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| Foto: Archivo SEMANA

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"El Gobierno cedió ante la presión militar": HRW a Santos

Aunque José Miguel Vivanco, el director de la ONG defensora de derechos humanos, había manifestado que el acuerdo renegociado era mejor que el anterior, cambió de parecer. ¿Por qué?

24 de noviembre de 2016

"Después del sainete de los "micos" y las "fes de erratas" el Gobierno cede ante ACORE, dañando la credibilidad del proceso de paz. Escandaloso".

Con esas duras palabras, el director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, se refirió este jueves al mismo acuerdo de paz que había elogiado la víspera. En cuestión de horas, la organización que la noche del miércoles por primera vez había rebajado sus reparos al acuerdo con las FARC, lo bajó del cielo al infierno.

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Un correo de no más de dos páginas que llegó minutos antes de la firma final en el Teatro Colón es la responsable del cambio de parecer de Vivanco. En ella, los negociadores compartían una Fe de erratas sobre el documento final.

Pero no era un texto cualquiera. Además de un par de ajustes de sintaxis, semántica y mala digitación, los negociadores terminaron dándoles la razón a los reclamos que desde hace varios días venían haciendo los voceros de la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares (Acore).

En ese sentido, se eliminó completamente la aclaración que se había hecho sobre la forma como se fundará la responsabilidad de los miembros de las Fuerzas Armadas por los actos de sus subordinados. Es decir, se borró todo el párrafo.

El ajuste no cayó nada bien a la organización defensora de derechos humanos. "Estamos profundamente decepcionados porque el gobierno de Colombia cedió ante la presión militar y de forma suprepticia introdujo una modificación en el nuevo acuerdo de paz que podría permitir que los comandantes del Ejército eludan su responsabilidad por los crímenes cometidos por los subalternos", aseguró Vivanco a través de su cuenta de Twitter.

A la discusión se le volvió a imprimir una dosis de ambigüedad. Por eso, para el director de HRW se trata de una "burda capitulación del gobierno del presidente Santos a la presión de los comandantes del Ejército que buscan aprovecharse del proceso de paz para garantizar su impunidad".

Y es que cuando se negoció el punto de justicia, uno de los principales argumentos que se les dieron a los militares era que en el nuevo acuerdo no existiría la responsabilidad de mando. Para las Fuerzas Armadas esto es importante porque en la mayoría de procesos penales contra sus altos mandos no se logra probar la comisión de un delito. Los generales suelen ir a la cárcel más por omisión que por acción, pues ellos no están en el campo de batalla.

Se vuelve a dejar uno de los grandes vacíos que tenía el punto cinco del Acuerdo Final suscrito en La Habana y ratificado este jueves en el Teatro Colón de Bogotá. Pues el concepto de “responsabilidad de mando” deja de estar ceñido a los estándares y las definiciones establecidas en el Derecho Internacional.