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Los sectores juveniles del Partido Verde, Liberal y el Polo Democrático se están preparando para lo que será la campaña por el Sí al plebiscito por la paz. | Foto: Archivo Particular

POLÍTICA

Los jóvenes colombianos, el Brexit y los diálogos con las FARC

Los jóvenes del Reino Unido se quejan porque los adultos tomaron la decisión del ‘brexit’ sin pensar en ellos. En Colombia, ¿qué sienten sobre el proceso de paz y qué harán en el plebiscito?

9 de julio de 2016

La salida del Reino Unido de la Unión Europea dejó muchas lecciones. La incertidumbre política que se apoderó del país, al día siguiente de conocerse los resultados del referendo que puso en manos de los británicos el futuro de su nación, dejó a muchos con el sinsabor de haber tomado una decisión con efectos inciertos.

Aunque el arrepentimiento se ha hecho notar en varios frentes de la sociedad británica, quienes más han protestado por la decisión de abandonar la Unión han sido los jóvenes. En las calles y en las redes sociales, las nuevas generaciones han rechazado una determinación que, aseguran, fue tomada por los mayores de 50. Ahora los jóvenes reclaman que serán ellos, y no los mayores, quienes tendrán que vivir y sufrir las secuelas académicas y laborales de un cambio que no estaban pidiendo.

El resultado de esta brecha generacional en el Reino Unido evidencia la importancia de involucrar a las juventudes en los procesos políticos de cambio y reconstrucción social que se lleven a cabo en un país. Ahora que en Colombia el país político se alista para el plebiscito sobre los acuerdos de paz con las Farc, los jóvenes adquieren un nuevo protagonismo.

Un estudio realizado por Corpovisionarios –la Corporación de Antanas Mockus– sobre los factores culturales que impulsan la participación de los ciudadanos, encontró que en Colombia existen condiciones favorables para promover una participación activa de los jóvenes alrededor de la paz. Según el estudio, entre las nuevas generaciones existen cuatro perfiles juveniles de cara al tema: entusiastas, expectantes, apáticos y reticentes. El 57 por ciento de la población está entre los dos primeros, que son los que demuestran mayor apoyo al proceso de paz, se sienten muy responsables en la consecución de la misma y creen que el país estará mejor luego del acuerdo.

En el marco de un proceso de construcción de paz, estos jóvenes consideran que quienes más necesitan apoyo son las víctimas del conflicto, en especial los niños, las mujeres y los adultos mayores. A la gran mayoría le interesaría aportar su conocimiento para realizar actividades concretas sobre educación, salud, medioambiente, cultura y derechos humanos, incluso en ciudades distintas a la propia. Y si bien muchos argumentan que el mayor impedimento para realizar esta labor es la disponibilidad de tiempo, 58 por ciento de los encuestados podría dedicarle de dos a siete días a la semana.

De la investigación de Corpovisionarios, financiada por la embajada británica en Colombia, se puede deducir que la disposición de los jóvenes para participar en estas iniciativas aumenta en la medida en que creen que la paz beneficiará a su familia, y que hay otros interesados en desarrollar actividades para promover la convivencia en el posconflicto; que el país estará mejor si se firma la paz y que –al igual que ellos– personas de su círculo cercano hacen parte de estas actividades. Sin embargo, el estudio es claro en que para que la voluntad de ayudar se mantenga en el tiempo, los jóvenes deben tener claro en qué actividades pueden participar para impulsar los acuerdos que surjan de la firma de la paz, lo cual pasa por conocer bien el contenido de los mismos.

Evidenciando el consenso alrededor de la paz que identificó el estudio de Corpovisionarios entre los jóvenes, muchos de ellos ya están definiendo cómo participarán en la campaña del plebiscito. Para Ángel Ramírez, líder juvenil del partido Alianza Verde, “la paz que viene sella 50 años de confrontaciones entre el Estado y la insurgencia. No es una paz completa pero es una gran oportunidad para que los sectores políticos dejen de enfrentarse por medios violentos y expongan sus ideas sin necesidad de estigmatizaciones”. En este partido, los menores de 30 le meterán la ficha a la campaña de redes #SiALaPaz.

Aquellos que pertenecen a los partidos de la Unidad Nacional, como el Liberal, adelantan una iniciativa de voto joven para que las personas entre 14 y 17 años también puedan participar de los comicios en caso de que se convoque a un plebiscito. Y los que hacen parte del partido Alianza Verde y del Polo Democrático aseguran que estar con la paz no es estar con Santos, una premisa que sus colectividades han defendido desde que comenzaron las negociaciones. Para Sergio Fernández, líder de Polo Joven, “lo que se debe resaltar de este proceso no es que sea de uno u otro político, lo importante es que cesará el derramamiento de sangre y por fin se abrirá el espacio para discutir temas fundamentales para el desarrollo del país como la educación o la salud, a los que antes no se les ponía atención por culpa del conflicto”.

En el caso del Centro Democrático, el único partido que se opone a la votación a favor del plebiscito, las nuevas generaciones son radicales y sienten que son la fuerza más potente que tiene la colectividad para movilizar su campaña de ‘resistencia civil’ frente al proceso de paz. Asumen que tienen la tarea pedagógica de decirles a las personas en las calles, las desventajas de firmar un acuerdo con las Farc, y mantienen la retórica uribista de querer la paz pero no a cualquier precio.

De acuerdo con la última encuesta Polimétrica realizada por Cifras y Conceptos el pasado mes de junio, el 71 por ciento de los menores de 35 años votaría por el Sí en el plebiscito, cifra que es apenas un poco más baja de la que se evidencia para los adultos (81 por ciento). No es una diferencia significativa. Al fin y al cabo, un futuro sin conflicto –si así se concreta– beneficiará más a quienes vivirán más tiempo en ese escenario de paz.