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El ‘Monstruo del Batán’ ya está tras las rejas

Jonathan Vega, presunto agresor de Natalia Ponce, se declaró inocente del delito de tentativa de homicidio.

5 de abril de 2014

En una audiencia que se prolongó hasta la madrugada de este domingo y que se desarrolló ante la juez 34 de garantías de Bogotá, la Fiscalía le endilgó a Jonathan Vega Chávez el delito de tentativa de homicidio agravado, por ser el presunto responsable del ataque con ácido que sufrió Natalia Ponce de León. La mujer fue agredida el pasado 27 de marzo en el conjunto Palos Verdes de la localidad de Usaquén en la capital del país. 

El fiscal 51 de la Unidad de Vida recordó que Vega, a quien comienzan a llamar distintos medios de comunicación el ‘monstruo del Batán’, por el sector de la ciudad donde vivía, sería el responsable de la agresión. Durante la imputación se recordó que el presunto atacante llegó hasta la unidad residencial donde vive la mamá de Natalia y mediante engaños, pues al parecer se hizo pasar por Bernardo Londoño Escobar -un exnovio de la mujer- logró que ella saliera hasta la portería para poder arrojarle el ácido.

El delegado del ente acusador dijo que el ataque del que Ponce de León fue objeto le causó graves quemaduras de tercer y segundo grados. Las lesiones de Natalia, según el fiscal, están por todo su cuerpo, indicó que el ácido sulfúrico le afectó entre otros, boca, lengua, parpados, abdomen, antebrazos, lóbulos y piernas. 

A lo que añadió que inicialmente a la víctima, quien se encuentra en el Hospital Simón Bolívar, se le incapacitó por 55 días. Dijo que se le diagnosticó además afectación en su visión y una alta probabilidad de secuelas permanentes en la parte estética a futuro. 

La Fiscalía también puso de presente que el imputado tiene quemaduras y laceraciones en sus manos, lo que podría evidenciar su responsabilidad en el ataque, pues al parecer se habría lesionado en el momento en que arrojó el químico.

Además el delegado del ente acusador indicó que Jonathan contó, luego de la captura ordenada por el juzgado 58 de control de garantías el viernes, que padecía una supuesta enfermedad psiquiátrica y que consumía alucinógenos. 

“Dice sufrir de esquizofrenia, haber estado hospitalizado unas tres veces en los últimos años en hospitales psiquiátricos. Haber consumido heroína y que tiene dos meses de no hacerlo”, señaló el fiscal al tiempo que aseguró que Vega manifestó además que se había "quemado con ácido sulfúrico hace ocho días”. Según se dijo en la audiencia, el ácido fue comprado el 6 de diciembre del 2013 y costó 10.345 pesos, esto según una factura del ente obtenida por el ente investigador.

El fiscal dijo que para dar con el paradero de Vega se reconstruyó el trayecto desde el barrio Santa Bárbara, donde ocurrió el ataque, hasta el Batán, lugar en donde reside Jonathan. La Fiscalía cuenta con 13 videos tomados desde nueve puntos distintos.

En la diligencia el representante del ente acusador dijo que el presunto atacante de Natalia nació en Bogotá, es soltero, estudiante inactivo y que cuenta con 33 años de edad.

Vega se declaró inocente del delito de tentativa de homicidio, aunque si reconoció haber lesionado a Ponce de León, "acepto las lesiones físicas, pero no lo dicho por el fiscal". Ante esto, el sospechoso está bajo custodia y será enviado a un pabellón especial de la cárcel La Picota en el sur de Bogotá mientras se define su suerte.

En la audiencia se presentaron varias alteraciones. Inicialmente el procesado le gritó al abogado de víctimas Abelardo de la Espriella una frase de alto calibre. Mientras el defensor de víctimas en una de sus intervenciones aseguró que a Vega “no lo querían ni los perros” finalmente, ante el llamado de atención del delegado de la Procuraduría y la juez, el abogado dijo: “Me disculpo con la audiencia y con los perros”. 

También se dieron momentos tensionantes entre las partes. La defensora de Vega criticó que el fiscal hablara de las demoras para realizar la diligencia porque ella estaba entrevistando al procesado. El roce también se presentó entre la representación de víctimas y la abogada del imputado. La juez debió llamarles la atención en varias ocasiones. 

En la diligencia hizo presencia el director general de la Policía, general Rodolfo Palomino, quien durante un par de minutos entabló un diálogo con los familiares de la víctima a las afueras de la sala.

De ser condenado, el presunto atacante se enfrentaría a una pena de hasta 37 años de cárcel.