Home

Nación

Artículo

terrorismo

Irlandeses, una 'papa caliente'

Mientras la defensa dice que el juicio contra los tres irlandeses sindicados de pertenecer al IRA está politizado, la Fiscalía los acusa de entrenar a las Farc en terrorismo urbano. Para el 16 de octubre se postergó la audiencia preliminar.

6 de octubre de 2002

Jairo Acosta, juez primero penal especializado del Circuito de Bogotá, tiene sobre sus hombros una responsabilidad que nadie envidia. En los próximos meses tendrá que resolver la situación jurídica de Jim Monaghan, Niall Connolly y Martin McCauley, los tres irlandeses que fueron arrestados en agosto del año pasado en el aeropuerto El Dorado y a quienes la Fiscalía sindica de haber entrenado en manejo de explosivos a los guerrilleros de las Farc. El caso, que fue transferido de Florencia (Caquetá) por petición de la Fiscalía para garantizar la seguridad de todos los involucrados, es una verdadera 'papa caliente' que puede quemar a quien la reciba entre las manos. El proceso contra estos presuntos tres miembros del Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés), más allá de la responsabilidad penal de los imputados, tiene demasiados visos políticos. Así lo denunció la defensa de los irlandeses la semana pasada, en vísperas de la audiencia preparatoria del juicio que debía haberse llevado a cabo el viernes en la mañana. Sin embargo, los irlandeses se negaron a comparecer ante el tribunal, razón por la cual la audiencia preliminar fue aplazada hasta el próximo 16 de octubre.

Los miembros del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo y del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, que defienden a los europeos, dijeron que el juicio que se les va a hacer a éstos constituye una mascarada del gobierno para conseguir fondos internacionales para la denominada lucha contra el terrorismo. "Estos tres hombres no pueden convertirse en víctimas, en conejillos de indias de ese experimento de guerra global contra el terrorismo", dijo el abogado Pedro Mahecha, quien defiende a Monaghan. En su opinión, compartida por el resto del equipo defensor, en la resolución de acusación de la Fiscalía no se encuentran méritos suficientes que justifiquen el llamado a juicio de sus clientes.

Estos siempre han sostenido que sí se internaron en la zona de despeje, pero no para entrenar en explosivos o en manejo de misiles a las Farc, como dice la Fiscalía, sino para conversar con sus líderes sobre el proceso de diálogo que adelantaban con el gobierno anterior. Lo que no han explicado es por qué ingresaron con pasaportes falsos al país. Catriona Ruane, una activista de derechos humanos con más de 20 años de experiencia en el tema en Irlanda, ha viajado seis veces a Colombia como presidenta de la campaña 'Traedlos a casa'. Ella está convencida de que el juicio está politizado y que los tres acusados deberían ser juzgados sólo por la posesión de documentos falsos, un delito menor que se castiga con la deportación. Sin embargo la Fiscalía tiene argumentos para pensar otra cosa.

En la resolución de acusación, el ente acusador presenta el testimonio de cuatro testigos que vinculan a los irlandeses con las Farc aunque sólo uno, John Alexander Rodríguez, los señala como adiestradores de los guerrilleros en manejo de material explosivo. Incluyen también dos pruebas técnicas para demostrar su culpabilidad. El día en que los tres hombres fueron capturados la embajada de Estados Unidos realizó un estudio de su ropa, en la que se encontraron muestras de nitro, tetril, HMX, DNT y nitrato de amonio. Al día siguiente la Fiscalía les pidió a los funcionarios de la embajada que repitieran la prueba y en esa misma fecha un perito del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) tomó muestras también para realizar una cromatografía de gases. La prueba estadounidense obtuvo el mismo resultado; la del DAS, en cambio, no reveló rastros de material explosivo. En la audiencia preparatoria del viernes pasado la defensa le solicitó al juez que le permita traer un experto en explosivos al juicio para que hable sobre el particular.

Las sospechas contra los irlandeses aumentaron luego de los ataques de las Farc contra el Palacio de Nariño el pasado 7 de agosto en momentos en que se posesionaba el presidente Alvaro Uribe. Para el grupo interinstitucional antiterrorismo, en ese atentado las Farc usaron técnicas muy similares a las que el IRA utilizaba en Belfast. A diferencia del clásico cilindro de gas para atacar pueblos, ese día las Farc emplearon tubos de oleoducto, con pipetas de oxígeno, lo que les permitió mayor precisión y la posibilidad de volverlos a utilizar.

Los abogados de los irlandeses también pedirán la nulidad del juicio por vicios en la investigación. Por lo pronto, mientras se resuelve esta solicitud, invitarán a observadores jurídicos internacionales, aún no se sabe a cuáles, para que vigilen que el juicio se lleve a cabo con todas las garantías. Si los irlandeses son encontrados culpables podrían ser condenados a entre 15 y 20 años de cárcel. El juicio público será como para alquilar balcón y esta 'papa caliente', cuya resolución siempre dejará inconforme a algún sector, no se la envidia nadie al juez primero penal especializado del Circuito de Bogotá. Esto apenas empieza.