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Humberto de La Calle, jefe de la delegación del Gobierno de Colombia en la mesa de conversaciones de La Habana, y el general (r), Jorge Enrique mora, con el rector de la universidad EAFIT de Medellín Juan Luis Mejia en el conversatorio sobre el proceso de Paz. | Foto: SIG

PAZ

“Para llegar al fin del conflicto tienen que desmovilizarse y entregar las armas”

Humberto de la Calle y el general (r) Jorge Enrique Mora Rangel aseguraron que la presencia de militares activos en La Habana fortalece la presencia del Gobierno.

29 de agosto de 2014

Durante el conversatorio “Diálogos de La Habana: actualidad del proceso de paz, resultados y proyecciones”, en la Universidad Eafit de Medellín, el jefe de la delegación del gobierno nacional, Humberto de la Calle, advirtió que una vez firmado un acuerdo con las FARC se tienen que cumplir simultáneamente las obligaciones y no se puede dar una especie de tutoría armada por parte de un grupo que tiene que hacer dejación de armas.

Para De la Calle, una condición indispensable para la finalización del conflicto con la guerrilla y la construcción de la paz es que estas depongan las armas.

“Allá en sus discursos pueden decir muchas cosas, pero lo cierto es que para llegar al  proceso de paz, para llegar al fin del conflicto, para que puedan surgir como un partido político, tienen que desmovilizarse y tienen que entregar las armas”, aseguró el general Jorge Enrique Mora Rangel, otro de los participantes al evento.

“No existe la posibilidad de que las FARC mantengan sus armas para someter al Estado como a una especie de examen del ICFES para calificar al Gobierno a ver si está cumpliendo o no los acuerdos, eso es de la ultraesencia de lo que no puede pasar”, subrayó el jefe de la delegación.

En medio de las críticas que se han desencadenado tras la visita de una comitiva de uniformados que viajaron a la isla para estudiar los mecanismos de una eventual desmovilización y desarme del grupo guerrillero, los delegados del Gobierno reiteraron que no tienen  estatus de negociadores y que su aporte será específicamente para el punto del fin del conflicto, como el cese al fuego y la dejación de armas, sin alterar el desarrollo normal de la Mesa de Conversaciones.

“Yo estuve allá en La Habana con ellos, los recibimos en la Mesa y realmente la presencia de ellos es importante. Como ha sido importante en la mayoría de los procesos del fin del conflicto, los militares en servicio activo han estado sentados en diferentes procesos del mundo”, afirmó el general Mora.

Finalmente, el jefe de la delegación señaló que las dificultades para terminar el conflicto armado no están en La Habana y dijo que el centro de gravedad de las conversaciones está no sólo en la isla sino en el país.

“El gran reto de la conversaciones no está en La Habana, sino en Colombia. Al nivel de polarización que estamos llegando, al nivel de discusión tan agresiva, me parece muy preocupante y sería históricamente un reproche para estas generaciones de colombianos que logremos un acuerdo en La Habana y que no seamos capaces de ponernos de acuerdo en Colombia”.

A la par de este conversatorio que adelantaban los delegados en la ciudad de Medellín, el Alto Comisionado para la paz participaba en el tercer Encuentro Regional para la Paz en Sincelejo. Una alianza de la Red Nacional de programas Regionales de Desarrollo y Paz, la Red de Iniciativas y Comunidades de Paz desde la base, Pasamiento y acción social y la ruta Pacífica de las mujeres, con el apoyo de las Embajadas de Suecia, Noruega, Suiza, y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.

Ante más de 300 delegados de distintos sectores sociales, Sergio Jaramillo Caro, resaltó los procesos organizativos de los Montes de María, un referente en la construcción de paz.

“Creemos que la terminación del conflicto nos va a permitir potenciar todos estos esfuerzos organizativos y nos va a permitir pensar de manera más integral.  Los Montes de María tienen una riqueza a nivel organizativo como pocas en el país y por eso creemos que debemos trabajar con lo ya construido”, aseguró.

Con la presencia víctimas, asociaciones de mujeres, campesinos, gremios productores, organizaciones de artesanos, grupos juveniles, comunidades indígenas y afrodescendientes, Jaramillo Caro insistió en que es fundamental para el país que se puedan identificar y promover las expresiones y procesos históricos de cada territorio.

“Un proceso de paz es para todo el país, pero su expresión real es una paz construida desde los territorios y para los territorios. Este proyecto no es una reunión más, este trabajo busca promover un proceso de construcción de modelos territoriales sobre la base de lo que existe en cada región”, puntualizó.