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Guiño de Humberto de la Calle al plebiscito

El jefe del equipo negociador expuso desde La Habana las bondades del plebiscito para refrendar los acuerdos de paz, aunque aclaró que el mecanismo será acordado de forma bilateral con las FARC.

11 de noviembre de 2015

El jefe negociador del Gobierno con las FARC, Humberto de la Calle, expuso varios argumentos a favor del plebiscito, propuesto desde el Congreso de la República, como mecanismo para la refrendación popular de los acuerdos que se alcancen con la guerrilla. Sin embargo, aclaró que ese procedimiento deberá ser acordado de forma bilateral por la Mesa de negociación.

Desde Cuba, donde se adelanta un nuevo ciclo de conversaciones, De la Calle reiteró el compromiso del Gobierno de poner en consideración de los colombianos los acuerdos de paz.

En su declaración de este miércoles, el jefe negociador señaló que la idea del plebiscito tiene ventajas y dio a entender que frente a otros mecanismos, como el referendo, es el más adecuado.

Primero, dijo De la Calle, ante la complejidad de los acuerdos que se vienen produciendo en La Habana, “es imposible exigirle a la ciudadanía que responda un largo cuestionario de decenas de preguntas”, como sucedería con el referendo. “Además, como se trata de refrendar un acuerdo con las FARC, no es lógico que terminen siendo negadas algunas preguntas que pueden ser esenciales para la vigencia del acuerdo como un todo”.

Según De la Calle, el plebiscito, tal como está consagrado en la Constitución, exige un umbral desmesurado, contrario a la tradición colombiana en materia de participación electoral. “No es realista exigir una mayoría de todo el censo electoral. Es decir, en la historia de Colombia no ha sido posible llegar casi a los 17 millones de votos que se requeriría según la legislación actual”.

Por eso, saludó la propuesta del Congreso de ajustar el umbral necesario para la validez de la decisión, pero se mostró confiado en que no se hará de cualquier manera. “Esperamos que el Congreso, en su buen juicio, tenga en cuenta que un umbral adecuado no puede ser demasiado blando. Hay que mantener exigencias razonables que sean prácticas, pero que a la vez mantengan la necesaria legitimidad de la decisión ciudadana. Estoy seguro de que el Congreso no aprobará un plebiscito light”.

Según el jefe negociador, el Congreso quiere hacer un aporte de buena fe para preparar a tiempo los instrumentos que van a ser necesarios. “Lo hace porque la cronología es apretada de cara a la fecha del 23 de marzo, cuando terminarán las conversaciones”. Pero eso no significa, aclaró, que se renuncie a la idea de seguir buscando con las FARC un acuerdo sobre el mecanismo de refrendación.

Para De la Calle la refrendación popular tendrá otras virtudes, pues no sólo supone un compromiso con la democracia, sino que, al brindar una gran legitimidad a las decisiones, produce un marco de seguridad jurídica que es absolutamente indispensable. “No es conveniente que una vez terminado el proceso de paz se puedan reabrir los juicios contra los responsables”.

El plebiscito propuesto por el Congreso empezará a ser discutido la próxima semana en el Congreso y aunque las FARC ya se han manifestado en oposición a esta propuesta, los partidos políticos en su mayoría estarán dispuestos a tener listo este mecanismo en caso de que la guerrilla y el Gobierno firmen el acuerdo antes del 23 de marzo, tal como quedó acordado el pasado mes de septiembre. Más aún con este nuevo respaldo de Humberto de la Calle.