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. | Foto: Archivo SEMANA

CRIMEN

La absurda muerte de Henry Steven

Freddy Morales, vendedor ambulante, relató cómo murió su hijo de 16 años durante un atraco en un bus.

María del Pilar Camargo, periodista de Semana.com
21 de marzo de 2013

“El niño tenía señales de defensa en las manos porque la gente que lo vio dijo que el niño se defendía. Ponía sus manitos para que no le acuchillaran el cuerpo, la cara. Después de estar tan cortado (sic), las manos, se desgonzó de tanto botar sangre y al desgonzarse el niño, el desgraciado me lo degolló, me le cortó todo el cuello”.

Freddy Morales relató con dolor a Blu Radio el asesinato de su hijo de 16 años, ocurrido el pasado sábado en el suroriente de Bogotá, cuando el joven fue víctima de un atraco y una agresión mortal. “Soy vendedor ambulante. Al niño lo tenía estudiando en el Instituto Triángulo de la calle 19. El niño siempre que salía del colegio me colaboraba (…) El niño siempre estaba conmigo”, recuerda el padre de Henry Steven Morales, un estudiante de sistemas.

Este sábado, cuando Morales concluyó su jornada laboral, junto a Henry, guardó sus “pertenencias” en un parqueadero y se despidió de su hijo. “Dejamos el niño en el lado de la buseta, para que se fuera a donde la mamá, porque madrugaba a trabajar al otro día a la séptima, él iba a vender unos afiches que llevaba en la mano”, narra el hombre.

Henry subió a la buseta a la altura de la carrera 10 con calle 15, con destino a Bosa. “La buseta iba andando sobre la décima con 13 cuando la abordaron unos tipos y se ensañaron con el niño por quitarle el celular y sus pertenencias, y me lo cogieron a cuchillo”, relata Morales, quien asegura que los hombres le robaron al menor de edad, “los afiches, el celular y una platica que llevaba”.

Este comerciante desconoce cuántas personas viajaban junto a su hijo. “No me han dado esa información. Sé que la buseta iba llena y el niño pedía ayuda al conductor, le golpeaba la ventana para que le ayudara, y no pasó nada. A la gente le daba miedo meterse ahí”.

Aunque el deceso de Henry fue atroz, sus padres no fueron notificados por las autoridades, así lo asegura Morales. “A nosotros nadie nos avisó y el niño tenía identificaciones en el bolso, y en su agenda tenía las direcciones mía, de la mamá y de la abuelita. En ningún momento me dieron razón de que el niño había fallecido, me lo habían matado”.

Tras no encontrarlo el domingo en su lugar de trabajo, donde vendería dichos afiches para “tener su platica para gastar”, y tampoco hallarlo el lunes en su colegio, el padre interpuso una denuncia por desaparición. “El niño no era de los que se desaparecían, siempre era (sic.) en su casita, donde su papá, su mamá, su abuelita. Era un niño de su casa, que estudiaba y siempre andaba al lado mío”.

El hombre asegura que se enteró de que su hijo había fallecido porque lo buscó. “Me pongo a buscarlo por todo lado y me entero que el niño estaba en la morgue. No me dieron razón de nada. La Policía nunca me llamó”, anota Morales.

El padre de la víctima asegura que cuando algunas personas se dieron cuenta de que estaba velando a Henry, se acercaron a él para contarle su versión sobre cómo sucedió el deceso. “Esas versiones me las dan las personas que vieron lo que pasó en la buseta. Alguna gente nos ubicó a nosotros porque, como vendedores ambulantes, nos conocen mucho en el centro”.

Morales indica que, en un inicio, las autoridades no le revelaron si había detenidos por el crimen, pero dice que, gracias a la información de un uniformado, estableció que uno de los agresores está capturado. Según las versiones preliminares, los victimarios hacen parte de una banda criminal que delinque en el centro de la capital.

“Hemos pedido identificar a la gente. Según tengo entendido, al homicida lo tienen detenido en la estación de Policía de la sexta de Germania. No lo dejan ver ni saber quién es. No me dan información”. Morales dice que cuando quiso interponer la denuncia “para que el señor no quede libre”, la Policía le dijo que “no hay necesidad porque hay un capturado y lo cogieron en flagrancia”.

“Me dicen que toca esperar entre 20 días y un mes para saber quién es la persona. Al inicio, me dijeron que no me preocupara, que lo tenían en La Modelo, en la cual no están recibiendo reclusos”, apunta.

Morales, quien tiene otros tres hijos menores de edad, pide que se haga justicia y “no quede impune la muerte” de Henry. “Qué cojan al otro agresor, que está libre (…) Créalo, no hay palabras para imaginarse a un niño pidiendo auxilio y un tipo, ensañado, encima de él, dándole como peor que a un animal”.