¿Por qué Pretelt no es el protagonista de las redes?

Cuando estalló el escándalo que involucraba al presidente de la Corte Constitucional en un presunto pago para favorecer una tutela pocos dedujeron la gravedad del asunto. Aunque los medios explicaron el alcance de las denuncias en contra del magistrado Jorge Pretelt Chaljub y las reacciones de ministros, congresistas y colegas del togado le daban el pedestal al tema, muchos seguían sin entender.

Pasaron los días y se tradujeron en un pedido de renuncia de toda la cúpula de la Justicia y la negación de una licencia por parte del Congreso. Sólo la Procuraduría se apartó. Esta vez la creatividad de los ‘twitteros’ o ‘facebookeros’ no fue tan fina, ni tan instantánea como en un evento tan común como el último temblor o la metida de pata de un famoso. El tema se tuvo que masticar.

En Twitter el 95 % de los resultados de una búsqueda aleatoria sobre el expresidente de la Corte Constitucional muestran contenido generado por medios de comunicación, periodistas y uno que otro abogado.

Ni después de 20 días del escándalo –que tiene en conmoción a la Justicia- se encuentran enconados debates entre uribistas y santistas, memes y chistes frescos sobre el magistrado Pretelt.

¿Los internautas colombianos se tomaron el tema en serio? ¿Se entendió ampliamente lo que pasaba? Si hubo sobriedad hablaría bien del uso de internet y las redes sociales en un tema coyuntural y de trascendencia nacional, pero es sospechoso porque la experiencia dice que hasta en una calamidad hay críticas o chistes.

Aunque los medios de comunicación han gastado muchas horas y páginas cubriendo el episodio, son más los que aún no saben las funciones –o la existencia- de la Corte Constitucional o la diferencia con la Corte Suprema de Justicia. Así no haya aún un juicio; el mensaje que queda es que la corrupción llegó a otra institución.

‘Jorge Pretelt’ y ‘Corte Constitucional’ han sido tendencia y de los términos con más difusión, pero no de discusión. Basta un clic en uno de esos trending topic para descubrir que los resultados destacados son las mismas publicaciones de los medios.
 
La cloaca o el ágora de los debates y reacciones en las redes sociales se convirtieron en termómetro irrebatible de la trascendencia para la vida diaria de los colombianos, eso sí, de los que tienen acceso a esas tecnologías pues siempre hay un país sin smartphone y sin Corte Constitucional.

Por ahora, y también sin precedentes en escándalos contemporáneos, el magistrado Pretelt de lo único que no se podrá quejar es de matoneo virtual.