Javier Cáceres, de nuevo en la lupa de la Corte

El político costeño Javier Cáceres, conocido popularmente con el apelativo de ‘Chuzo’, que usó en sus tiempos de senador para levantar el dedo acusador, vive por estos días tiempos de sosiego.

En efecto, hace pocos días, luego de pagar su condena por vínculos con paramilitares, se estrenó como periodista y lanzó una revista donde se va lanza en ristre contra la Corte Suprema y los funcionarios que se dedicaron a investigarlo, así como contra los periodistas que realizaron indagaciones que lo comprometían.

Políticos consultados en Cartagena aseguran que Cáceres está tranquilo y libre de apremios judiciales. Aunque, eso sí, políticamente menguado. Entre otras cosas, porque su hija perdió la campaña con la que buscaba heredar la curul en el Legislativo.

Pero ahora se sabe que la Corte tiene en la mira nuevamente al excongresista del Polo y de Cambio Radical. Semana.com conoció que el alto tribunal citó para el próximo 6 de noviembre al exliquidador de la Dirección Nacional de Estupefacientes Camilo Bula, para que rinda una declaración en el proceso que allí se abrió contra Cáceres por presuntas irregularidades en la DNE.

Bula hoy paga una condena de ocho años por los malos manejos durante su paso como liquidador de empresas y bienes confiscados a la mafia en Barranquilla. El exfuncionario llegó a un acuerdo con la Fiscalía en el que se comprometía a colaborar en otros procesos contra exservidores de esa entidad que abusaron de su función.

Pero la Corte también se interesó por lo que Bula sabe en cuanto a las maniobras de políticos en la entidad. En mayo del 2013 El Espectador reveló que Bula les dijo a los fiscales que Cáceres recibió $1.000 millones de Bula “como resultado de maniobras ilegales en la administración de bienes decomisados a la mafia”.

Según el relato, “Bula sostuvo que el abogado Fernando Navarro era el enlace del entonces influyente senador cartagenero para realizar estas maniobras ilícitas, pues buena parte del dinero del ‘saqueo’ se consignaba en las cuentas personales de Navarro. Los depósitos supuestamente se realizaban desde una oficina de Barranquilla del Banco Colmena que quedaba muy cerca de la firma Promocom”.

Y para rematar, Bula dijo que “Cáceres manejaba la mitad de la nómina de Promocom y sus delegados en los negocios de liquidación de la DNE eran supervisados por el propio Bula y el abogado Navarro”.

El exliquidador deberá entregar su versión, que es mucho más amplia, ante un magistrado auxiliar de la sala de casación penal.

Luego de eso y de llegarse a comprobar las versiones y si estas no son desestimadas por Cáceres, aquel curtido político tendrá nuevos problemas con la justicia.