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| Foto: Policía Nacional

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La insólita historia del puente que se estaban robando por partes para venderlo por chatarra

Este hecho, ocurrido en Landázuri, Santander, tiene todos los ingredientes de una tragicomedia. Las diez personas capturadas fueron dejadas en libertad porque no había un documento que certificara que el puente sí quedaba en el municipio.

14 de julio de 2018

Cuando la policía les tomó la foto para la reseña judicial, los hombres acusados de cometer el insólito robo de un puente agacharon la cabeza. Era como si tuvieran vergüenza. Lucían sucios, cansados.

No debió haber sido fácil desvalijar, en el sigilo de la noche, esa enorme estructura metálica que comunica dos veredas del municipio de Landázuri, en Santander.

Los intrépidos ladrones, entre los que había dos menores de edad, se desvelaban en la oscuridad desarmando tornillo a tornillo el andamiaje. Tenían en mente viajar hasta Bogotá para vender las partes a precio de chatarra. Eso dice la Policía.
Pero antes de que el puente desapareciera por sustracción de materia y antes de que los habitantes de aquellos dos caseríos se quedaran incomunicados -mirándose unos a otros a lo lejos-, los vecinos comenzaron a sospechar de los ruidos de la noche.

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Por muy oscuro que estuviera, no era tan fácil pasar desapercibidos. Robarse un puente no es como robarse una moneda. Tarde que temprano, el delito quedaría en evidencia. Y fue entonces cuando los policías, ya avisados, desplegaron la redada.

El coronel Jaime Escobar, comandante de la Policía de Santander, habló después ante una cámara sobre el éxito del operativo. Los delincuentes fueron capturados con las manos en la masa. O al menos, con las piezas del puente en las manos, ese que según la Alcaldía de Landázuri está avaluado en 1.400 millones de pesos.

“No vamos a permitir que estas situaciones se vuelvan a repetir”, dijo Escobar, muy enfático. “Estas diez personas ya salieron de circulación”, aseguró.

Sin embargo, las palabras del oficial terminarían desdibujándose cuando se llegó el momento de la audiencia de legalización de captura. Una jueza los dejó libres. Según el alcalde Landázuri, Milton Téllez, no se encontró un documento que certificara que el puente quedaba en la jurisdicción del municipio, así todos lo supieran. Bastaba con ir a echarse una pasada por la vereda.

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Téllez, como primera autoridad del municipio, no salió del asombro por el giro que había tomado la historia. Prometió adelantar una investigación y convocar a un consejo de seguridad el lunes a primera hora. Para ese momento, sin embargo, los ladrones del puente seguramente ya andarán lejos de Landázuri, lejos del puente que se quisieron llevar sin dejar rastro.