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Jonathan Vega es conocido como el Monstruo del Batán por el nombre del barrio en donde planeó el ataque a Natalia Ponce. | Foto: Archivo particular

JUDICIAL

Acusan formalmente al ‘monstruo del Batán’

Jonathan Vega se declara inocente pero la defensa de Natalia Ponce alega tentativa de homicidio.

12 de septiembre de 2014

A la sala de audiencias del complejo judicial de Paloquemao, en Bogotá, no llegaron ni la víctima Natalia Ponce de León ni el victimario Jonathan Vega Chávez, aquel hombre que le arrojó ácido a la joven el pasado 27 de marzo, en el conjunto Palos Verdes, de la localidad de Usaquén en la capital del país.

Desde entonces, lo llaman el 'Monstruo del Batán' debido a que vivía con su familia en el barrio El Batán en el norte de Bogotá, lugar donde planeó el atentado a Natalia.

A la sala de audiencias llegaron también los abogados de la víctima y victimario y fiscal 51 de la Unidad de Vida, Edgar Malagón. El curtido funcionario judicial tomó la palabra y comenzó a exponer uno a uno los detalles del ataque con ácido que conmovió al país.

El juez que preside la sala escuchaba atento el doloroso relato. Jonathan Vega se declaró inocente cuando fue arrestado, pero las pruebas que tienen las autoridades sobre el presunto delito de tentativa de homicidio agravado lo podrían llevar, si así lo estima el juez, a pagar una pena de entre 16 y 37 años de cárcel.

La defensa del agresor alega que su cliente es inimputable (que no puede ser procesado porque no tiene conciencia de los actos). La defensa de Natalia demostrará lo contrario.

Para la Fiscalía, no está en duda que Vega es responsable de los hechos puesto que luego de lanzar el químico a la joven “el imputado presentó quemaduras y laceraciones en sus manos, lo que podría evidenciar su responsabilidad en el ataque, pues al parecer se habría lesionado en el momento en que arrojó el químico”, precisa el escrito.

El ente investigador revelará las facturas y todas las pruebas que permiten inferir que “el ácido fue comprado el 6 de diciembre del 2013 y costó 10.345 pesos” más una serie de videos que muestran a Vega comprando el químico en un sector de chapinero en Bogotá.