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El fallo de la Corte que lanzó al agua a De la Calle

El exjefe negociador del proceso de paz asegura que tiene la “tentación” de tomar las banderas de la defensa de ese acuerdo en las presidenciales de 2018. No la tendría fácil.

21 de mayo de 2017

Desde hace meses en el ambiente político se habla de la candidatura de Humberto De la Calle. Su nombre se da por hecho en la baraja para 2018 y, de hecho, no hay ninguna encuesta que no lo mida como el más seguro aspirante del liberalismo para esa contienda. Sin embargo, aunque se ha venido preparando desde el fin de los dialogos de paz con las Farc, De la Calle nunca había dicho el Sí de frente. Al menos no tan de frente como lo hizo en una entrevista este domingo a propósito del fallo de la Corte.

En febrero, cuando el uribismo envió el mensaje de que si ganaban revisarían el acuerdo de paz, De la Calle había hecho unas tímidas declaraciones. Aseguró que estaba “dispuesto a llevar a cabo la tarea que me corresponda en un esquema de coalición con un liderazgo colectivo”. Y dejó claro que en esa coalición no veía a Germán Vargas Lleras.

En esta oportunidad, no fue el uribismo el que lo hizo saltar al agua, sino el reciente fallo de la Corte Constitucional que limitó el fast track. “Esta nueva situación que pone en jaque lo que trabajamos con tanto cuidado y amor casi cinco años en La Habana sí me genera la tentación eventual de tomar la bandera yo mismo, personalmente”, dijo en entrevista al diario El Tiempo este domingo.

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En sus declaraciones, De la Calle dejó de hablar como el prudente y diplomático jefe negociador, y se lanzó con la firmeza de candidato. Su posición soprendió. El ex vicepresidente siempre suele ser la voz serena ante cualquier controversia nacional, y sin embargo, en esta ocasión su tono fue uno de los más alarmistas.

Durante varios días el presidente, sus ministros y los juristas que acompañaron el proceso de paz habían salido a medios a aclarar que el fallo de la Corte Constitucional no necesariamente dañaría la implementación de los acuerdos. El exjefe negociador cree todo lo contrario. Aseguró que aunque entendía la posición del gobierno, le parecía “ingenua” su estrategia tranquilizadora. “El acuerdo de paz se pone en jaque y el riesgo de marchar atrás en un tema tan delicado es extraordinariamente grave”, aseguró.

Para él, lo que está en juego frente al fallo de la corte es el incumplimiento de un “compromiso ético” que tiene el Estado con la guerrilla que desmovilizó. “Enviar el mensaje de que la Corte va a revisar o a cambiar elementos centrales de lo que se acordó es un engaño frente al compromiso que tiene el Estado colombiano con el acuerdo de paz”, dijo.

Aclaró que, aunque no quiere magnificar las críticas, sí cree que tiene la obligación de hacer una advertencia porque aquí se “esta jugando la suerte del país”. Para él, la sentencia crea unos riesgos que no se tenían y se basa en una “equivocación” en la interpretación de la teoría de la sustitución de la constitución.

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Con sus declaraciones, de la Calle parece haber resuelto su propia “encrucijada en el alma”.  En términos generales habló de los temas que serán los ejes de su campaña: la defensa del proceso de paz y su implementación, pero también de la filosofía liberal, de la tolerancia y de la no discriminación.

De cara al 2018, su nombre es interesante. De todos los candidatos es quizás quien mejor puede representar la defensa del proceso de paz. En una campaña tan polarizada como la que se avecina es posible que él pueda agrupar a todos esos colombianos que temen que la llegada del Centro Democrático al poder verdaderamente signifique que el acuerdo de paz se volverá “trizas”. En ese escenario la gran pregunta será si Santos, solo para defender el proceso del uribismo, se la jugaría a fondo por él.

Frente a esa defensa de los acuerdos, De la Calle ya comenzó a marcar terreno. Con su entrevista en El Tiempo, hasta ahora, ha sido el único que se ha pronunciado contra el fallo de la Corte. Se podría decir que él tiene toda la autoridad para hacerlo, pero también que debe sentir que es su responsabilidad.  Esa salida parece obvia, pero en este momento político – como bien lo demuestra la Gran Encuesta Presidencial – lo rentable para conseguir votos es ser esceptico o estar en contra.

Lo que no está claro todavía es que la campaña presidencial vaya a tener su centro en el proceso de paz. El escándalo de Odebrecht demuestra que la atención de la opinión pública está cambiando a otra agenda en la que es posible que la lucha contra la corrupción u otros temas comiencen a marcar la parada. En ese escenario ¿De la Calle tendría opción?

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Sus escenarios políticos no son fáciles. De la Calle se ha querido vender como el hombre que podría liderar una coalición de las fuerzas que acompañaron el Sí. El problema es que todas estas tienen su propio candidato. El deseo del presidente Santos es que todos los defensores del acuerdo se sumen al mismo nombre en primera vuelta, pero esa opción hoy se ve muy díficil. Ningún contrincante viable se quitaría la camiseta para entregarsela al jefe negociador.

Su otro problema será Vargas Lleras. Con el ex vice jugando en ese ajedrez es muy probable que las fuerzas de la Unidad Nacional no vayan unidas. Aunque tampoco se ha lanzado oficialmente, el líder de Cambio Radical comenzó la campaña hace mucho tiempo y es probable que logre sumar muchas fuerzas. De la Calle, que es un hombre mesurado, ha sido uno de las voces más críticas contra él. Ha dicho que por su “gran indiferencia” frente al proceso no merece una coalición para defenderlo. E incluso ha ido más allá. En un auditorio en la Universidad Nacional aseguró que “y creo que lo que no le conviene a Colombia es la república del coscorrón”.

Y por último tiene que superar a sus rivales dentro de su mismo partido. En el liberalismo  Juan Fernando Cristo, Luis Fernando Velasco y Juan Manuel Galán también quieren ser los candidatos del trapo rojo en esas elecciones. Allí se ha dicho que podrían ir a una consulta interna, un escenario que no le favorecería a De la Calle. Sus seguidores al interior de esa colectividad han propuesto que por su experiencia y trayectoria debería ser ungido como candidato sin mediar ningún proceso, pero esa formula no tiene unanimidad.

La gran encuesta presidencial que SEMANA publicó en su reciente edición en alianza con Caracol Televisión y Blu Radio deja al jefe negociador en una buena posición, con posibilidad de crecer pero sin mucha ventaja.  Los cuatro punteros Vargas Lleras (21,5%) Gustavo Petro (14,2%), Sergio Fajardo (10%) y Clara López (8,4%) ya iniciaron su campaña presidencial. De la Calle por ahora no ha despegado en forma. Se quedó con el octavo lugar de 12 personajes medidos con el 5.4 % de la intención de voto. Ahora que finalmente decidió lanzarse al agua, seguramente su rumbo comenzará a cambiar.