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DIÁLOGOS DE PAZ

Humberto de la Calle pide "frenar el desbordado optimismo"

"Es recomendable mantener la templanza, controlar el desbordado apetito hacia una solución mágica y fomentar cierta dosis de escepticismo", escribió De la Calle en una columna dominical.

9 de septiembre de 2012

El exvicepresidente Humberto de la Calle, principal negociador oficial en los venideros diálogos de paz con la guerrilla de las FARC, pidió este domingo frenar el desbordado optimismo por alcanzar soluciones mágicas que acaben con el conflicto armado.
 
Las negociaciones del gobierno y las FARC comenzarán en octubre en Oslo, Noruega, según han dicho las partes.

Bajo el título "Con esta me despido", de la Calle dijo en su columna dominical del diario El Espectador que debido a su nuevo rol como jefe oficial en los diálogos debía apartarse de ese espacio para mantener la obligatoria discreción que exigen las negociaciones.

Además, "por lo pronto lo ideal en este momento es frenar el optimismo desbordado. Se entiende que tras casi 50 años de conflicto, la esperanza prolifera a veces sin medida", dijo el negociador.

Expresó, sin embargo, que "es recomendable mantener la templanza, controlar el desbordado apetito hacia una solución mágica y fomentar cierta dosis de escepticismo". Señaló que la moderación y el escepticismo son "una sana coraza contra la volatilidad de la opinión pública, en especial cuando nuevos episodios de violencia pueden hacer presencia en el inmediato futuro".

De la Calle es el jefe y uno de los cinco miembros de la delegación de negociadores del gobierno del presidente Juan Manuel Santos en la mesa de diálogos con las FARC.

Las FARC han designado también a por lo menos dos de sus negociadores a las discusiones que, dicen, comenzarán el 8 de octubre.

Las partes firmaron en agosto, tras seis meses de conversaciones reservadas en La Habana, un acuerdo marco de diálogos que incluye cinco puntos, desde el narcotráfico hasta los derechos de las víctimas del conflicto, pero no la declaración de un cese de fuego, mientras se negocia ese temario. Después de la firma del acuerdo marco, miembros de las FARC dijeron en La Habana que propondrán en la mesa ese cese de hostilidades bilateral, lo cual ha sido rechazado por el gobierno de Santos.

El gobierno de Santos ha dicho que no quiere cometer errores de pasadas negociaciones, en una referencia a que las FARC fueron acusadas de usar una zona desmilitarizada para negociar, a fines de los años 90 y hasta el 2002, como su retaguardia y espacio para fortalecer su muscular armado.

AP