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Guillermo Torres / SEMANA | Foto: Miriam Pachón durante varios años ejerció su profesión en la Policía e hizo parte del CTI de la Fiscalía,

PROCESO

La abogada que puso contra las cuerdas a dos coroneles

Miriam Pachón representa a las víctimas en la investigación por la muerte de Diego Felipe Becerra.

28 de junio de 2013

Sin lugar a dudas la investigación que busca esclarecer los confusos hechos que rodean la muerte de Diego Felipe Becerra es virtud de la Fiscalía. Pero esta no corresponde solo a la entidad porque tanto la familia del joven como su abogada, Miriam Pachón, han estado detrás de muchas de las pruebas que hoy tienen a nueve personas procesadas por el crimen.

Pachón quizás no sea tan reconocida como otros abogados, pero desde hace dos años que se inició la investigación por la muerte del menor de 16 años, se convirtió en una pieza clave, que no solo ha buscado que el caso no quede en la impunidad, sino que se puso en la tarea de hacer una investigación por su cuenta. Hoy tiene contra las cuerdas a dos coroneles de la Policía, como responsables de -supuestamente- alterar la escena del crimen del joven grafitero.

Lo paradójico de su historia es que durante varios años ejerció su profesión en la Policía e hizo parte del CTI de la Fiscalía, hecho que no fue impedimento para denunciar a varios oficiales, que según ella, están vinculados en la manipulación que se habría hechos en la escena del crimen del menor de edad.

La abogada es docente universitaria, especialista en derecho penal y constitucional. Su pregrado lo hizo en la Universidad Católica, mientras los estudios de prostgrado fueron realizados en la Universidad Carlos III de Madrid, en la Universidad de Milán y en la Escuela General Santander. De esta última, recibió el título de investigadora criminal.

Pachón en reiteradas ocasiones ha asegurado que su lucha porque no haya impunidad no es contra la Policía, sino contra los uniformados que habrían buscado hacer ver a Becerra como un criminal.

Quienes conocen su labor de cerca aseguran que es una aguerrida profesional, que pese a que sabe que pone en riesgo su integridad, no da ni un paso atrás. “Ella ahora debe tener escolta, aunque es lamentable, sabe a lo que se enfrenta y es consciente de eso. Seguramente va sacar adelante ese proceso”, dijo uno de sus allegados.

Pachón asegura que agradece la formación que recibió como investigadora en la Policía, porque si no fuera así seguramente la muerte de Becerra se habría quedado como la de un “delincuente más”.

“Hay que darle las gracias a la Escuela General Santander que me hicieron una gran investigadora. Como investigadora uno sabe las trayectorias de las balas y en el caso de Diego Felipe es imposible lo que dicen que pasó. Tendría que ser una bala inteligente que le diera la vuelta para pegarle por la espalda”, asegura al ser indagada de por qué está tan segura de que fue un homicidio.

Pachón entre sus logros tiene que el caso pasara de la justicia Penal Militar a la Ordinaria y que las víctimas sean unas de las protagonistas en las diferentes investigaciones que por el caso se llevan.

Desde hace 10 años su principal papel desde el derecho penal ha sido el de representar a víctimas de delitos como acceso carnal, de 'paseo millonario', de estafa, de fraudes, homicidios, entre otros.

Busca poner a Patiño ante la justicia

Pero quizás su mayor reto ha sido atreverse a señalar a un oficial de alto rango como es el caso del entonces comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Francisco Patiño. De él ha dicho que es responsable al igual que los demás, en las alteraciones que para ellas existen en el caso del joven grafitero.

“Cada que se toca al general Patiño vienen las amenazas y cuando lo mencionamos toda la Policía se viene sobre nosotros”, asegura la abogada quien desde las vías legales junto con la familia del joven han buscado frenar el ascenso del oficial, porque considera que es necesario esperar hasta que la investigación esclarezca lo que pasó.

Pachón asegura de manera curiosa que prefiere no tener hijos por todo lo que ha tenido que ver a lo largo de los años que ha ejercido su profesión, dice estar felizmente casada, ser la mayor de dos hermanas, una abogada al igual que ella y otra contadora.

La abogada manifestó que se siente como presa, porque ahora no puede estar sola, siempre su escolta la acompaña. Ante era una mujer que le gustaba ir a cine y disfrutar como alguien que lleva una vida normal.

En sus diversas denuncias ha manifestado que recibe llamadas, correos electrónicos y amenazas en el interior de una cárcel. “Me han insultado de todas la formas, me dicen que me voy a morir, pero eso no va frenar mi trabajo”, indicó.

Pachón llegó al caso de Diego Felipe porque conocía a alguien cercano a la familia. Aunque la han querido ver como enemiga de la Policía asegura que volvería a trabajar en la institución, porque reitera que no tiene nada en contra de ella, “porque los que tiene que pagar por lo que hicieron son unos pocos y no todos los buenos policías que hacen bien su trabajo”.

“La han querido sobornas, pero nunca se ha dejado. Se han encontrado con una pared contra la cual terminan por estrellarse. Ella es una mujer correcta y de esas para la cual la plata no lo es todo”, señaló uno de sus conocidos.

Lo cierto es que en su empañada labor con llegar a la verdad ya tiene junto con la Fiscalía a seis Policías y tres civiles investigados. Además de la indagación preliminar que la entidad le adelanta al general Patiño por el caso.