¿Existe o no información contable sobre las regalías de La Guajira?

La gobernación de La Guajira no facilitó a la Contraloría General la información contable los estados financieros del Sistema General de Regalías (SGR): ese es el problema. Ni insignificante, ni mucho menos ajeno a la complicada realidad que durante tanto tiempo ha tenido que vivir La Guajira y sus habitantes. Sobre todo, si se tiene en cuenta que son $746.000 millones de regalías que protagonizan este capítulo.

Todo comenzó con la certificación emitida por el encargado con funciones de contador de la gobernación de La Guajira en la que dice que “el 28 de julio de 2017, se produjo un fallo en la base de datos del sistema de información financiera y se borró toda la información contable”, debido a que ese día se fue la luz y por ende, el sistema no funcionó, pero, según la Gobernación, se está llevando a cabo el proceso de recuperación de dicha información.

Sin embargo, la ausencia de libros contables o estados financieros firmados por el revisor fiscal, que puedan dar cuenta del manejo de esos $746.000 millones para obras en la región durante los años 2012 a 2016, se convierte en una alerta, debido a que, según la Contraloría esta situación impidió establecer el estado real de las cuentas que se pretendían conocer durante la auditoría financiera sobre el uso de estos dineros.

Además, la Contraloría afirma que solicitó en tres ocasiones a la Gobernación de La Guajira la entrega de los libros oficiales de la Contabilidad del Sistema General de Regalías, pero el ente territorial no entregó la información.

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¿Qué son las regalías y cómo distribuyen?

La Constitución Política de Colombia de 1991 define las regalías como “una contraprestación económica que recibe el Estado por la explotación de recursos naturales no renovables”. Es decir, es una cantidad de dinero que recoge el gobierno, al que pueden acceder entidades territoriales, siempre y cuando, exista un proyecto de inversión admitido por el Plan Nacional de Desarrollo (PND). Es más, cuando algún proyecto en específico no se ejecuta pueden suspenderle los recursos de ese proyecto al municipio.

Entre 2012 y 2016 fueron designados recursos de regalías por un total de $1,5 billones a La Guajira. De este monto, $1,3 billones fueron aprobados en proyectos y de esta cifra, dicho departamento tenía a su disposición los tan nombrados $746.000 millones para la ejecución de las obras. El saldo restante correspondía a los municipios.

La Contraloría estableció que en diciembre del año pasado, la Gobernación contaba con un saldo de $109.594 millones en las cuentas maestras. Cuentas donde el Estado deposita el dinero de las regalías.

La otra cara de la moneda

El Secretario de Hacienda de La Guajira, Marcos Romero Pontón contradice el informe de la Contraloría y señala que “$746.000 millones no se esconden así nada más… Estos recursos están bien invertidos. El hecho de que nosotros en ese momento no pudiéramos demostrar la información contable no significa que esos recursos estén perdidos”.

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Romero dice que esa información, que en primera instancia hizo falta, ya está recuperada. Solo que está consolidada y allí se encuentran los registros de otros recursos, entonces se están separando los datos referidos a las regalías. Añade que “lo importante es que se tiene la información precisa que cualquier entidad requiera”.

Con dos posiciones y sin nada resuelto aún, esta situación demuestra que el departamento de La Guajira y sus falta de gobernabilidad han generado parálisis en todos los esquemas. Incluso, en la capacidad y seguimiento del control de los proyectos. Los últimos gobernadores de ese departamento -Kiko Gómez, Oneida Pinto y Wilmer González Brito están pagando deudas con la justicia. Durante casi todo 2017 quien gobernó fue Weildler Guerra Curvelo, encargado por el presidente Juan Manuel Santos. Esa inestabilidad ha hecho que La Guajira siga sin un rumbo fijo, y con los mismos problemas.