona de la capital antioqueña que carece de zonas verdes y parques y que se encuentra inundada de todo tipo de edificios y urbanizaciones. Mientras en el norte de Medellín la alcaldía municipal adelanta dos importantes proyectos de adaptación de zonas verdes: los proyectos de Pies Descalzos y en la plaza de Ferias, la zona residencial de El Poblado está congestionada de vías y tiene una muy reducida área de espacio público.

Por tal razón la cancha de golf del Club Campestre ha estado en la mira de los gobiernos locales como una opción para construir un gran parque público. Por un lado, según el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) el club es calificado como "un área de importancia recreativa y paisajística". Por otro, se le han otorgado importantes concesiones fiscales por considerar que sus zonas verdes le prestan un servicio a la comunidad por ser al mismo tiempo 'pulmón' de la zona y paisaje natural. En consecuencia, el club obtuvo hace cerca de dos años una reducción en su avalúo catastral de más de 45 por ciento, lo que significó una rebaja de impuestos de alrededor de 3.500 millones de pesos. El municipio suavizó el cobro fiscal a cambio de que el club mantuviera las zonas verdes intactas.

Sin embargo en las últimas semanas medios de comunicación regionales revelaron que la junta directiva del club estaría contemplando la posibilidad de vender el 50 por ciento de la cancha de golf, es decir, 50.000 metros cuadrados, para sanear sus finanzas. Según fuentes consultadas por SEMANA las deudas del club con el municipio y la banca privada podrían ascender a 3.000 millones de pesos mientras que el valor de los terrenos llega a cerca de 10.000 millones de pesos aproximadamente.

En una columna del periódico El Mundo el concejal de Medellín Jorge Mejía Martínez afirmó: "La estrategia del club es jugar dos cartas simultáneas: buscar rebaja de impuestos y vender para usos diferentes a los asignados por el POT". Según Mejía, la discusión dentro de los socios del club ha sido tan intensa que ya se han presentado renuncias de directivos inconformes.

SEMANA intentó hablar al respecto con el gerente general del Club Campestre, Manuel José Arango, quien declaró que no estaban autorizados para dar declaraciones oficiales hasta no consultar con la asamblea que se realizará en 15 días.

Que en esos 50.000 metros cuadrados se construya un complejo residencial no sólo iría en contravía del plan de ordenamiento sino que empeoraría las congestiones, tráfico y condiciones ambientales de ese sector de Medellín.

No obstante la venta no es la única salida que le queda al club. Urbanistas locales proponen que la Alcaldía haga un canje con el club de los predios por la deuda del impuesto predial. Otros afirman que el municipio podría rebajar la tasa del impuesto a cambio de que el club se comprometa a mantener las áreas verdes.

Para los habitantes de Medellín el debate público de esta iniciativa es lo mejor. Como Bogotá, otras ciudades del país están incluyendo el tema del espacio público en sus agendas, en las que la discusión de fondo es que el interés general prime sobre el particular. Es una fórmula probada en la capital, donde más áreas de espacio público, como alamedas, parques y senderos, producen una mejor calidad de vida en la ciudad.