Del Partido Liberal, primer candidato capturado

El pasado sábado se cerraron las inscripciones para las elecciones del próximo 25 de octubre, en las que se escogerán los gobernantes municipales y departamentales, además de concejos, asambleas y juntas locales. En total, 114.936 candidatos se inscribieron para los cerca de 18.000 cargos que estarán en disputa en las urnas, con lo que prácticamente la campaña política arrancó en forma.

Pero 48 horas después de las inscripciones, a uno de estos candidatos la campaña pareció dañársele. José Zapata Meriño había recibido el aval del Partido Liberal para aspirar a la Alcaldía de Cerro de San Antonio, un escondido municipio del Magdalena de cerca de 10.000 habitantes, al que sólo se puede llegar en helicóptero o en ferry por el río Magdalena.

El domingo, después de haberse inscrito, Meriño se movilizaba hacia el municipio de Sabanagrande (Atlántico); al pasar por un puesto de control policial, se le pidió su identificación, los agentes comprobaron que tenía vigente una orden de captura por concierto para delinquir y procedieron a su detención.

La orden de captura, además, estaba vigente desde el año 2009. Así lo certifica un documento oficial de la Fiscalía del 3 de noviembre de ese año, que derivó de una providencia del 29 de octubre de la fiscal 16 especializada, que en esa época era Myriam Quintero Rueda. Esa orden de captura fue librada por presuntos nexos de Meriño con los paramilitares en Magdalena.

La entrega de avales de los partidos políticos se desarrolló entre numerosas polémicas, precisamente por posibles respaldos a candidatos con líos con la justicia. Uno de ellos fue el Partido Liberal, que en pasadas semanas vivió tiempos de crisis y aguas agitadas por cuenta de los avales entregados para las elecciones. Por eso, la captura de Meriño es una noticia que empaña el liberalismo.

Este lunes, al senador Horacio Serpa, jefe del Partido Liberal, lo tomó por sorpresa. No sólo desconocía quién había sido el candidato implicado, sino que dejó entrever que el asunto correspondía al veedor del partido. Pero el interrogante es: si el máximo directivo de la colectividad desconocía los antecedentes del candidato, ¿por qué dio el visto bueno para su aval?

Serpa dice que todos los candidatos avalados pasaron por el filtro de la llamada ventanilla única del Ministerio del Interior, donde reposan las bases de datos de la Fiscalía, la Procuraduría, la Policía, la Contraloría, y hasta la Cancillería, y donde se entrega a los partidos la información sobre presuntas inhabilidades de tipos penal, disciplinario o fiscal de quienes han solicitado aval. “Todos los candidatos pasaron por ventanilla única. Luego se toma la decisión con el veedor del partido. Hubo muchas solicitudes de avales que por estas circunstancias rechazamos”, dice.

Otro interrogante que surge es si este candidato tenía una orden de captura vigente desde el año 2009, según el documento de la Fiscalía, ¿por qué la ventanilla única no expidió dicho reporte? Semana.com se ha comunicado con Rodrigo Llano, veedor del Partido Liberal, sin que hasta el momento se obtenga alguna respuesta.