Inicia la ‘bacrimpolítica’ en el Valle

Uno de los golpes más duros contra las bandas criminales que azotan al Valle del Cauca y Eje Cafetero puso al descubierto que esas organizaciones delincuenciales no están solas y en muchos casos cuentan con el apoyo de políticos.

 

Así se pudo descubrir luego de que la Sijín en coordinación con el CTI de la Fiscalía capturó ayer a 18 presuntos integrantes de temidas organizaciones como la 'Cordillera' y los 'Urabeños', que operan en el Eje Cafetero y el norte del Valle.

 

Se requirieron 18 diligencias de allanamientos en ciudades como Cartago, Ansermanuevo, en el Valle; y Pereira, Risaralda y Armenia en el Quindío. Y además incautaron ocho armas de fuego, tres proveedores, un cañón 9 mm, un silenciador para Mini UzI y 8,4 millones de pesos en efectivo.

 

A todos se les imputarán los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio agravado, tráfico, fabricación, porte de armas de fuego y municiones de uso privativo de las Fuerzas Militares. La investigación, que duró seis meses, promete descubrir los autores de 20 homicidios cometidos en la región.

 

Esos presuntos delincuentes eran integrantes de una banda conocida como los Motato, que era una especie de franquicia criminal que recogía miembros de dos temidas organizaciones de la región: la 'Cordillera', que opera en Pereira, y los 'Urabeños', que llegaron al norte del Valle.

 

De hecho, entre los capturados estaba alias el 'Flaco' considerado el segundo al mando de la banda la 'Cordillera' y que luego de la captura de 'Niño Fabián' asumió el mando de esa organización. Precisamente el 'Flaco´ fue el encargado de establecer la alianza entre la 'Cordillera' y los 'Urabeños', para arrebatarles el control territorial a los 'Rastrojos' en esa zona del país.

 

Al frente de esa tarea estaban mandos medios como alias 'Pacho', 'Zarco' y 'Vince' quienes eran los encargados de asumir el control en Armenia, Pereira, Cartago y Ansermanuevo, y también fueron capturados en la operación de ayer jueves.

 

Pero lo más sorprendente es que entre los aprehendidos estaba Wílmar Alberto Ramírez Montoya, concejal activo del municipio de Ansermanuevo, en el norte del Valle. Ramírez Montoya está avalado por el partido Conservador y en otros períodos repitió curul.

  

Ansermanuevo es un pequeño pueblo que no supera los 15.000 habitantes, pero junto a Cartago fue epicentro de operaciones de los capos del extinto cartel del Norte del Valle.

 

Investigadores del caso consultados por Semana.com afirmaron que ese concejal era el enlace político de los Urabeños y tenía como fin vincular a funcionarios a la organización criminal. Entre sus objetivos a reclutar estaban miembros de  la Policía, la Registraduría, la Personería y otras instituciones del Estado, “lo importante es que le sirvieran a la organización para seguir delinquiendo y evadir la justicia”, explicó un investigador.

 

La fuente agregó que contra el concejal existe un video en el que se le observa dialogando con un miembro de la fuerza pública, “lo invita a colaborar con la organización criminal a cambio de dinero; su labor consistía en limpiar el pueblo de 'Rastrojos'”.

 

Si un juez confirma los delicados cargos contra el concejal de Ansermanuevo, se empezará a escribir un nuevo capítulo entre ese perverso maridaje entre política y mafia, pero esta vez se conocerá como la bacrimpolítica.